Jaime, estudiante y estrella de YouTube de 21 años, estaba a punto de cumplir 18 cuando comenzó por primera vez a tomar testosterona, la hormona que ayuda a los hombres transgénero a tornar más masculina su apariencia, su voz y su cuerpo. Aquí está él en su primer día, sosteniendo la medicación.
Decidió documentar su transición tomándose una selfie a diario. "Inicialmente mi intención era hacerlo solo durante el primer año", le comunicó a BuzzFeed News. "Pero no me creció nada de pelo facial en mi primer año".
Inicialmente, los cambios en la cara de Raines fueron sutiles.
Pero durante el segundo año comenzó a notar más y más cambios. "Mi cara comenzó a alargarse y perdí las mejillas pronunciadas", dijo.
Raines notó que su nariz también cambió.
Y luego, después de dos años de testosterona, comenzó a crecer el vello facial. "Lo esperaba desde que comenzaron a salirme vellos en la barbilla", dijo. "Fue realmente emocionante".
Su pelo facial continuó creciendo...
... y creciendo...
... hasta que, después de más de tres años de testosterona, Raines por fin tenía una barba completa y orgullosa. Esta es su foto más reciente (con calcetines secándose de fondo).
Y estas dos fotos engloban su travesía con la testosterona, en las que él usa exactamente la misma ropa.
Raines transformó esas 1.400 fotos en un corto video que capturó la atención de un productor de TV que incluyó a Raines en un nuevo documental para el Canal 4 acerca de los hombres transgénero.
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BuzzFeed News habló con Raines acerca del hecho de que él ha fotografiado su transición y de cómo ha cambiado su vida.
¿Por qué comenzaste a tomarte selfies?
Jaime Raines: Fue para ver cómo la testosterona puede cambiar la cara, así que si la gente ve que esta puede provocar esos cambios, es bueno. Pero además simplemente quería algo para mí para documentar mi transición. Pensé que me tomaría una foto cada día para que cuando las juntara todas se pudieran ver los cambios. Durante los primeros seis meses no se notó mucho, pero mientras el tiempo corría se volvió más y más gratificante. Así que ahora siento que, ya que lo he estado haciendo durante tanto tiempo, simplemente quiero seguir por quizás unos cinco años. Estoy realmente feliz de haberlo hecho.
Cuando comenzaste con la testosterona, ¿te pudiste imaginar cómo se acabaría viendo tu rostro?
JR: Cuando comencé con ella intenté no tener ninguna imagen en mi mente. Estaba tomando testosterona para poder pasar por una pubertad que fuera la correcta para mí. Intenté no tener expectativas ya que la testosterona afecta a todos de distinta manera y distintos cambios se producen en distintos puntos. A alguna gente le crece mucho vello facial durante los primeros seis meses; a otra gente nunca le crece. No puse muchas esperanzas en que la testosterona me cambiara drásticamente y solo tomé los cambios como venían.
¿Cómo te sentías cuando te mirabas al espejo a los 17, y cómo se compara eso con lo de ahora?
JR: No me veía a mí mismo realmente. Tenía el pelo realmente corto y eso hacía que las cosas fueran un poco mejor, pero fueron unos tiempos muy complicados. No me gustaba mirarme en el espejo, pero tan pronto comencé con la testosterona, esto pasó a tratarse de buscar esos cambios, y luego cada vez que notaba algo era emocionante. Y es completamente lo opuesto ahora, estoy muy feliz con lo que veo en el espejo y muy agradecido por cómo me veo ahora.
¿Cuán importante fue para ti que te creciera vello facial?
JR: No excesivamente, pero estoy feliz de verdad porque lo hizo. Pero cuando comencé a hacer la transición médica, las dos cosas principales que buscaba eran operarme los pechos (mastectomía o reconstrucción del pecho) y una voz más profunda. Los otros cambios vinieron como un bono agregado, en realidad.
¿Cuán rápidamente cambió tu voz?
JR: Sucedió por etapas. Durante los primeros seis meses hubo cambios muy leves en el primer y segundo mes, y cuando pasaron tres meses mi voz se profundizó por primera vez, y luego a los cuatro meses comenzó a sonar más naturalmente profunda, y desde el sexto mes ha sido gradual. No creo que siga cambiando ahora mismo, pero hago una vez al año una comparación de mi voz para mantener actualizado el cómo ha cambiado.
¿La testosterona cambió en algo tu ánimo?
JR: Creo que soy menos emocional, pero eso sería todo realmente. Supongo que lloro menos y que soy un poco más irritable, pero no creo que haya cambiado mi personalidad o algo.
¿Cómo han reaccionado tus seres queridos a esta transición?
JR: Toda mi familia y mi novia [Shaaba] realmente me han apoyado y se han emocionado por mis cambios. Le dije a mi mamá primero y luego ella les dijo a mi papá y mi hermano y todos se han comportado realmente bien al respecto. Mi mamá piensa que así es como siempre debí verme. No siente que haya perdido una hija, porque soy la misma persona para ella: todavía soy su descendencia, solo que ahora soy su hijo.
Suena como si hubiera estado bastante claro para tu madre desde un principio.
JR: Sí, cuando le conté ella dijo que eso explicaba muchas cosas, debido a cómo he sido yo a lo largo de mi vida. Había recién cumplido 17 cuando le dije, así que fue justo un año antes de que comenzara con la testosterona. Fui al médico de la familia y él me dijo que tomaría unos dos años para que pudiera ver mi género de forma clínica, así que fui a un médico privado para comenzar con la testosterona y operarme los pechos. Me operaron cuando ya llevaba seis meses con la testosterona.
¿Qué consejo les darías a otros muchachos transgénero que están a punto de comenzar con la testosterona?
JR: Que la paciencia es tu mejor amiga cuando haces una transición y que es bueno rodearte de una comunidad o amigos y familia que te apoyen. Hazle preguntas a gente que ya ha pasado por eso. Sentirás que toma siglos para que comience a pasar algo, pero cuando lo hace todo cambia realmente rápido. Ahora las personas se sorprenden cuando les digo que soy transgénero. Tuve una entrevista de trabajo hace poco ¡y cuando se los dije pensaron que estaba en una transición de hombre a mujer!