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Que tu madre y tu abuela te plancharan la ropa no quiere decir que vivieras en un matriarcado

Es una de las mentiras más habituales que se dan en una conversación sobre feminismo con los hombres.

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Que tu madre y tu abuela te plancharan la ropa no quiere decir que vivieras en un matriarcado

Es una de las mentiras más habituales que se dan en una conversación sobre feminismo con los hombres.

Desde que el feminismo ha llegado a más mujeres y tomado relevancia en las conversaciones, relaciones y situaciones, los hombres machistas, que hasta ahora nunca habían sido cuestionados, han tenido que modificar su discurso para hacerlo pasar por aceptable. De un tiempo a esta parte, uno de los argumentos estrella que esgrimen para intentar convencer públicamente de que sus actos no tienen ni un poco de machismo es que "se criaron en un matriarcado". Pero a no ser que crecieran en las selvas tropicales del noroeste amazónico, ya te digo que es mentira.

Cuando se habla de patriarcado, se habla de una distribución desigual del poder en la que los hombres son figuras respetadas y sus opiniones se tienen en cuenta, copan los puestos directivos y son los que toman las decisiones, ganan más dinero y dominan el espacio público. En el concepto de patriarcado se incluyen las consecuencias que tiene para las mujeres: formas de invisibilización, doble moral, falta de independencia económica, trabajo doméstico y cuidados como tareas asociadas a las mujeres, violencia machista en todas sus formas, derechos sexuales y reproductivos que se ven vulnerados...

Un matriarcado, entendido como oposición al patriarcado, se daría en una sociedad en la que las mujeres acumulan los roles de liderazgo político y económico, ostentan la autoridad moral y tienen control sobre todos los mecanismos del sistema. Es decir, estaríamos hablando de culturas como la del pueblo Minangkabau, en Sumatra. Y no creo que tu cuñado, el que te grita en la cena de Navidad que no todos los hombres son iguales, haya crecido en esta isla de Indonesia.

"Siento decirte que tampoco es un matriarcado, sino la situación más vulnerable y tramposa dentro del patriarcado".

Que la parte nuclear de una familia sean las mujeres es habitual porque tradicionalmente hemos estado relegadas al ámbito privado, a las tareas del hogar y a los cuidados. Lo más normal es que te hayan criado tu madre y a lo mejor una hermana, una tía o una abuela. Pero que las que cocinaban, limpiaban y te ayudaban a hacer los deberes fueran las mujeres de la casa no significa que vivieras en un matriarcado, sino en el patriarcado más convencional, con los roles de género perfectamente establecidos. Esos maridos que dicen "lo que diga la parienta" en referencia al supuesto poder de sus parejas, quieren decir en realidad: "No tengo ni idea de lo que me estás hablando, mi mujer lleva esas cosas porque yo no me involucro en el que también es mi hogar y los que también son mis hijos".

Si tu caso es el de una familia en la que, además de las tareas del hogar, la gestión de los recursos y los cuidados, tu madre también ha trabajado fuera de casa y ha sido el soporte económico de la familia, siento decirte que tampoco es un matriarcado, sino la situación más vulnerable y tramposa dentro del patriarcado. ¿No queríais trabajar, chicas? Trabajad y además encargaos de la casa y los hijos. Sería impensable una explotación tan voraz de las mujeres en una sociedad en la que fuéramos las líderes.

En una sociedad patriarcal no pueden existir matriarcados. Que los hombre ocupen todas las esferas de poder es incompatible con la "dominación femenina", por mucho que haya sido tu madre la que básicamente te haya mantenido limpio, alimentado y vivo. Así que, la próxima vez que oigas a algún señor hablar del matriarcado en el que creció, pregúntale si le amamantó una loba.

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