En una sesión histórica que duró más de 23 horas, los legisladores de la Cámara de Diputados de Argentina votaron para legalizar el aborto hasta la semana 14 del embarazo.
Fue una victoria importante para el creciente movimiento feminista como fuerza política. La campaña, movilizada desde marzo, ha tomado las calles de Buenos Aires y las otras ciudades más grandes del país, agitan pañuelos verdes, el símbolo de la campaña por el "sí".
La votación estuvo reñida, con 129 votos a favor del proyecto de ley y 125 en contra. Ahora lo debe aprobar el Senado y, si también lo aprueba, su firma le corresponderá al presidente Mauricio Macri. Aunque personalmente se opone al aborto, el Presidente ya ha dicho que respetaría el resultado que saliese del Congreso.
La plaza que se encuentra frente al Congreso se ha dividido desde el martes en una multitud verde, a favor de la cambio en la ley, y una masa azul que combina con la bandera nacional argentina, enérgicamente opuesta a la ley.
Aunque tiene un largo camino por recorrer antes de convertirse en ley, el proyecto de ley representa una Argentina por la senda que ya han seguido Cuba y la vecina Uruguay, los únicos países de América Latina donde el aborto ya es legal.
En cuanto se aprobó el proyecto de ley, estalló una ola de alegría entre los defensores del derecho al aborto en la Cámara de Diputados. En Twitter, el hashtag #AbortoSeraLey se convirtió en uno de los temas más populares del país y la gente celebraba en las calles.
mood #AbortoSeraLey #SesionHistoricaAbortoLegal
Si supera los obstáculos que tiene por delante, el proyecto de ley que legaliza los abortos anulará la ley actual de Argentina, que exige la detención y el procesamiento de las mujeres que ponen fin voluntariamente a su embarazo.
La ley actual, sin embargo, rara vez da lugar a penas de prisión. Se estima que hay entre 400 000 y 500 000 abortos clandestinos al año en Argentina (los datos varían según la metodología de estimación).
De ellos, al menos 10 000 mujeres al año buscan tratamiento médico por complicaciones debidas al aborto, que a menudo se lleva a cabo en condiciones inadecuadas, en casa, con un medicamento llamado misoprostol, que está diseñado para tratar las úlceras pero del que se sabe que causa abortos involuntarios.
Una caja de este medicamento cuesta unos $160 en el mercado negro. El año pasado, al menos 60 muertes en Argentina se debieron a complicaciones de los abortos realizados en casas.
Pero abortar de forma clandestina, con la asistencia de un médico, en instalaciones médicas adecuadas, solo es posible para las mujeres argentinas que tengan al menos $2000, una cantidad impensable para una gran parte de la población del país.