1. Necesitas no menos de tres alarmas para lograr despertarte...
2. A veces se necesitan métodos severos para levantarte...
3. Pasaste los primeros minutos* de cada mañana en un estado zombie...
4. Te quedas dormido en la ducha... con frecuencia...
5. De hecho te has desmayado en el baño...
6. Por mucho que lo intentes, hacer ejercicio en la mañana nunca parece... funcionar.
7. Nunca te despiertas lo suficientemente temprano para arreglarte, entonces eso significa cabello alborotado...
8. Camisas arrugadas...
9. ...y un maquillaje bastante cuestionable.
10. Definitivamente no puedes empezar el día sin café...
11. Y necesitas muuuucho más café de lo normal para sentirte como un ser humano funcional...
12. Con el tiempo eso te ha costado una pequeña fortuna...
13. Constantemente te saltas el desayuno porque nunca te levantas lo suficientemente temprano para prepararlo...
14. Lo que te convierte en un desastre agresivo y hambriento durante todo el día...
15. Te has quedado dormido en tu viaje al trabajo por la mañana, ya sea en el auto...
16. ...o en el metro.
17. Y constantemente estás corriendo contra el reloj para llegar a tiempo al trabajo...
18. Mientras crecías, no podías permanecer despierto durante tus clases matutinas...
19. Y de adulto resultas cabeceando en las reuniones de la mañana...
20. Incluso, has tenido que sostenerte antes de que tu cabeza se golpee contra una mesa...
21. En las primeras horas de trabajo estás tan aturdido que literalmente no puedes hacer nada bien...
22. Has tenido que ocultar el hecho de que te duermes antes del almuerzo...
23. Eres extremadamente insolente con la gente madrugadora, porque tú simplemente no puedes hacerlo.
Si tan solo las siestas durante el día todavía fueran aceptables...
