Cuando, a finales de 2017, Dani Curbelo —artista y modelo trans tinerfeña— vio la primera portada de Playboy en la que aparecía una mujer trans, no se sintió representada. En ella, posaba la modelo trans francesa Inés Rau, que vestía unas orejas de conejita sobre un fondo rojo. “Juro que no sentí ningún tipo de identificación con ella porque, de algún modo, también estaba reproduciendo esos estereotipos: la mujer delgada, sin vello, con unas facciones determinadas, una cintura determinada, un peso determinado”, cuenta Curbelo al recordar ese número de la revista.
Recientemente, la artista canaria ha pasado a formar parte de una agencia de modelos en la que la idea de belleza se aleja de los estándares tradicionales. El proyecto, que lleva por nombre Vonito y tiene su sede en Valencia, fue fundado por José Vidal con la intención de visibilizar a personas que no han tenido hueco en el mundo de la moda y la publicidad.
Si una busca la palabra ‘vonito’ en Google es probable que encuentre referencias a la recién nacida agencia modelos que, como bien se puede apreciar, lleva un nombre que incluye un error gramatical por el que Pérez Reverte no se iría de la RAE, sino del mundo en general. “Nuestro nombre, Vonito con ‘v’, es un error gramatical muy obvio pero porque al final nosotros le queremos dar valor a lo que hasta ahora ha sido considerado como un error, o lo que la industria de la moda y la publicidad ha considerado como no válido o no bonito. Es decir, que si no tenías estas medidas o no eras caucásico o ciertos parámetros, no encajabas dentro de la industria”, explica Vidal, que inauguró la agencia el pasado 29 de junio.
¿Cómo nace Vonito?
Vonito se define como la primera agencia de “non model-models” de España. En ella participan perfiles que, hasta el momento, habían sido normalmente excluidos de la profesión. Personas con etnias, identidades y cuerpos diversos, personas que tienen gran dificultad para reincorporarse al mercado laboral, así como aquellas que han pasado por un encierro penitenciario.
“Nosotros creemos que las segundas oportunidades son necesarias”, dice Vidal. “Parece que cometer errores está mal, que no se nos puede permitir cometer un error y para nosotros es todo lo contrario. Por eso nosotros ejercemos esa labor de apoyar a las personas que lo necesitan. Que tienen unas aptitudes”.
Vidal comenzó a fraguar la idea de la agencia después de muchos años trabajando en el mundo de la moda. Fue modelo y también productor. Cuenta que, durante su etapa como modelo, vio y experimentó situaciones que no le gustaron. Más tarde, en producción, se dio cuenta de que la realidad de la publicidad estaba cambiando, que estaba aproximándose a una línea más empática con su público.
En España no encontraba ninguna agencia que respondiese a esos cambios. Así, Vonito es el fruto de una ausencia. La agencia nace para representar a quienes merecen participar de esta profesión y no han tenido oportunidad para hacerlo.
“Al final estamos hartos de ver en la publicidad y en la moda estereotipos que no se adecúan a una realidad. Estos estereotipos generan en la población una serie de inseguridades que se traducen en enfermedades en las personas. Por ejemplo, en depresiones [...]”, explica el director.
¿Por qué es una agencia especial?
Curbelo piensa que Vonito es un proyecto necesario para visibilizar otros cuerpos y realidades disidentes dentro de la industria de la moda y la publicidad. “Dentro de esos cánones [tradicionales] no se permiten las estrías, ni el vello, ni las arrugas, ni las manchas, ni los lunares, ni tantísimas cosas que los seres humanos tenemos por naturaleza; y si algo permite Vonito, es que las cosas que están en el cuerpo, se queden ahí, y que no se borren o se eliminen ni se disimulen”.
Venus Escudero es otra de las modelos de la agencia y para Vidal se trata de una de las bellezas más únicas. El director piensa que esta profesional tiene unas aptitudes especiales para el modelaje. Escudero se dedicó a la danza desde muy pequeña. Durante su adolescencia experimentó algunos cambios hormonales que la hicieron engordar. “Empecé a tener algunos problemas alimenticios, no muy graves porque mis amigas me ayudaron”, cuenta la modelo.
“No nos importa lo más mínimo su talla, para nosotros Venus es una gran estrella llena de luz”, dice Vidal. Ahora, Venus forma parte de la agencia una iniciativa que considera muy necesaria, porque ayuda a mostrar que la belleza no es solo medir 1’80, ser rubia y pesar 53 kilos. “La belleza es algo único, algo que tú llevas dentro y si la quieres mostrar y crees que es única y que merece la pena vivir de ella, pues adelante”, dice Escudero.
Para Curbelo la clave de esta agencia es que consigue hacer coincidir a diferentes personas que comparten una condición de disidencia en distintos niveles. “Porque no es lo mismo ser un hombre blanco tatuado —que es cierto que de algún modo te señala— que una mujer afro o una persona trans no binaria o una mujer latina”. Piensa que todas las modelos de la agencia comparten esa condición de marginalidad y que eso es lo que la caracteriza. Diferentes etnias, cuerpos, pesos, formas o expresiones de género. “Y, también, de algún modo, lo que nos permite es darnos cuenta de que hay personas como nosotras ahí fuera”.
Al fin y al cabo, dice Vidal, de lo que trata Vonito es de contribuir a crear una sociedad mucho más real, plural y tolerante. “Vamos por un camino hacia una sociedad mucho más humanitaria. Y ese es el futuro que nosotros queremos construir”.