Te despiertas por la mañana, sintiéndote muy optimista de que éste va a ser el mejor día de todos.
Hasta que te ves en el espejo y tu vida empieza a desmoronarse lentamente.
1. Inspeccionas la situación cuidadosa y detenidamente.
2. Te tomas el tiempo para maldecir no sólo este intruso que reside en tu cara, sino a la particular posición que ha elegido.
3. Surge un período oscuro de angustia y odio contra ti mismo.
4. Decides no salir nunca de tu cuarto. Vivirás como un ermitaño y nunca regresarás al mundo exterior.
5. Pero no, ¡¡tienes tu VIDA POR DELANTE! ! Te tomas una ducha caliente para reflexionar sobre las opciones.
6. Tratas de camuflar al desagradable intruso usando tu agudo sentido de la moda.
7. Entonces lo ahogas con maquillaje y correctores.
Perfecto.
8. ¿Y si todo lo demás falla? Consideras la solución final de contra espinillas.
9. Te das cuenta de que, aunque puedes ocultarlo, tendrás que vivir sabiendo que está ahí - en tu cara, donde podría muy bien quedarse para siempre.
10. Te convences a ti mismo de que toda esta experiencia te hará una persona más fuerte y más firme.
11. Te tomas otra ducha caliente para reflexionar sobre esto.
12. Luchas con algunas negociaciones, hasta que comprendes que esto es algo que realmente no puedes controlar.
13. Intentas mirar el lado bueno. Las cosas podrían ser peores, ¿verdad?
14. Es en este momento que revisas tu calendario y te das cuenta que probablemente tienes algo muy importante que ocurrirá hoy.
15. La frustración y ansiedad se apoderan de ti cuando imaginas cómo, los que amas, reaccionarán a este horrible giro de acontecimientos.
"¿Qué tan malo es?"
16. Te pones un poco histérico cuando nadie parece notarlo.
17. Es en este hermoso momento que encontrarás aceptación y paz.
18. Porque los estúpidos granos son grandes ecualizadores - NADIE ESTÁ A SALVO. Dentro de ese concepto, encontrarás soledad.
