1. Pela el jengibre con una cuchara.
2. Introduce un conservador de queso dentro de una caja con tu queso para hacer que dure más tiempo.
3. Vierte las salsas y masa con facilidad con una boquilla removible de silicona resistente al calor.
4. Retira los trozos de cáscara de huevo con una cáscara de huevo. El borde irregular atravesará la pegajosa clara de huevo. Asegúrate de usar un trozo intacto.
5. Estas cubiertas de goma convierten cualquier tazón en un recipiente y algunas veces eliminan completamente la necesidad de utilizar un recipiente.
6. Mejora la forma en la que preparas emparedados de mantequilla de maní y jalea con algunas espátulas ingeniosas, como ésta que tiene dos lados para evitar mezclar los ingredientes o esta otra plegable para que sea fácil sacarla del tarro.
7. Afila tus cuchillos en la parte inferior de un plato, taza o cualquier otro recipiente que sea de cerámica y tenga un borde. HAZLO CUIDADOSAMENTE.
8. Instala un estante magnético para especias si tienes poco espacio en la alacena.
Además: mantener tus especias a la vista facilita el darte cuenta cuando algo se está agotando. También puedes hacerlo tú mismo.