1.
Cuando sales, tratas de actuar como si todavía estuvieras en la universidad...
2.
Sólo para darte cuenta al día siguiente de que tu cuerpo ya no aguanta como antes..
3.
Tienes que ser consciente al escoger entre salir o dormir...
4.
Pues sabes que ir al trabajo con resaca ¡Es lo peor!
5.
Sabes que deberías acercarte más a tus compañeros de trabajo más viejos, pero ¿de qué podrían hablar?
6.
Y ya estás muy viejo para seguir yendo a fiestas universitarias.
7.
Así que cuando alguien te dice que simplemente actúes de acuerdo a tu edad quedas aún más confundido.
8.
Tus padres empiezan a hacerte preguntas pesadas, como cuándo vas a traer a casa a un(a) lindo(a) novio(a).
9.
Te vas dando cuenta de lo difícil que es pasarla bien con los viejos amigos, y te preocupa que te juzguen si sigues ignorandolos.
10.
Tienes que bajar los estándares de tu pareja, pues apenas tienes algo de efectivo.
11.
Tus amigos no dejan de insistir en que nadie te quiere cuando tienes 23.
12.
Es más importante que nunca esconder todas esas dudosas fotos de Facebook.
13.
Siempre estás preocupado por lo que dirá tu familia sobre tus decisiones como joven profesional.
14.
Los que tienen más de 25 no respetan tu creciente pánico existencial pues te acercas a los veinticinco.
15.
Cada vez tienes menos excusas para ser incapaz de cocinar.
18.
O en serio a cualquier película de Nicholas Spark.
19.
Terminarás pagando tu comida rápida con monedas al menos una vez más. O dos.
20.
Pedirle consejos a tus viejos profesores no será tan útil como esperas.
21.
Tu trabajo no es para nada lo que esperabas.
22.
Así que empiezas a entender muy bien lo de "trabajar el fin de semana"...
23.
Y te das cuenta de que tu vida se define por lo que es tu trabajo.
Pero sea lo que sea, deja odiar a los que odian. Sabes que tener 23 de alguna forma sigue siento increíble.
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