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Vivir con ansiedad y depresión

La odisea de que todo te importe demasiado y que, al mismo tiempo, no te importe nada.

(Nota del editor: la ansiedad y la depresión afectan a cada persona de forma distinta, pero es muy común tener que lidiar con ambas. Casi la mitad de las personas diagnosticadas con depresión también tienen un desorden de ansiedad. La depresión y la ansiedad son trastornos profundamente personales; si bien esta lista representa una experiencia en singular, esperamos que te consuele saber que otras personas pueden pasar lo mismo que tú).

1. Te vuelve loco pensar que no obtendrás una calificación excelente en un examen, pero no tienes la energía para estudiar.

2. No tienes la voluntad de salir de la cama, pero te atormenta pensar lo que sucederá si faltas a la escuela o al trabajo.

3. Cuanto menos te mueves más cansada estás, pero tu corazón se acelera al pensar que debes dar el primer paso.

4. Ver tu casa desordenada te incomoda, pero solo puedes ver a tu alrededor y pensar limpiaré mañana.

5. Escribes millones de listas de tareas para aclarar tus pensamientos, pero sabes que no completarás ninguna.

6. Crees que cancelar un plan arruinará tu amistad, pero no tienes la fuerza para llevarlo a cabo.

7. Te sientes mal por estar soltero, pero cancelas cualquier cita porque te da palpitaciones pensar en salir con alguien por primera vez.

8. Cada día sientes que tu pareja se cansará de tí y te dejará, pero tu ansiedad te susurra que debería irse, y que merece alguien mejor.

9. Ignoras los mensajes de texto y las invitaciones, y te duele cuando dejan de enviarte mensajes e invitaciones.

10. Temes quedarte solo y accidentalmente te aíslas, porque necesitas esconderte de todo.

11. Lo único que deseas a las dos de la tarde es arrastrarte a tu hogar y dormir, pero tu pulso errático y aterrador te mantiene despierta hasta las dos de la mañana.

12. Alternas entre sentirte estancado en el presente y aterrado por el futuro.

13. No disfrutas los días buenos porque tu ansiedad predominante anticipa el advenimiento de la próxima recaída.

14. O duermes demasiado, o no puedes pegar un ojo.

15. Necesitas un respiro de tu avalancha de pensamientos, pero no puedes trepar de tu pozo ciego interior.

16. Necesitas hacerlo todo, pero no deseas hacer nada.

17. Tienes mecanismos de aceptación y escapismo, ya que cuando no intentas esconderte de una parte de tu cerebro es porque te escondes de la otra.

18. Te preguntas si lo que hace que se te estruje el pecho son elucubraciones de tu mente ansiosa.

19. Te quedas despierto a las tres de la mañana, preocupándote por un futuro que ni siquiera estás segura que deseas tener.

20. Sientes demasiado, y al mismo tiempo no sientes nada, lo que te hace creer que nunca podrás ganar.

Pero sí puedes. Y lo harás. No estás solo.

Para saber más sobre depresión y ansiedad, puedes consultar los recursos del instituto estadounidense de salud mental aquí y aquí.

Si tienes pensamientos suicidas, puedes hablar con alguien de inmediato:

España: 902 500 002

Argentina: 135

México: 58 04 64 44