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    3 Parejas que se conocieron en Tinder y demuestran que no todo es sexo

    Para los que creen que es el refugio del pirata.

    Ya no hay excusas. Las aplicaciones de citas llegaron para quedarse. Tinder, Happn, Grindr, Bumble y la lista sigue. Si estás soltero seguro tengas alguna en tu celular y, si no lo estás, alguna la vez la tuviste.

    Sin embargo, hay muchos que creen que estas apps se convirtieron en "el refugio del pirata" y que no se puede encontrar a una persona para formar una relación estable.

    BuzzFeed Español te trae tres casos de parejas que se conocieron gracias a una aplicación de citas y que demuestran que en estas apps no todo es sexo .

    Zabo: amor a distancia

    Zabo Zamorano (26) es escritor, músico y uno de los conductores del programa TuMuch de MuchMusic. Antes de ir a dormir encontró un nuevo método para reemplazar al anticuado conteo de ovejas: Tinder.

    Entre uno de los 15 millones de perfiles que los usuarios argentinos ven por día Zabo conoció a sus dos últimos novios. "Iba con el pulgar para un lado y para el otro hasta quedarme dormido. Una de esas noches me aparece un pibe que me parecía muy lindo y que yo ya conocía. Cuando le puse un corazón vi que él ya me había puesto el suyo. Esa relación duró un año y era la primera vez que concretaba algo con alguien de Tinder. A los pocos meses de separarnos descargué Grindr pero no me sentí cómodo porque no hago crossfit, así que le di otra oportunidad a Tinder. Haciendo tiempo para ir al show de unos amigos en Makena lo abrí y terminé conociendo a mi actual pareja", cuenta el conductor.

    Apenas se generó el match, Zabo quiso esperar unos minutos antes de hablarle para no "quedar muy desesperado". Sin embargo, su actual pareja fue más rápido y tomó la iniciativa. "Me contó que vivía en Uruguay, que estaba de vacaciones, que los amigos lo habían dejado en banda y que quería salir. Yo le dije que estaba sin plata así que solo pensaba ir a ver a la banda de mis amigos, se lo dije sin esperanzas de que quisiera venir pero él se mostró interesado en acompañarme", explica.

    Sin tener casi ningún dato sobre él, más allá de su foto de perfil y esos breves minutos de charla, Zabo decidió correr el riesgo. "Me parecía emocionante y aterrador. Podía salir muy mal. Encima él es hermoso y yo soy muy simpático. Me imaginaba una escena a lo 'Jamás besada' en donde me arrojaba desde un auto en movimiento. Algo bien traumático", rememora. Lejos de las escenas de terror que imaginaba, hoy llevan más de seis meses en pareja. "Siempre digo que teníamos los datos para encontrarnos pero mal calibrado el GPS. Por suerte apareció Tinder".

    Natalia: Tinder como si fuese un juego

    Natalia Pellegrino (33) entró al mundo de las apps de citas gracias a sus primas. Ellas se lo presentaron y luego de ver la experiencia de algunos compañeros de trabajo con este tipo de aplicaciones decidió probar cómo era Tinder.

    Como muchos usuarios, Natalia era una de las que no creía que encontraría novio en este tipo de apps. "No tenía intenciones de tener una cita cuando instalé Tinder. Esas aplicaciones me generaban desconfianza para conocer gente", explica. Sin embargo, una noche, entre charlas eternas y copas, comenzaron a utilizar la app con una amiga.

    Empezaron como un juego, aceptando y rechazando gente, comentando sus fotos de perfil y biografías. Poco a poco, llegaron los primeros matches con otros usuarios - en la Argentina se generan 2,5 millones de matches por día, según informa la empresa - y las primeras conversaciones por el chat de Tinder. "No me daba confianza el hecho de salir con alguien que conocés sólo a través de una foto y algunos chats. Pero cambié de opinión a los cuatro días de instalarlo, cuando empecé a hablar con la persona que hoy es mi novio", señala.

    De todas formas, pasar del plano virtual llevó un tiempo. "Antes de salir chateamos como unos quince o veinte días sin parar. Me dio confianza para tener un encuentro con él. Es importante conocerse un poco antes de salir para saber si la persona tiene similitudes con uno. Conocí chicos en boliches pero después solía hablar mucho antes de concretar una salida", explica Natalia.

    - ¿Cómo le explicaste a tus papás que conociste a tu novio por Tinder? ¿Entendían de qué se trataba?

    Tanto él como yo siempre le contamos a nuestras familias que nos conocimos a través de un "juego" que teníamos cada uno en su celular. Y yo tengo amigas que se pusieron de novia a través de Tinder y también lo cuentan en sus familias de la misma manera.

    Mariana: luchando con los prejuicios de la app "pirata"

    Mariana Robles (26) no creía en estas aplicaciones. Pensaba que no eran para ella. Que eran "muy pirata". De todas maneras, decidió darle una oportunidad después de que unas amigas la convencieron durante una cena. Vio que no tenía nada que perder y descargó Tinder en su celular.

    Empezó a usar la app y se encontró con lo que imaginaba: gente que buscaba relaciones casuales y nada más. "Hablé con varios chicos dentro de la app. Apenas empezábamos a chatear me decían de vernos o de ir a sus casas. Me pareció que eso no tenía nada que ver conmigo y decidí borrar la aplicación del celular. Justo cuando entré para borrar mis datos y eliminarla, me había hablado una persona y decidí darle una oportunidad", rememora. Hoy esa persona es su novio.

    Las largas charlas por chat que tuvieron fueron clave para generar confianza y dar el siguiente paso: conocerse en persona. "Me pareció raro, me daba mucha intriga y ansiedad. Igualmente había hablado una semana entera por WhatsApp antes de vernos, hablábamos las 24 horas así que ambos sentíamos que nos conocíamos", explica.

    Al principio, Mariana decidió esconder la realidad y no le contó a sus padres dónde conoció a la persona con la que estaba saliendo. "La primera vez que salí les dije que iba a tener una cita con alguien que había conocido en un cumpleaños. Hay como cierto 'miedo' a contar que salís con alguien que conociste por una aplicación. Pero después de la segunda salida lo conté. Al principio no entendían mucho y me decían que podía ser medio peligroso. Pero cuando vieron que yo estaba re contenta y que empecé a salir seguido lo fueron entendiendo", cuenta.

    De hecho, pese a la desconfianza inicial, ahora Mariana cree que conocer a alguien a través de una app genera una situación que en un bar o un boliche no se logra tan rápido. "En un bar creo que uno apunta más a lo que va por los ojos. Capaz si hay mucha onda podés empezar a conocer más a la persona en sí. En Tinder, por más que uno tenga que elegir a través de una foto, al estar chateando todo el tiempo se pueden conocer más cosas del interior de la persona".

    ¿Vos qué opinás? ¿También conociste a alguien por Tinder?