Ella es Yndira Sandoval, antropóloga, activista de los Derechos Humanos de las Mujeres y fundadora de Todas MX, una iniciativa para que las mujeres se organicen en contra de las violencias machistas.
Recientemente, Yndira viajó a Tlapa de Comonfort, en Guerrero, para dar una conferencia sobre violencia de género.
Todo se complicó cuando el médico le dijo que no aceptaba tarjeta y tuvo que salir de la clínica para ir al cajero.
En la entrevista, la activista cuenta que se negó a subir a la patrulla, entonces la oficial la aventó hacia el interior de la batea de la camioneta y le apretaba la herida, torturándola.
Mientras tanto, otra policía vigilaba desde la puerta. Después de un rato, ambas salieron de la celda e Yndira se quedó tirada sin poderse mover, aterrorizada.
La activista acudió a la Fiscalía Especializada de Delitos Sexuales, en Guerrero, pero estaba cerrada. Fue al Ministerio Público, pero le dijeron que no podía hacer ninguna denuncia y le cerraron la ventanilla.
La casa de Yndira fue allanada y ha sido amenazada de muerte, pero varias organizaciones se están uniendo para exigir justicia.
La activista llevó a cabo todos los procedimientos, pues los conoce a la perfección. Sin embargo, sigue sin recibir respuesta, como miles de mujeres que son acalladas bajo amenazas y oídos sordos de las leyes mexicanas.