El tamaño promedio del pene erecto es de 12.7 cm, mientras que el del micropene es de menos de 7 cm. Además, alrededor del 0.6% de la población masculina tiene un micropene.
Antes de pasar con las historias, hablamos con la Dra. Kate Balestrieri, psicóloga y terapeuta certificada en adicción al sexo, para entender mejor cómo puede influir un micropene en el sexo. Esto fue lo que nos dijo: "Ya sea que alguien tenga un pene grande o un micropene, la calidad de la experiencia sexual con otra persona depende en gran medida del comportamiento antes de la penetración. Hay correas y extensores de pene que pueden ofrecer una experiencia táctil diferente para la penetración, pero nada puede sustituir la confianza, besos eróticos, estimulación previa y energía sexual. Concéntrate en cultivar una experiencia que vaya más allá de la penetración. Acaríciense y dejen que el sexo se convierta en una experiencia de cuerpo completo".
1. Este rey que duraba horas:
"Salí con un tipo con micropene por dos años y era increíble en la cama, así que eso nunca fue un problema para nosotros. Aprendimos qué posiciones funcionaban mejor para su tamaño. Duraba muchísimo, así que normalmente teníamos sexo durante horas, lo cual era una de las ventajas de su tamaño. Pensándolo bien, fue quizás uno de los mejores amantes que he tenido".
2. Este trío intenso:
"Mi pareja y yo estábamos en Grindr y recibimos un mensaje de un turco muy guapo. Platicamos, tomamos unos tragos y luego fuimos a la recámara. Medía unos 5 centímetros, como máximo. Tampoco es que nuestros penes sean extragrandes, así que nos dejamos llevar, y como era pasivo, no importaba. Besaba increíble, daba muy buen sexo oral e incluso nos dejó hacerle doble penetración. Mamársela fue un poco diferente porque tuvimos que cambiar la 'técnica' por su tamaño. También tuvo las dos eyaculaciones más grandes que he llegado a ver. Era muy tierno y amable y, en general, nos divertimos mucho. Lo volvimos a ver unas cuantas veces más antes de que se mudara a Turquía".
3. Este condón perdido:
"Salí algunas veces con un chavo, y la primera vez que le di sexo oral fue cuando me di cuenta de su micropene. Como era tan pequeño, la gran capa de vello púbico que lo cubría me atragantaba. Fue como tratar de chupar una aguja en un pajar muy peludo. Luego intentamos tener sexo de perrito, pero, la verdad, no funcionó, así que decidió acostarse y ponerme encima. Frotó su pene, o algo así, contra mi pierna por un rato y a veces tocaba partes de mi vagina. No fue mi mejor experiencia sexual, pero tampoco la peor".
4. Esta reunión universitaria:
"Vi por primera vez un micropene en mi primer año de universidad. Era apenas el segundo pene que veía, así que pensé que mi primer novio lo tenía súper grande. Después de preguntarle a mis amigas si alguna vez habían visto un pene del tamaño de una minizanahoria, me di cuenta de que este chavo tenía un micropene. Me gustaba, así que seguimos saliendo y teniendo sexo oral. Me gustaba chupársela y era fácil porque me cabía toda en la boca sin problema. Nunca intentó tener relaciones sexuales conmigo y nunca tocamos el tema porque no me daban ganas de mencionarlo. La relación finalmente quedó en nada. Viéndolo ahora, no estoy segura de haberle dado importancia, más allá de pensar que su pene era literalmente del tamaño de mi pulgar".
5. Este profesional en estimulación erótica:
"Las cosas se estaban poniendo calientes con un chavo, entonces metí mis manos en su pantalón y no encontré nada. La experiencia fue un poco incómoda, pero inmediatamente dijo: 'Sé que no tengo gran cosa, pero puedo compensarlo en otro lugar'. Y, dicho y hecho, me hizo sexo oral y fue increíble. Sin duda sabía lo que hacía y le encantaba hacerlo. Apenas sí sentí el sexo como tal, pero se aseguró de hacerme venir más de una vez".
6. Este anal que cambió la vida:
"Tuve un novio de dos años que tenía un micropene. No había estado con mucha gente antes de él, así que no me parecía algo importante, sobre todo porque el sexo era increíble. Cuando no estaba duro, básicamente no existía. Viéndolo ahora, todavía me sorprende cómo logramos hacer que funcionara, ya que soy una chica grande, pero te puedo decir que tuvimos una vida sexual increíble. ¡Así que no juzgues a un libro por su portada! Además, el sexo anal era el mejor con él gracias a su pene".
7. Este gemidor:
"Una vez conocí a un chavo que era muy tierno. Las cosas se pusieron calientes y llegó el momento de meter las manos en su pantalón. Pasé mi mano y bajé... y bajé... y busqué... y seguí buscando porque pensé que me faltaba algo. De repente, encontré lo que solo se puede describir como un 'nudo'. Era como un bulto extraño. Gimió y fue entonces cuando supe que era su pene. Era tan pequeño que solo necesitaba el pulgar y el dedo índice para agarrarlo, pero él la estaba pasando muy bien y aprovechando el momento completamente".
