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    Cómo hacer el mejor espagueti con salsa roja

    Porque los tomates en lata siempre están en temporada.

    Así que, has comido espagueti con salsa roja antes. Tal vez la salsa vino de una lata. Tal vez hiciste tu propia salsa.

    Pero ¿has hecho *ESTA* salsa?

    Tiene un ingrediente secreto muy especial que mejorará la calidad de tu vida/pasta.

    Aquí está lo que necesitarás:

    Primero, hablemos acerca de las anchoas (ALERTA DE SPOILER: el ingrediente secreto). Están en esta salsa para darle un sabor más profundo y complejo. Y sé lo que estás pensando: no, tu salsa de tomate no sabrá a pescado.

    1. Comienza aplastando los dientes de ajo con la hoja de tu cuchillo. Esto quita la piel y aplana los dientes, lo que hace que sean más fáciles de cortar.

    2. Después, presionando con una mano en la base del cuchillo y con la otra la punta, usa un movimiento de balanceo para cortar finamente el ajo.

    3. Para cortar finamente la cebolla, córtala a la mitad por todo lo largo. Después coloca el lado cortado hacia abajo y corta la raíz.

    4. Después haz de 3 a 4 cortes transversales y de 4 a 5 cortes longitudinales. Cuando cortes a través de ella tendrás pequeños pedacitos de cebolla.

    Esta salsa no se hace puré, así que es importante que la cebolla esté muy pequeña.

    5. Después, coloca los tomates en un recipiente grande. Después aplástalos todos.

    *Puedes* usar un pasapures o un procesador de alimentos, pero en lo personal encuentro esta parte del proceso SUPER divertida.

    6. Deben verse muy aplastados, con unos cuantos pedazos flotando alrededor de ellos.

    7. Ahora calienta el aceite de oliva y la mantequilla en una cacerola grande con fondo grueso a calor medio. Añade las cebollas y el ajo y sazónalos con sal y pimienta.

    8. Una vez que la cebolla se vea bien y suave (pero no dorada), añade las anchoas.

    La lata (o frasco) entero. ¡Sólo échalas dentro!

    9. Una vez que las añadas, literalmente se desvanecerán.

    ¿Ves?

    10. Después, añade las hojuelas de pimentón y la pasta de tomate.

    11. Cuece la pasta de tomate, agita ~constantemente~ durante algunos minutos hasta que se ponga rojo ladrillo brillante. Las azúcares comenzarán a caramelizarse, lo que le dará a tu salsa un increíble sabor profundo e intenso.

    12. Después añade el vino, raspando cualquier pedazo que haya comenzado a oscurecerse en el fondo. Y no olvides servir para ti una copa de vino. Te la mereces.

    Inserta broma materna aquí.

    13. Cocina hasta que el vino se reduzca a aproximadamente la mitad (esto sólo te tomará más o menos unos dos minutos). Después añade los tomates aplastados.

    14. Llena una de las latas de tomate vacías con agua y añádela a tu salsa. Después usa la lata para colocar la cuchara para que no haya salsa *por todas partes*.

    Añadir agua permite que tu salsa se cocine durante un largo tiempo, desarrollando el sabor, dejando que todo se mezcle bien y que los ingredientes se encuentren unos con otros en la olla. También mantiene la consistencia de la salsa en vez de convertirle en tu vieja pasta espesa.

    15. Deja que este chico malo se cocine A FUEGO LENTO durante una hora y media o dos horas.

    ¡Hiciste salsa! Puedes congelarla o refrigerarla si la preparaste con anticipación O proceder con la pasta ahora. De cualquier forma, se congela muy bien y probablemente deberías tener un poco en el congelador en todo momento.

    16. Si vas a seguir adelante con la pasta ahora, quita 2 tazas de salsa de la olla para servirla en la mesa (a algunos les gusta con mucha salsa) O para congelarla y comerla después.

