A falta de sexo buenas son las aplicaciones.
Pasarle jabón en las duchas a un barbudo, comer helado lo más sexy que podamos, tener un orgasmo con solo manejar nuestro auto, aprender a dar 'spanks' y hasta tomarnos selfies de pene. Estos juegos llevan el homoerotismo a un nuevo nivel.
El creador de estas joyas eróticas es Robert Yang. Desarrollador independiente, académico y egresado en estudios de literatura inglesa. Cada pieza de Yang viene acompañada de algún manifiesto de porqué llegó a hacerla. En su blog podemos seguir la realización, programación y hasta psicología de cada juego.
1. Hurt Me Plenty: Nalgadas virtuales en la oficina.
Pegame con amor o te castigo.
Robert Yang acompañó el lanzamiento de este juego con charlas sobre la violencia, intimidad y el consenso que comparte en su blog.
En YouTube podemos ver como otros lo juegan. Es una buena referencia, pero mejor desquitarnos nosotros mismos.
2. Succulent: Es tiempo de chupar.
Esto es hipnótico.
3. Stick Shift: Ese momento en que descubres que tener sexo con tu automóvil es posible... y divertido.
A David Hasselhoff le gusta esto.
4. Cobra Club: Feliz como Narciso con High Definition.
El objetivo es crear nuestro pene modificando su color, grado de erección, la luz que usemos y demás factores que puedan llevarnos al éxito. Luego nos tocará interactuar en chats seteados por el simulador para comprobar si nuestra pieza tiene buena recepción. Pimp my cock.