1. Cuando empiezas a usar un primer.
2. Cuando puedes hacer un ojo esfumado sin parecer un panda.
3. Y cuando no te rizas las pestañas con tres capas de rímel, y en cambio te pones unas hermosas pestañas postizas.
4. Cuando usas base que sí coincide con tu tono de piel.
5. Cuando finalmente dominas el delineador líquido.
6. Cuando inviertes en una bolsa de maquillaje soñada.
Un bolso de maquillaje tan bonito que podría ser tu monedero, la verdad.
7. Y cuando tu colección de maquillaje se vuelve tan impresionante, que merece una vitrina.
8. Cuando entiendes todos los terminos del maquillaje.
9. Y cuando aprendes a mezclar, mezclar, mezclar.
10. Cuando aprendes a crear ese codiciado "resplandor etéreo".
11. Y cuando tienes tu rutina de la mañana perfeccionada.
12. Cuando haces el cambio a un maquillaje que luce más "natural".
La misma cantidad de productos, pero bueno.
13. Pero cuando sabes cómo usar colores brillantes sin parecer un payaso.
14. Cuando compras tu primer artículo de lujo.
15. Y cuando das el paso de maquillaje de oferta al de gama alta.
Dile adiós a todo tu dinero. Y dile hola a una nueva adicción de por vida.
16. Cuando usas lápiz labial rojo por primera vez.
17. Y cuando usas un tono aún más audaz.
18. Cuando mejoras tus herramientas de maquillaje.
Esta es, literalmente, la forma en que puedes mejorar tu maquillaje un millón por ciento, pero lavarlos es un fastidio.
19. Cuando encuentras tu producto indispensable.
20. Y tu ganga de belleza obligatoria.
21. Cuando incorporas delineador labial en tu rutina.
22. Cuando puedes aplicar esmalte de uñas sin que manche todas tus cutículas.
23. Cuando aprendes a rellenarte las cejas.
24. Y cada vez que aprendes un truco que te cambia la vida.
