Ir directo al contenido

    22 luchas internas que solo entenderán quienes siempre tienen hambre

    Porque llorar de rabia cuando tienes hambre es una reacción totalmente racional.

    1. Cuando te despiertas y te acuerdas de que no te queda absolutamente nada de comida en casa.

    2. Has empezado una pelea con tu pareja por algo sin sentido.

    3. Y te has peleado con un amigo por decidir dónde comer.

    4. Además de ser la fuente de los conflictos familiares durante los días de fiesta, porque todos tardaban demasiado en decidir dónde comer y tú tenías un ataque de hambre.

    "OS ODIO A TODOS".

    5. Básicamente no se te puede culpar por lo que sucede cuando alguien comete el error fatal de fastidiarte entre comidas.

    6. Pero seguramente deberías llevar siempre puesta esta camiseta.

    7. Cuando alguien te ofrece un pequeño aperitivo como si eso fuera a saciar tu hambre.

    8. Cuando tienes hambre de verdad pero hay una cola entre tú y tu próxima comida.

    9. Y que esa cola esté llena de la gente más lenta y estúpida del planeta.

    10. Cuando la gente tiene fiestas y no proveen nada de comer...

    11. Y por eso has aprendido a llevar algo de comer a donde quiera que vayas.

    12. El horrible descubrimiento de que en tu tienda más cercana se han quedado sin LO ÚNICO que te podría quitar el hambre.

    "Es lo único que quiero comer. No me sirve nada más. NADA".

    13. Cuando una camarera te dice que se han quedado sin eso con lo que has estado soñando todo el día.

    14. O cuando vas a una cena y solo sirven bazofia que odias.

    SABÍA QUE ME TENÍA QUE HABER QUEDADO EN CASA.

    15. Siempre tienes hambre y por eso tu estómago enfadado y ruidoso ha interrumpido un montón de momentos de tranquilidad.

    LO SIENTO, ES QUE TENGO MUCHA HAMBRE.

    16. Los bufés son LO PEOR porque siempre terminas detrás de gente que se toma su tiempo para decidir.

    17. Casi has tenido un ataque de nervios en algún evento porque te morías de hambre y solo servían minúsculos canapés.

    18. Ese momento mágico cuando te encuentras con un amigo que tiene tanta hambre como tú y sus ciclos de hambre se sincronizan, de forma que siempre están hambrientos al mismo tiempo.

    19. Cuando te ves en la obligación de comer algo que ni siquiera te gusta solo para no matar a nadie de los que te rodean.

    20. Cuando pides comida para llevar y justo cuando se va el repartidor te das cuenta de que tu pedido estaba mal.

    21. O cuando alguien cerca de ti tiene comida y huele genial pero no la comparten.

    22. Sabes que el compañero ideal es aquel que sabe exactamente dónde darte de comer y por qué.

    No has elegido una vida de hambre... ella te ha elegido a ti.