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Esto es lo que nadie te cuenta sobre tener un ataque de pánico

Es saber que probablemente estás bien, pero también que esta vez, probablemente no lo estés.

[Nota del editor: Los ataques de pánico pueden afectar a cualquiera en cualquier momento, y la experiencia de una persona podría ser completamente distinta a la de otra. Además del ataque de pánico ocasional, alrededor de 6 millones de personas en Estados Unidos sufren de trastorno de pánico, que incluye ataques recurrentes y miedo considerable a tener ataques entre esos episodios. Los ataques de pánico a menudo son aterradores y debilitantes y, aunque esta lista representa la experiencia de solo una persona, esperamos que sea útil al entender que otros sepan lo que estás pasando.]

1. Es sentir de repente que no estás en control y que no hay nada que puedas hacer para detener lo que está a punto de pasar.

2. Es un adormecimiento, hormigueo y temblor, que en conjunto señalan que algo está muy mal con tu cuerpo.

3. Son tus fuertes y constantes latidos cardiacos haciendo eco del legítimo terror que corre a través de ti.

4. Es la sensación de estar ahogado, oprimido y atado, acompañado al inquietante dolor en tu pecho.

5. Es escuchar el mundo como si estuvieras debajo de él, enterrado vivo, con el sonido de tu respiración ahogando los sonidos a tu alrededor.

6. Es la sensación que tu cuerpo no es tuyo, pero también estar plenamente consciente de lo que sucede en el interior de este.

7. Es ver visiones borrosas y puntos mientras buscas un rostro familiar. Algo, cualquier cosa que te conecte a tierra.

8. Es un respiro con dificultad y sentir que nunca será lo suficientemente profundo para llenar tus pulmones.

9. Es estar aterrorizado de pedir ayuda; por miedo al ridículo si no es nada o miedo a la muerte por si es algo.


10.
Es no saber cuál es peor.

11. Es luchar para tragar palabras como ataque cardiaco, derrame, reacción potencialmente mortal; repelerlas lo más que puedas, pero nunca silenciarlas por completo.

12. Es desear muchísimo correr y escapar, pero estar tan inmovilizado para moverte de este lugar.

13. Es saber que probablemente estás bien, pero también que esta vez, probablemente no lo estés.

14. Es tener pensamientos macabros cruzando por tu cabeza, convenciéndote de que estás de verdad, legítimamente y seriamente, muriendo.

15. Es creer ferozmente que estás perdiendo la cabeza y que esos síntomas ni siquiera son reales.

Pero no estás perdiendo la cabeza y esos síntomas son muy reales.

Lo que está sucediendo en realidad es tu instinto de "luchar o escapar" que está haciendo efecto cuando no lo necesitas en realidad. Es una respuesta exagerada de tu sistema nervioso simpático, como BuzzFeed Health informó anteriormente.

Los ataques de pánico pueden gatillarse por cualquier cosa, como ver un tren lleno de gente o tener un pensamiento atemorizante al azar. Cuando esa respuesta de "luchar o escapar" hace efecto, puede causar síntomas como aumento de la frecuencia cardiaca, respiración rápida, sudoración, aumento en la presión arterial, sequedad bucal, etc. Todas son respuestas normales, pero son horrorosas cuando no las estás esperando.

Entonces tiendes a perder el control y atribuirles significado, como si estuvieras muriendo/enfermándote/a punto de desmayarte/enloqueciendo. Y este miedo puede dar lugar a una hiperventilación, que puede causar síntomas como agitación, hormigueo, mareos, dolor en el pecho y dificultad para respirar. No es de extrañar que estás entrando en pánico.

Si estás teniendo dificultades con ataques de pánico, no dudes en pedir ayuda.

Ya sea al leer al respecto, hablar con una persona de confianza o haciendo una cita con un doctor o terapeuta.

Conoce más y encuentra ayuda en la Asociación de la Ansiedad y Depresión de Estados Unidos.