    17. Cuece la pasta en una olla grande de agua hirviendo con sal hasta que esté cocida ("al dente").

    18. Una vez que la pasta esté lista, añade la pasta a la salsa. A mi me gusta sólo sacar la pasta de la olla con unas tenazas y ponerla directamente en la salsa.

    19. Mezcla todo junto, asegurándote de que toda la pasta se cubra uniformemente.

    20. Cocínala durante unos minutos. Esto dejará que la pasta absorba la salsa, lo que la hará exponencialmente más deliciosa.

    21. Sírvela con esa salsa de tomate extra y MONTONES de queso parmesano rallado.

    Es decir... MONTONES DE QUESO.

    Espagueti con salsa de anchoas

    Por Alison Roman

    8 porciones

    2 latas (28 oz.) de tomates enteros San Marzano

    ¼ de taza de aceite de oliva

    2 cucharadas de mantequilla sin sal

    8 dientes de ajo finamente picados

    1 cebolla grande, finamente picada

    Sal y pimienta Kosher

    1 lata o frasco (2–3-oz.) de anchoas (el tamaño varía)

    1 cucharada de hojuelas trituradas de pimentón

    ½ taza de pasta de tomate

    ½ taza de vino tinto seco

    1 libra (aprox. 450 g) de espagueti o la pasta que quieras

    Un trozo de queso parmesano para rallar

    Coloca los tomates en un bol grande y profundo (o una olla, eso funciona también). Usando las manos, aplasta los tomates. Es decir, de verdad aplástalos mucho. Incluso puedes ponerlos en una licuadora o procesador de alimentos, pero en lo personal disfruto este proceso. No deben quedar pedazos grandes, sólo un espeso puré de tomate.

    Calienta el aceite de oliva y la mantequilla en una olla mediana o grande a calor medio. Añade el ajo y la cebolla y sazona con sal y pimienta. Cocina, agitando ocasionalmente hasta que la cebolla esté totalmente suave pero no dorada, alrededor de unos 10 minutos. Esto debe ocurrir lentamente, se llama *sofreír* la cebolla. Esto permite que se cueza bien y que se ponga muy suave sin caramelizarse.

    Añade todas las anchoas y cualquier aceite con el que estén empacadas. No te preocupes por cortarlas, literalmente se disolverán en el aceite (tan increíble, ¿verdad?).

    Cocina esto, agitándolo ocasionalmente hasta que hayan desaparecido en el aceite, alrededor de 2 minutos.

    Añade las hojuelas trituradas de pimentón y mueve todo, sólo para tostar un poco las hojuelas de pimentón.

    Añade la pasta de tomate y cocina hasta que se ponga color rojo ladrillo brillante, alrededor de 4 minutos (esto es caramelizar los azúcares en el tomate, lo que le dará un sabor realmente grandioso y liberará el sabor a tomate crudo).

    Añade el vino y cocina esto por alrededor de un minuto, sólo para quemar el alcohol.

    Añade los tomates, los jugos y todo y revuelve todo junto, asegurándote de raspar el fondo de la olla para obtener todas esos trozos buenos. Llena una de las latas de pasta de tomate vacías con agua y añádela a la salsa.

    Baja la lumbre a media-baja y cocina la salsa durante 1 ½ a 2 horas. Quieres que hierva a fuego lento: sólo deben haber unas cuantas burbujas aquí y allá. Quieres cocer esta salsa a fuego realmente bajo y lento. Si la lumbre media-baja es demasiado caliente (cada estufa es diferente) baja la lumbre a baja. Revuelve cada 30 minutos más o menos, pero la mayoría del tiempo puedes sólo ignorarla. Ahora sirve alrededor de 2 tazas de salsa: esto es lo que se conoce como tu "salsa extra". Sírvela junto con la pasta o congélala para después.

    Para servir, cuece el espagueti (o la pasta que quieras) en una olla grande de agua hirviendo con sal. Escurre la pasta y añádela a la salsa. Sírvela justo de la olla o transfiérela a un bol para servirla. De cualquier forma, asegúrate de que la gente ralle montones de queso parmesano en ella cuando se la sirvan. Sirve junto con la salsa extra.