Erica Maison, una madre de Detroit con cinco hijos, sorprendió a su hija transgénero, Corey, con su primera dosis de hormonas — algo que la adolescente de 14 años había esperado recibir durante más de dos años. Logró capturar el momento en un emotivo video:
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De acuerdo a su madre, Corey por lo general se ocupa en montar su patineta, jugar Call of Duty en su Xbox y en su obsesión por el maquillaje. "Tiene más de lo que yo he tenido en toda mi vida", Erica le dice a BuzzFeed News. Pero este día fue diferente, era el día en el que se le permitiría comenzar su terapia hormonal.
En el video, Erica le pide a su hija que vea qué hay para ella detrás de un cojín. Corey sabe que algo se trae, pero le sigue la corriente y encuentra una bolsa misteriosa.
"Podía darme cuenta de que no tenía idea de lo que estaba sucediendo", dice Erica. "Estaba muy ansiosa y no podía dejar de sonreír".
En el video puede verse el momento en el que Corey se da cuenta de lo que contiene la caja. "Me apretó y detuve la cámara para abrazarla de vuelta. Ninguna de las dos se soltó por lo que pareció una eternidad."
Los momentos después que se detuvo la grabación fueron muy emotivos para Corey y su madre. "Ambas llorábamos y temblábamos. Ella literalmente me quitó el aliento, nunca me había dado un abrazo como ése antes. Nunca sentí tanto amor de su parte como en ese instante. Fue una mezcla de alegría pura y alivio, de ambas".
"Este fue el momento más decisivo en su vida, ambas lo sabíamos", dice Erica de las emociones capturadas en el video.
Erica le contó a BuzzFeed News que Corey siempre fue muy femenina, aún cuando era muy pequeña. "Le encantaba usar tacones y vestidos. En público usaba ropa de niño — Simplemente sumí que era gay".
Cuando Corey estaba en quinto grado el bullying fue tan severo que su madre tomó le decisión de sacarla de la escuela pública y educarla en casa. No fue sino hasta que Corey tenía 11 años que el dúo madre-hija se tropezó con un vido de la YouTuber transgénero Jazz Jennings y entonces todo tuvo sentido. "Ella dijo, 'Mamá, yo soy como ella, YO SOY una chica'."
Una vez en casa y libre de ser ella misma, Corey comenzó a ganar confianza y a estire como una niña en público — lo cual no siempre era sencillo.
"Su cabello era muy corto y aún lucía como chico. Las personas le lanzaban miradas acusadoras y tomaban fotos con sus teléfonos", dice Erica. "Se reían, apuntaban y miraban fijamente. Le dije a Corey 'Cada vez que alguien apunte su teléfono para tomar una foto, ¡haz una pose!' Eso realmente elevó su autoestima, Quería enseñarle a volver las cosas negativas en algo positivo".
Erica comenzó la búsqueda por un terapeuta que se especializara en niños transgénero para ayudar a la familia a lo largo del proceso de transición de Corey. Finalmente fue dirigida a la clínica de género en el Lurie Children's Hospital en Chicago, el cual se hallaba a cinco horas de casa. "En esa cita nos dimos cuenta de que nuestras vidas habían cambiado para siempre", dice Erica.
A Corey se le administró el implante supresor de hormonas algunos meses después. "Por lo general, el lograr que el seguro pague por la disforia de género es una lucha y estábamos preparados para escribir las cartas necesarias, hacer las llamadas que hiciesen falta, lo que se necesitara para lograr que lo cubrieran, ya que sólo el implante tenía un costo de $21,000 — y eso no incluía los honorarios médicos u hospitalarios por insertarlo quirúrgicamente", dice su madre respecto al proceso. La familia recibió la noticia de que el procedimiento sería cubierto por completo por su seguro médico.
El terapeuta de la familia, junto con el equipo médico en Chicago, determinaron que Corey estaba lista ara comenzar con la terapia hormonal en agosto de 2015, a los 14 años". Todo lo que hicimos fue esperar a que el terapeuta enviara la carta de luz verde a Chicago. Esperamos y esperamos", dice la madre de Erica del proceso.
El 24 de septiembre, Erica finalmente recibió una llamada de la farmacia haciéndole saber que el estrógeno estaba listo para ser recogido. "Fue surrealista. Temblaba y lloraba mientras iba a la farmacia. Trataba de pensar en la mejor manera de decirle que el día por el que esperó dos años y medio había llegado".
Erica ha recibido incontables reacciones positivas desde que publicó el video en YouTube y Facebook. "Sabía que estaba arriesgándome a recibir reacciones negativas cuando lo hice público, pero igual lo hice", expresó.
La madre de Corey cree que si el video puede ayudar aunque sea a un niño, la negatividad recibida no tiene importancia.
"Creo que uno de los problemas mas grandes de nuestra sociedad hoy en día es que las personas no comprenden lo que realmente significa ser transgénero. Quiero que las personas ven este video y vean la emoción pura de una niña transgénero que finalmente puede vivir de la manera en que se siente por dentro. Quiero que la gente vea esto, porque puede que abra sus jos. Que abra su ojos a quienes son diferentes. Tal vez les haga darse cuenta de que las personas transgénero son personas como ellos, pero que también son personas que corren un riesgo mayor de sufrir violencia y el ridículo por algo en lo que no tuvieron elección alguna. Les puedo asegurar que ningún niño desea recibir burlas o ser molestado. Ningún niño elige ser transgénero, es 100% la manera en que nacieron".
