Este hombre hostigó sexualmente a sus empleadas de limpieza por más de tres años y una de ellas fue separada del cargo luego de denunciarlo

    El ex subdirector de servicios generales del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Región Centro, hostigó por más de tres años a las trabajadoras de limpieza que estaban bajo su cargo.

    Era casi de noche cuando los trabajadores, profesores y alumnos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en Aguascalientes festejaban la posada navideña y el fin de semestre. Mientras tanto, en la misma fiesta, Hugo León Carrillo, entonces subdirector de servicios generales, llevó por la fuerza a una de las trabajadoras de limpieza a su cargo para tener relaciones sexuales. “Me llevó a una oficina. Quería tener relaciones conmigo y yo le decía que no. Él me violó porque yo no quería”. Cuando salimos, los vigilantes me vieron con Hugo y se enteraron de lo que pasó. Mucha gente sabía cómo Hugo manejaba a las de limpieza”, comentó Samantha -nombre modificado para proteger su identidad-, quien sufrió por casi tres años violencia sexual León Carrillo.

    La escena que relata Samantha ocurrió en 2016, sin embargo, el hostigamiento de su jefe comenzó desde el primer día como trabajadora de limpieza y se repetía cada dos o tres meses, cuando la presionaba para tener relaciones sexuales dentro de las instalaciones escolares: en la sala de diplomados, en el auditorio, en la bodega y los sábados, cuando no iban los alumnos, en el elevador de la biblioteca y en sus cubículos.

    Según comentó Samantha a BuzzFeed News México y denunció posteriormente a las autoridades del CIDE, para conceder permisos, como ausentarse o salir más temprano por motivos personales o médicos, las trabajadoras de limpieza debían besar y/o tener relaciones sexuales con León Carrillo cuando él lo solicitaba.

    27 de cada 100 mujeres que trabajan han sido víctimas de algún acto violento dentro de los espacios de trabajo de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH). Tan sólo en 2016 -el último año en que fue realizada la encuesta- , 47.9% de las mujeres agredidas en el trabajo fueron violentadas sexualmente.

    Samantha comenzó a trabajar como personal de limpieza en el CIDE en mayo de 2013. Estaba encargada de limpiar las oficinas, áreas comunes, baños, biblioteca y librería. El primer día de trabajo, su jefe le preguntó sobre su estatus marital y número de hijos. Inmediatamente le pidió un beso y ante la negativa de Samantha, fue insistente.

    El hostigamiento sexual es “el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral y/o escolar”. De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

    “El hostigamiento sexual es un ejercicio de poder doble: de género y jerárquico, en el cual se expresa en diferentes tipos de conductas físicas o verbales que viola, humilla o deroga a alguien. El hostigamiento y el acoso sexual están vinculados con las diferencias de género y se reflejan en las instituciones: en este caso, lugar de empleo”, mencionó Sonia Frías, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) quien aborda temas de violencia de género contra mujeres y niños.

    Samantha no fue la única víctima del hostigamiento sexual de León Carillo. Entre las trabajadoras platicaban que eran acosadas por su jefe y se apoyaban para hablar lo menos posible con él, porque sabían que dicha interacción estaría acompañado de una insinuación sexual o un comentario que las haría sentir incómodas.

    El encargado del comedor del CIDE Región Centro comentó a BuzzFeed News México que Cecilia -nombre modificado para proteger su identidad- una mujer de casi 60 años quien trabajaba en la limpieza de la cocina le comentó que recibía regaños y tratos injustificados de León Carrillo después de haber notificado al entonces director administrativo que en dos ocasiones seguidas León Carrillo la hostigó sexualmente. La primera vez ocurrió en diciembre de 2015, un sábado en el que la biblioteca se encontraba vacía y se encontraron en las escaleras.

    Hugo se acercó a la trabajadora e intentó besarla. La segunda en enero de 2016, cuando León Carrillo citó a los trabajadores a una entrevista, a puerta cerrada, en la oficina del entonces director administrativo, Eduardo Pedroza Pedroza, para la renovación de su contrato.Al final de la entrevista, Hugo pidió a la trabajadora que lo besara. El hostigamiento contra Cecilia también fue mencionado por Samantha en una carta que escribió a las autoridades en abril de 2017 y mostró a BuzzFeed News México.

    Según relatan las víctimas, Hugo les decía que nadie se enteraría y que si denunciaban, nadie les creería porque no tenían pruebas. Cuando las víctimas se negaban, Flores les asignaba más trabajo que al resto de sus compañeros y les hablaba de forma grosera.

    Hugo tampoco fue la única persona que hostigó o acosó a Samantha. En octubre de 2016, Samantha relató que León Carrillo la llevó al auditorio de la biblioteca para tener relaciones sexuales. Al salir, le pidió que permaneciera en el cuarto por cinco minutos. En ese lapso ingresó, su amigo, un trabajador de soporte técnico, quien anteriormente la había acosado verbalmente, para pedirle que fuera a la cabina con él, lugar en donde Carillo solía obligar a las víctimas a tener relaciones sexuales. Ante la insistencia del trabajador, Samantha salió corriendo.