8. Este dedo flexible:
"Una noche me drogué con un amigo de mi ex. Después cogimos. Cuando se quitó el pantalón, vi que su pene no era más grande que mi pulgar, tal vez hasta más pequeño. Afortunadamente tenía un talento increíble con los dedos y fue tan apasionado que nos caímos de la cama sobre su guitarra, que luego tocó para mí mientras nos besábamos. Hasta ahora, fue una de las aventuras de una noche más románticas que he tenido".
9. Esta relación abierta:
"Era la primera vez que cogía con alguien después de empezar una relación abierta. El chavo daba buen sexo oral, pero en realidad eso no es lo mío, así que le insinué que lleváramos las cosas a otro nivel. Se bajó el pantalón y apenas sí podía ver su pene. Terminé encima de él y prácticamente tuve que 'aplastarlo', porque era demasiado pequeño para rebotar. Peeero, sabía cómo usar sus dedos, así que no me puedo quejar".
10. Este crush de la prepa:
"Salí con un chavo que conocí en la prepa, pero no tuvimos nada hasta años después. Cuando estábamos juntos, se preocupaba por cuidarme y era increíble. Cuando finalmente íbamos a tener sexo, me dijo que no era muy grande. Ya había visto varios penes antes y no me preocupaba, pero no era más grande que mi dedo meñique. Aunque casi no sentí nada durante la penetración, me trató muy bien después".
11. Esta sesión de práctica:
"Estuve con un hombre que tenía un pene que medía como 2.5 cm de largo. Se veía delgado como un palo, pero cuando empezamos a tener sexo, no estaba mal. Pudo hacer que se sintiera bien. No tenía mucha experiencia en ese momento, así que su pene me ayudó mucho para poder probar diferentes posiciones. No me arrepiento para nada porque aprendí y lo hizo bien, aun cuando su pene era tan pequeño".
12. Esta desafortunada ruptura:
"Una vez salí con un chavo que era muy guapo, pero actuaba un poco extraño cada vez que acercaba mis manos a su entrepierna. Entonces, descubrí por qué. Su pene era tan pequeño que apenas sí se podía ver. Era literalmente del tamaño de la punta de mi dedo. Le dio mucha pena, pero traté de no darle importancia e hicimos otras cosas aparte del sexo. Fue una verdadera lástima porque todo lo demás que hacíamos era increíble, pero estaba tan afectado con su micropene que se congelaba cada vez que hacíamos algo. Terminamos después de unos meses y parte de eso fue por nuestra incompatibilidad sexual, lo cual fue una pena porque de verdad me gustaba".
13. Esta bendición de Tinder:
"Conocí a un chavo por Tinder y ni siquiera me di cuenta de que tenía un micropene hasta la mitad del sexo. Satisfacía mis necesidades y sabía exactamente cómo y dónde tocarme. Incluso tuve varios orgasmos antes de que se quitara el pantalón, lo cual siempre es un plus para mí. Además, era muy fácil de complacer. Mamársela fue muy sencilo, y cuando llegamos a la penetración, estaba tan sensible que me parecía increíble. ¡Fue sin duda uno de mis mejores encuentros sexuales!".
14. Este salvador de mandíbulas:
"Soy bisexual, pero tengo una fuerte inclinación por las mujeres y, la verdad, el mejor sexo que tuve con un hombre fue con uno que tenía un micropene. Esto no solo quiere decir que era más creativo en la cama que otros hombres con los que me he acostado —también era mucho más abierto a incluir juguetes (los dildos huecos que lo estimulan mientras le agrega un poco de longitud o circunferencia para estimularme son increíbles)—, sino que también significaba una bendición para mí. He tenido muchas cirugías de mandíbula y, por lo general, no puedo darle sexo oral a un hombre porque mi mandíbula no se abre lo suficiente, y es decepcionante para ambos. A él sí le pude dar sexo oral. Fue increíble".
15. Y este pene que era como los demás:
"Me acosté con un chavo que tenía un micropene. Era guapísimo. Y, pues, el sexo era bastante bueno. Creo que, gracias a que no tenía un pene grande, trabajó mucho más duro (sin doble sentido) para complacerme. La mayoría de los hombres solo se mueven unas veces y ya, pero este chavo se tomó el tiempo de comprender mis gustos sexuales, y eso me excitó. Nos vimos unas cuantas veces y siempre me divertía. Entonces, un día llegó su novia y nos cachó teniendo sexo. Me había dicho que era soltero. ¿La moraleja de la historia? Los penes vienen en varias formas y tamaños, pero al final... todos son iguales".
Nota: las respuestas fueron editadas para hacerlas más claras y concisas.
Este post fue traducido del inglés.