El instituto internacional Marqués acaba de darle a algunos pequeños en desarrollo una muestra del mundo que les espera al ritmo de la música clásica.
Según un estudio reciente del Marqués, descubrieron que al insertar este aparato musical a través de la vagina de una mujer en embarazo, el feto puede escuchar música como lo hacemos nosotros aquí, afuera.
Indican que estos pequeños pueden responder a la música desde la semana dieciséis. Ellos reaccionan moviendo su lengua y sus diminutas bocas.
Expertos creen que sucede porque la música activa circuitos cerebrales que "estimulan el lenguaje y la comunicación".