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FÚTBOL PARA TODA LA VIDA.
"¡Trae tus propias malditas naranjas!" - Entrenador.
Si los profesionales lo hacen, YO TENGO QUE HACERLO.
"Sí, árbitro. Me atrapaste. Yo tengo cuchillas en lugar de tacos. ¿QUÉ VAS A HACER AL RESPECTO?"
COMO... PUTA MADRE.
Porque tu entrenador realmente nunca los lavaba, a pesar de que estaban empapados en sudor desde los últimos seis meses.
Era lo más parecido a verte como un Súper Saiyan.
"¿Lancaster? ¿Qué carajos es Lancaster?"
"Sí. Juego fútbol. Y eso me hace más genial que tú".
Suicidios, VO2, corridas, vueltas, caminar como equipo, trotar como equipo, correr como equipo, lo que se te ocurra. Era un asco.
Aquellos que no crecieron en la playa, considérense afortunados.
El horror... el horror...
Si no tenías de éstas, las mochilas y los suéteres también servían como postes de portería.
"Este tipo solo puede hacer diez técnicas. Eso debe significar que es el peor jugador del mundo".
Y la jugaste realmente tranquilo, aunque por dentro estabas genuinamente asombrado de haberla realizado.
La aterradora "nuez moscada" o "El Túnel". El secreto para destrozar la autoestima de un jugador de fútbol.
El tipo de lesión que siempre hará que la gente se ría entre dientes.
"¡SI TE DIGO QUE CUBRAS A ESE HIJO DE PUTA, TÚ CUBRES A ESE HIJO DE PUTA!" - Portero de diez años.
Un minuto dentro del agua con hielo, un minuto dentro del agua caliente. DEBES SENTIR QUE TE QUEMA.
Y si tienes hijos, sabes perfectamente que ellos también van a jugar fútbol.