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Siempre he dicho que soy más de gatos que de perros. Así que no sé cómo ha ocurrido, pero hace un par de semanas adopté una perra en un refugio de animales. El lado bueno: esta es Chela.

Chela es la mejor.

El lado malo: hace dos semanas no tenía ni idea de cómo cuidar de una perra. En mi familia siempre ha habido gatos, que como todo el mundo sabe, se cuidan solos. Así que estas primeras semanas han sido un curso intensivo en el que he aprendido estas cosas:

1. Cuando tenga hijos seré el típico padre histérico.

2. Porque cuando llega el perro, llegan las dudas: ¿le compro esta pelota? ¿No será muy pequeña? ¿SE VA A AHOGAR?

3. ¿Cuánto necesita salir a pasear un perro? ¿Dos veces? ¿Tres? ¿Diecisiete?

4. ¿Y es normal que duerma TANTO?

5. (Si sigue respirando, todo en orden).

6. ¿Seguro que esta pequeñísima cantidad diaria de pienso es suficiente? NO PUEDE SER SUFICIENTE. Aún pienso que estoy matando de hambre a mi perra solo porque lo dice un experto en la parte de atrás del saco de pienso.

7. Porque ahora ya no está de moda dar a los perros comida en lata. Yo qué sé, el perro de mi abuela la comía, pero claro, eran los 80.

8. Por cierto, el pienso bueno cuesta lo mismo que toda mi comida del mes.

9. Pero es que les deja un pelazo que ni Sara Carbonero.

10. Así que ya sabemos que tanto mi perra como yo tenemos gustos caros. Claramente estamos hecho el uno para el otro.

11. Bonus de afinidad: hace poco se chocó contra un árbol por quedarse mirando a otro perro. Ella y yo, separados al nacer.

12. Adiós a tener ropa negra. Ahora todas mis camisetas llevan tantos pelos pegados que parece que sean el pijama de Chewbacca.

13. También es el momento de decir adiós a los calcetines. O al menos a esconderlos fuera de su alcance para no encontrarlos llenos de babas.

14. También han cambiado mis bolsillos: ahora no tengo ninguno que no esté lleno de restos de galletas o bolsas para sus cacas.

15. Mi perra sabe mejor que yo cómo funcionan cosas vitales. Me refiero a la correa y el arnés.

16. Menos mal, porque yo no tenía ni idea y parecía que estaba iniciando a la perra en el bondage.

17. Pero descubrir que puedes soltarle la maldita correa y no solo no se escapa, si no que se pone contentísima, es un subidón.

18. Hablando de correas, ¿cuántas chorradas innecesarias creéis que le he comprado en los primeros días?

19. Más de diez y menos de cien.

20. Le ha hecho caso a exactamente dos.

21. Hay que educarlos correctamente, así que la primera noche no la dejé dormir conmigo.

22. A las dos horas fui corriendo a despertarla para traerla a dormir al lado de mi cama porque se me partía el corazón.

23. Otra cosa nueva que aprender: a los perros no les gusta nada que los despierten.

24. Eso y que roncan.

25. Roncan muchísimo.

26. Nadie se alegra tanto como ella al verme volver de trabajar. Parece que volviera de ganar la guerra de los Cien Años.

27. Todo le hace ilusión. Que le toquen la cabeza. Una galleta. Un trozo de salchicha.

28. A cambio, si le cuento me he sacado un doctorado con la máxima nota le va a hacer exactamente la misma ilusión que un trozo de salchicha. Su ilusión es binaria, o sí o no, sin grados.

29. Claro que esto igual se debe a que no sabe lo que es un doctorado. Es lista, pero no tanto.

30. Los perros siempre salen bien en las fotos. Posan natural.

31. Así que el carrete de fotos de mi iPhone se ha convertido en un monográfico de fotos de hocicos, patas y pelos.

32. Por contagio, al estar a su lado yo salgo más guapo en las fotos.

33. Tampoco a nivel Tom Hardy sosteniendo un perrete, no nos flipemos.

34. En cuanto hay un perro, el perro es la máxima prioridad.

35. Empiezo a llegar tarde a sitios porque cómo voy a salir a tiempo del sofá con esa bola de pelo al lado.

36. Adiós a las citas de Grindr en plan aquí te pillo aquí te mato, porque a la perra no le gusta que venga gente desconocida a casa a dar amor.

37. De hecho, no le gusta que venga gente desconocida, punto. Lo descubrí el día que decidió ladrar como una loca hasta que el repartidor de Domino's salió corriendo casi sin dejar la pizza.

38. Así que todo el amor que tengo es para la perra.

39. Lo bueno es que lo devuelve multiplicado por mil.

40. Aunque cuando decide que no quiere que use la PlayStation porque tengo que hacerle caso solo a ella se pone un poco pesada.

41. Vivir con un perro es lo mejor. Adoptad en cuanto podáis. Empezad por aquí.