A los 18: El piso es donde va todo.
A los 25: De a poco las cosas empiezan a encontrar su lugar.
A los 30: Prácticamente vives adentro de un board de Pinterest.
A los 18: No necesitas nada más que un colchón en el piso.
A los 25: Descubres el placer de una cama más amplia ;) ;)
A los 30: El paraíso hecho almohadones.
A los 18: Pizza todo el día, todos los días.
A los 25: Ya aprendiste algunos platos básicos que te salvan durante la semana.
A los 30: Comes sano, delicioso y lindo.
A los 18: Descontrol absoluto y nadie ayuda a limpiar, igual mucho no importa.
A los 25: Cada uno trae su mejor plato.
A los 30: Solo necesitas a tus mejores amigos, buena comida y una noche tranquila.
A los 18: Para qué tener una heladera si no esta llena de cerveza.
A los 25: Empiezas a apreciar un buen vino.
A los 30: Sabes como preparar tu trago favorito a la perfección y con buen alcohol.
A los 18: Al igual que el resto de la casa, es un caos.
A los 25: Empiezas a entender el ordén de tu madre.
A los 30: Lograste que todos tus sueños culinarios se hagan realidad.
A los 18: Las paredes blancas cuentan como decoración, ¿verdad?
A los 25: Comienzas a darle utilidad a los rincones de tu casa.
A los 30: Tu gusto ha mejorado y sabes exactamente qué quieres y dónde.
A los 18: Sólo necesitas un router.
A los 25: Netflix es tu mejor amigo
A los 30: Tienes todos los canales de noticias, deportes y películas. Además de Apple TV y Netflix, obvio.
A los 18: Lo bueno de hacer fiestas en casa es que siempre dan sus frutos.
A los 25: Solo invitas a ese match de Tinder si *realmente* te gusta.
A los 30: Analizas hasta el último detalle antes de dejarlos entrar a tu casa.