Durante más de una década, el fotógrafo Chris Luckhardt ha estado viajando por el mundo en busca de edificios abandonados que en algún momento tuvieron una gran importancia en la vida de las personas de la zona.
Una de sus principales zonas de exploración son los edificios de colegios abandonados que salpican el paisaje de Estados Unidos y del mundo.
Según Luckhardt, su interés en lugares abandonados se origina en la percepción de que "presenciar el deterioro del pasado puede ser un reflejo de las posibilidades del futuro".
Aunque a estos edificios abandonados normalmente les falta seguridad, Luckhardt asegura que no dañará ninguna propiedad cuando acceda a los lugares para la toma de fotos.
Como él mismo dice: "No rompo y entro, tan solo entro". Aunque sí ha tendido algún roce con las autoridades. Ha tenido que lidiar con todos, desde policía local hasta con el Departamento de Seguridad Interior.