    El acoso sexual, a diferencia del hostigamiento sexual, “es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos” de acuerdo con la LGAMVLV. Sin embargo, de acuerdo con la académica Sonia Frías, tanto el acoso como el hostigamiento están conectados a un sistema de estratificación de género. Es decir, a diferencias socialmente construidas que colocan a los hombres en una posición que le hace creer que tiene determinados privilegios o prerrogativas sobre la mujer.

    Además de los jefes, los compañeros de trabajo son los agresores más frecuente en el ámbito laboral, de acuerdo con los datos de INEGI. El 35.2% de la violencia ejercida contra mujeres en el trabajo proviene de un compañero y el 19.3% de un jefe.

    Las acusaciones

    La primera acusación en contra de León Carrillo por hostigamiento ocurrió en febrero de 2016 cuando Cecilia acudió a la oficina del director administrativo para denunciar que en dos ocasiones su superior le solicitó un beso, de acuerdo con el testimonio del entonces encargado de comedor, quien apoyó a la víctima a canalizar la denuncia. Según comentó el ex encargado del comedor, Doña Cecilia renunció a la institución en diciembre de 2017 por el miedo a León Carrillo y el acoso laboral que recibió por parte del agresor después de denunciarlo.

    En marzo de 2017, ante la falta de respuesta del director administrativo sobre la primera acusación, Samantha habló con un profesor de su confianza quien lo canalizó con Jaime Sainz, el director general.

    “Quiero que me deje trabajar, pero sin tener que pagar nada a cambio. Que nos respete y que no siga ocurriendo con otras compañeras”, escribió Samantha en una carta que Sainz le pidió como testimonio.

    El director general comentó a BuzzFeed News México que se enteró de las acusaciones en contra de León Carrillo hasta un año después de la primera denuncia deƒ Cecilia por hostigamiento. En el mes de mayo, tras haber recopilado testimonios de diferentes víctimas comenzó una investigación formal. Los siguientes meses consultó al victimario, al supervisor, al supervisor de la empresa y a otras personas que pudieron haber observado algún indicio de acoso.

    En abril, el director general entrevistó a Pedroza Pedroza para preguntarle si tenía conocimiento previo de las acusaciones de León Carrillo y específicamente sobre el caso de Ceci. El entrevistado respondió que no. “Era una situación difícil. Teníamos testimonios de personal administrativo y había contradicciones. En octubre de 2017, las autoridades del CIDE recomendaron no renovar el contrato del director administrativo, por el probable ocultamiento de un caso grave, o en su defecto, por no haberlo detectado.

    León Carrillo también fue entrevistado y negó que hubiera mantenido una relación inapropiada con las trabajadoras resultado de su posición jerárquica. En junio de 2017, las autoridades establecieron como medida precautoria que no acudiera a las instalaciones del CIDE y días después se solicita la renuncia. “Lo que fue determinante fue lo numeroso de los testimonios que existían contra Hugo”, sostuvo Sainz.

    De acuerdo con una solicitud de transparencia realizada por BuzzFeed News México, la baja por renuncia voluntaria ocurrió el 30 de junio de 2017.

    Sin embargo, el acoso hacia las víctimas continuó aún después de que León Carrillo dejó de trabajar en el CIDE. Samantha relató que se mudó con su mamá, pues Hugo conocía donde ella vivía originalmente y aparecía frecuentemente cerca su casa.

    Las trabajadoras del CIDE que ayudaron a las víctimas a denunciar ante los directivos han sido acosadas laboralmente por sus superiores u otros trabajadores con quienes Hugo entablaba amistad. La trabajadora mostró a BuzzFeed News México correos en donde el actual director administrativo le recrimina su mal desempeño. Las dos trabajadoras comentaron que desde entonces han recibido burlas, indirectas, gritos e insultos.

    El acoso laboral o mobbing, a diferencia del acoso y hostigamiento en espacios de trabajo, no tiene un componente de género, sino jerárquico. En donde una persona abusa de su situación de poder para atacar o invisibilizar de manera sistemática a otra, de acuerdo con la investigadora.

    De acuerdo con diferentes testigos, Hugo León ha regresado a las instalaciones de región centro por lo menos cuatro veces en los meses de agosto acompañado de la asistente del director administrativo y en biblioteca con el encargado de soporte técnico, también acusado por Samantha de hostigamiento sexual. De igual forma las trabajadoras lo han visto en el patio acompañada del nuevo director administrativo.

    Tanto Moreno como Sainz dijeron no tener conocimiento de que el ex trabajador había visitado recientemente las instalaciones. Según comentaron, no existía alguna prohibición explícita para que ingresara a la institución, ya que no fue emitido un veredicto de que fuera culpable. “Aquí lo que se hizo es que renunció y ya no presentaron nada formal ante una instancia. No hubo un órgano de deliberación”, comentó Moreno.

    Días después de la primera entrevista, las autoridades del CIDE notificaron a BuzzFeed News México que reportaron a la vigilancia que no se permitiría la entrada de León Carrillo a las instalaciones.

