Ir directo al contenido
  • Viral badge

21 señales de que hacer ejercicio simplemente no es para ti

"Gimnasio" es sólo otra palabra para infierno, ¿verdad?

1. La única cosa que mantiene tu interés en cualquier gimnasio es la televisión.

2. Y la única máquina que sabes cómo utilizar es la máquina expendedora.

3. Cuando intentas hacer cualquier otra cosa, dejas una huella de destrucción detrás de ti.

4. Odias el olor y la sensación y todo acerca del sudor.

5. Te ves horrible en ropa de gimnasio.

6. Después de cinco minutos en tu intento de hacer ejercicio, te sientes bastante listo para dejar de hacerlo.

7. Estar alrededor de gente que está en forma no te motiva. Te da hambre.

8. El sonido de las personas que pujan al levantar pesas es tu propio infierno.

9. Estás casi seguro de que podrás lograr los mismos resultados con menos sufrimiento.

10. Nada en el mundo podría convencerte de ducharte más de una vez al día.

11. Realmente no entiendes lo que es una "caloría" y cómo contarlas y a dónde van.

12. El concepto de correr constantemente y quedarse en el mismo lugar suena bastante loco para ti.

13. Y despertarte más temprano de lo normal es literalmente impensable.

14. Las máquinas que han sido usadas y están cubiertas del sudor de otras personas son realmente repugnantes.

15. Y la gente desnuda en los vestidores, colocando sus traseros desnudos en todas las cosas = mátenme ya.

16. La música que suena en el gimnasio es, universalmente, la peor música en el mundo.

17. Todos parecen saber lo que están haciendo y se ven bien haciéndolo, así que esto le pasa a tu autoestima:

18. Y, por supuesto, cuando haces contacto visual con alguien bello, te ves así:

19. Lavar la ropa es la peor de todas las tareas, e ir al gimnasio significa tener que lavar el doble de ropa:

20. Cuando logras motivarte para llevar tu trasero a un gimnasio, todas las máquinas están ocupadas y terminas sentándote por ahí con tu diminuta ropa de gimnasio.

21. Y aunque eres consciente del valor de mantenerte saludable y en forma, simplemente amas demasiado a tu sofá.

Y oye, ¡no te preocupes! ¡Te ves increíble tal y como estás!