16 pequeñas cosas que puedes hacer para ayudar a alguien que sufre depresión

No dejes de mantener el contacto, pero no le agobies.

1. Infórmate.

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Si te sientes un poco fuera de tu terreno cuando se trata de salud mental, dedica un poco de tiempo a leer sobre el tema. No te preocupes, no tienes que convertirte en un experto, recuerda que no tienes que ser su terapeuta.

Puede ser útil leer algunas experiencias de personas de primera mano como 11 cosas que nadie te ha contado sobre sufrir depresión a los veinte años, 21 cosas que nadie te cuenta sobre estar deprimido o 19 cosas que la gente que sufre depresión quiere que sus amigos sepan.

Asegúrate que no te estresas al leer infinidad de entradas de blogs y foros. En vez de esto, empieza con los servicios de salud mental de confianza. Mind tiene una guía muy buena sobre cómo ayudar a un amigo o a un miembro de la familia.

2. Ten preparadas algunas preguntas.

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Puede que estés nervioso y no te atrevas a preguntar a tu amigo qué le pasa exactamente. Tal vez sientas que no vas a saber qué decirle. Una manera de enfrentarse a esto es tener preparadas algunas preguntas, pero asegúrate de no soltar todas a la vez, que no parezca un interrogatorio. Escribe algunas cosas que te gustaría preguntarle y pregunta cuando notes que es un buen momento.

Por ejemplo:

- ¿Cómo te sientes hoy?

- ¿Durante cuánto tiempo te has sentido así?

- ¿Te pasó algo en concreto o apareció de la nada?

- ¿Cómo puedo ayudarte mejor ahora mismo?

- ¿Has pensado en pedir ayuda?

3. No pierdas el contacto.

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La depresión te hace pensar que eres una carga para ti mismo y para todas las personas que están cerca de ti. Esto significa que tu amigo o tu pareja puede que no inicie mucho contacto contigo, pero no te rindas. Pregúntale como se siente, incluso si no ha respondido a tus mensajes anteriores. Intenta no estar demasiado encima con tus preocupaciones o tus dramitas diarios, solo pregutnar si está bien ya es suficiente. Dile que piensas en él/ella y que de ninguna manera piensas que sea una carga para ti.

4. Intenta no agobiarle.

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No puedes tomarte la depresión de la persona a la que quieres como algo personal. Va a querer pasar tiempo a solas: debes concederle este tiempo. Si te impones demasiado, a pesar de que tus intenciones sean buenas, va a querer alejarse de ti todavía mas.

Asegúrate que gestionas tus propias expectativas cuando te comunicas. Decir cosas como «mañana estarás mejor» es algo que dices con buena intención, pero puede ser mal recibido.

5. Ten cuidado con los mensajes, whatsapps, mensajes de Facebook...

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Ten cuidado si os comunicáis a través del teléfono o del ordenador. La situación puede ser un poco más delicada ya que los mensajes de texto pueden parecer más directos y secos de lo que uno pretende. Puede que tu amigo o amiga malinterprete algo de lo que digas. Exprésate con claridad y deja de enviar mensajes de texto si resulta demasiado conflictivo. Si parece que se toma las cosas de la manera equivocada, pregúntale qué piensa y cómo se encuentra, ponte en su lugar.

6. Sácale de casa.

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Salir a dar un paseo por el parque no va a curar su depresión por arte de magia, pero le hará ver que no hace falta que se esconda durante todo el día. La depresión es algo tremendamente aislante, así que tener a una persona que te haga salir de casa puede ser de gran ayuda. Busca espacios que no sean amenazantes, como parques, jardines o paseos peatonales.

7. Ayúdale con su espacio.

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Cuando estás deprimido dejas de cuidarte a ti mismo y tu espacio. Cuando uno sufre un episodio grave es posible que descuide el orden y la limpieza de su cuarto, de su casa... Tener a alguien que ayude a recoger, lavar y limpiar puede ayudarle a sentir que ha conseguido algo ese día. No hace falta que aparezcas armado con lejía y estropajo, ni esperes que esto cambie la situación por completo, pero un poco de ayuda puede hacer que se sienta mejor.