    La vulnerabilidad de las trabajadoras de outsourcing

    Las trabajadoras de limpieza no son contratadas directamente por la institución, sino por una empresa de outsourcing, por lo que el CIDE no manda sobre las trabajadoras. Actualmente la empresa encargada de llevar a cabo los servicios de limpieza es Biotec y hasta 2016, la empresa Serviclean.

    Jimena Moreno, Secretaria General del CIDE comentó que aunque la víctima no es empleada directamente del CIDE, la institución tiene una relación laboral con la empresa. Cuando se inició una investigación formal en mayo de 2017, se pidió a la empresa que respetaran los derechos laborales de las trabajadoras.

    “Estamos en Aguascalientes, una sociedad súper machista. Son señoras de limpieza. La población más vulnerable. Entonces lo primero que hay que hacer es protegerlas”, sostuvo.

    Aguascalientes es el cuarto estado con mayor porcentaje de mujeres agredidas en el espacio laboral. De acuerdo con datos de INEGI, 30.3% de las mujeres que han trabajado en dicho estado han sufrido agresiones físicas, sexuales o emocionales en las instalaciones de trabajo.

    Sin embargo, la empresa hizo caso omiso de la petición de las autoridades del CIDE y en julio de 2017 le pidió a la trabajadora dejar el cargo. “Me dijeron no va a haber represalias. Y sí hubo, comentó Samantha. Me dijeron que ya no requerían de mis servicios y que ya sabía porqué”. Según comentó, la empresa le ofreció cambiarla de instalaciones por un menor salario. Sin embargo, ella no accedió.

    La especialista Frías sostuvo que en ocasiones, el acoso laboral deriva de una situación de hostigamiento sexual. Por ejemplo, cuando un jefe inmediato amenaza a la empleada de despedirla si no tiene relaciones sexuales y ante la negativa, acude con el jefe de personal quien relega, invisibiliza y complica la vida de la empleada para que renuncie o la despide. La investigadora considera que este fue el caso de Samantha.

    La única forma de intervenir con las medidas tomadas con la empresa sería no volver a contratar sus servicios, pues el contrato está por vencer, sugirió Moreno.

    También propuso que podría emplearse una política más agresiva en donde la institución únicamente contrate a la empresa si cuenta con ciertas políticas de género y de respeto laboral, se adhieran a un protocolo en donde se establezca que las trabajadoras van a estar protegidas por la normatividad.

    Sainz destacó que las reglas del CIDE están por modificarse, a partir de las recomendaciones de la Comisión de Género integrada en mayo de 2017 por seis investigadores de la institución ante la necesidad de evaluar y atender cuestiones de género derivadas de la denuncia por hostigamiento del entonces profesor Alejandro Villagómez. Dentro de los cambios se incluirá que todos los empleados y empleadas del CIDE y las trabajadoras tengan conocimiento de cómo proceder.

    “Tener andamiaje de capacitación y protocolo y va a permitir que las trabajadoras que tengan una situación de vulnerabilidad más alta tengan conocimiento e inmediatamente puedan hacer algo. Que no sea tan tardado, que puedan recurrir fácilmente a alguien de confianza y que conozcan cómo es el procedimiento ”, sostuvo.

    De acuerdo con una encuesta realizada en 2017 por la Comisión de género, 16.88% de las trabajadoras administrativas o de limpieza mencionaron haber recibido insinuaciones tales como miradas obscenas, guiños o ruidos, con intenciones sexuales, 14.29% han recibido piropos ofensivos o molestos y cerca del 10% ha recibido propuestas directas o indirectas no solicitadas para tener relaciones sexuales o ha sentido de manera repetida que alguien ha invadido su espacio físico.

    La Comisión de género propuso que al protocolo de atención para casos de discriminación y violencia de género, creado en noviembre de 2016, se brinde a la comunidad afectada atención psicológica, médica y orientación legal.

    “En todos los casos se ha dado apoyo. El acompañamiento se sigue hasta que ellos dicen ya. Se utilizan todos los medios que tenemos al alcance. Tanto psicológicos como jurídicos para acompañar. “Si decides levantar una denuncia penal, el CIDE tiene la obligación de acompañarte.”, sostuvo Moreno.

    Las autoridades del CIDE ofrecieron a Samantha acompañarla para proceder legalmente en contra de León Carrillo. Sin embargo, según comentó a BuzzFeed News México, ella prefirió no hacerlo por miedo a que su esposo se enterara del caso. Cecilia tampoco optó por levantar una denuncia penal.

    Hugo León Carrillo negó ante BuzzFeed News haber hostigado sexualmente a las trabajadoras de limpieza y considera que la denuncia de la víctima tuvo un autor intelectual que buscaba afectarlo. “Tengo la conciencia muy tranquila. He ido incluso al CIDE varias veces por cuestiones de trabajo. Yo no tengo nada que esconder. ”, sostuvo.

    Omar Flores, representante de la empresa Biotec, comentó a BuzzFeed News que la trabajadora dejó de trabajar por decisión propia y que la empresa no tuvo conocimiento del hostigamiento que enfrentaban las trabajadoras.