Es probable que tus progenitores piensen que eres un santo, pero tú –y todos los que te rodean a excepción de ellos– sabemos que tu manutención y tu educación no ha sido lo único que ha salido de su bolsillo. Quizá haya llegado el momento de confesar.
1. El alcohol.
2. La entrada del Arenal Sound.
3. Los billetes de avión para ir a ver a tu mejor amiga a Berlín durante su Erasmus.
4. Y los recursos para acceder a las actividades culturales complementarias del viaje.
5. Los 40 taxis que has cogido porque era tarde e ibas lejos y claro, no había otra forma de llegar.
6. Las facturas de 100€ al mes por las conferencias con ese ligue que te echaste de Australia.
7. Ese regalo carísimo que tu ex tanto quería y que intentaste usar para volver a ganarte su cariño.
8. Ese primer tatuaje que te hiciste y que a día de hoy ya quizá no te gusta tanto.
9. Y los que vinieron después...
10. Y todas esas perforaciones y adornos que convenientemente ocultas antes de que ellos te vean.
11. Y mucho más alcohol.
12. Bueno, probablemente estarían aliviados si supieran que esto lo han pagado ellos.
13. Aunque quizá otras cosas no les haría la misma gracia.
14. La cuantiosa suma de dinero que le pagaste a aquellos chicos para que te "ayudaran" con tus exámenes finales o tu proyecto de fin de carrera.
15. Incontables horas de estudio convalidadas por horas en la cafetería de la facultad.
16. Y algunas cosas más.
17. Algunas.
18. Cosas.
19. Más.