8. Anímale a comer.

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La depresión puede afectar al apetito de varias formas: o no quieres comer nada de nada, o te atracas a comer cosas no especialmente saludables. Tener a alguien que te fuerce a comer una manzana o que te haga tragar un smoothie no va a ser de mucha ayuda, pero tener a alguien que te lleve un bol de cereales para desayunar, una sopa o un trozo de tu tarta favorita puede ser algo fantástico. Llenar el congelador de comida sana también puede ser de gran ayuda.

9. No tengas miedo al silencio.

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Lo mejor que puedes hacer ahora mismo es bastante sencillo: escucha. No, no eres terapeuta, no puedes arreglar la depresión de nadie ni vas a tener la solución para cada problema que tenga. Pero si tu amigo o amiga no puede articular en voz alta todo lo que siente, no tengas miedo de sentarte en silencio con él/ella durante un rato. Solamente estar ahí mientras intenta ordenar en palabras el caos que tiene en su cabeza puede ser más que suficiente.

10. Cómprale una libreta nueva.

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Hay algo imaravilloso en el acto de abrir una libreta nueva. Intenta animar a esta persona a empezar un diario para que pueda hacer un seguimiento de sus estados de ánimo y sus desencadenantes. O puede que prefiera utilizar la libreta como un cuaderno de dibujo o un sitio en el que escribir los buenos recuerdos y las cosas por las que se siente agradecida.

11. Organiza una actividad que no implique beber alcohol.

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Aunque pueda parecer que tomarse un vaso de vino cuando te sientes como una mierda es una buena idea, esto solamente intensificará los sentimientos tóxicos que está persona tiene dentro. Organiza actividades que no impliquen beber. Si está bien para salir de casa, busca una exposición, una clase, una excursión. Si os quedáis en casa, busca un juego de mesa, organiza un día de spa en casa, escuchad un podcast.

12. Ayúdale a establecer una rutina.

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El psicólogo Rollo Mary escribió en su libro Amor y voluntad (1969) que «la depresión es la falta de capacidad parae construir un futuro». Establecer una estructura para el día no te va a hacer ver como por arte de mágica que tu vida tiene un futuro, pero te va a permitir recuperar el control y evitará que te sientas desamparado bajo el peso de la depresión. Si tu amigo está abierto a esta idea, ayúdale a organizar su día, ofrece que puedes despertarle si debe levantarse temprano, o que podéis ir a dar un paseo si necesita salir de la casa antes de que se haga de noche.

13. Haz una recopilación de canciones.

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La playlist no tiene por qué estar llena de música del tipo SÉ FELIZ AHORA MISMO, puede ser música lenta, emocionante o reflexiva. Lo mejor es que elijas canciones que te recuerden a tu amigo o persona querida y los recuerdos que compartís. Haz un CD, graba una cinta si lo quieres hacer retro, pero una lista de Spotify será suficiente. Puedes personalizarla con notas si quieres hacerlo más especial.

14. Anímale a buscar ayuda.

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La depresión es algo serio, no se deja atrás oslo con desearlo. A pesar de tus buenas intenciones, no puedes hacer magia y hacer desaparecer la depresión de tu amigo. A veces la única salida es hacerle ver que necesita ayuda profesional: empieza con una visita a su médico de cabecera, haz que le cuente todo lo que pasa y él podrá derivarle a un plan de apoyo/tratamiento adecuado.

15. Informa a sus personas más cercanas si las cosas empeoran.

Tal vez quieras proteger la privacidad de tu amigo y mantener su confianza, pero si piensas que alguna persona de su entorno debería saber lo que está pasando, cuéntaselo. Escógelas con cuidado: no se lo cuentes a las personas que pienses que tal vez pueden empeorar la situación.

16. Da un pasito atrás si la situación te sobrepasa.

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Puede que tu amigo esté pasando un momento difícil, pero asegúrate que no dejas de lado tu propio bienestar. Céntrate en estar descansado y asegúrate de tener a alguien con quien hablar. Presta atención a tu cuerpo: si te empiezas a sentir enfermo o demasiado estresado tal vez es el momento de hacer una pausa.

Estar allí para alguien con un problema de salud mental puede ser extenuante emocionalmente, especialmente si te sientes culpable en todo momento por no estar presente cuando estás ocupado con tu propia vida. Recuerda que solo puedes llegar hasta cierto punto: puedes darle tu apoyo durante todo el camino, pero esta persona debe hacer la parte del trabajo más difícil por si misma.

Este artículo ha sido traducido del inglés.