La semilla que sembramos, a quienes creen que otra forma de hacer política es posible

    No hablemos de tiempo. Nos seguirán viendo en las calles y en las urnas. Esto se convertirá en un bosque.

    A todas las personas que participaron en nuestra candidatura independiente, a quienes creen que otra forma de hacer política es posible; a las brigadistas que bajo la lluvia y el sol salieron a las calles a dialogar con miles de personas para construir nuestro sueño colectivo. A quienes dejaron sus trabajos hace meses y decidieron darlo todo por construir una ciudad para todas las personas.

    Al filo de las 21:30 horas del primero de julio, los resultados que nos compartían nuestros representantes en las 382 casillas del distrito 26 de la Ciudad de México eran suficientes para saber que nuestra candidatura independiente no lograría llegar a la diputación local. De la misma forma, también nos enteraríamos que no lo lograría ninguna candidatura de la red #VamosAReemplazarles.

    Nuestra pequeña casa de campaña, ubicada cerca del metro Miguel Ángel de Quevedo, que por meses fue un refugio del sol para los brigadistas en días de campaña, ahora era un lugar de incertidumbre y miradas incrédulas. El esfuerzo de meses de trabajo no se reflejaba en el resultado electoral y a primera impresión, las horas de trabajo voluntario y de enorme convicción parecían no tener recompensa.

    Formo parte de Wikipolítica, un grupo de personas valientes que hace diez meses iniciamos el camino para construir una candidatura independiente al primer congreso de la Ciudad de México. Armados únicamente con cartones con nuestro logo del “arbolito de colores” o el lema “Vota Roberto”, una botella de agua y muchas energías, salimos todos los días a las calles a convencer a miles de personas de qué otra forma de hacer política es posible: una honesta, austera y basada en propuestas.

    Desde el inicio tuvimos claro que queríamos llegar a la diputación para contribuir a construir una ciudad más equitativa, digna y justa desde el Congreso de la Ciudad. Pero para llegar, no cualquier camino es válido, por años, las campañas se han construido a base de estructuras clientelares, acuerdos en lo oscurito y despilfarro de dinero.

    En este tiempo sobraron las personas que nos dijeron que no era posible construir una candidatura -y mucho menos ganar una elección- sin pactar con grupos clientelares o sin “meterle” millones de pesos. Sin embargo, decidimos hacer caso omiso y nos lanzamos al ring a construir lo que para nosotros era una campaña ejemplar, motivados -tal vez de más- porque ya habíamos demostrado con Pedro Kumamoto en 2015 en Jalisco que esto era posible.

    Nuestra campaña no se basó en despilfarrar dinero. No pusimos espectaculares, no pintamos bardas con mi nombre ni contaminamos la ciudad, a su vez, decidimos no exceder el 50% del gasto de tope de campaña, no aceptar donativos por persona superiores a 7 mil pesos (porque la diputación independiente debe pertenecer a las personas y no a unos pocos) y construimos la campaña sobre un discurso fresco y tres propuestas de nuestro programa elaborado con sociedad civil, academia y vecinos del Distrito 26 .

    El corazón de nuestra campaña fue construir redes vecinales basadas en el diálogo, caminamos las 57 colonias del Distrito 26 durante 60 días de recolección de firmas y otros 60 de campaña, fue así que lo que al inicio eran 30 brigadistas, terminó siendo un total de 250 voluntarios que nos valimos de ir a tianguis, mercados, semáforos, organizar talleres de huertos urbanos y chocolatería, siembras de árboles, conversatorios, juntas vecinales, etc. para sostener auténticas conversaciones con las miles de personas que habitan el distrito y hablar de política en espacios donde normalmente no se hace. Pudimos conversar personalmente con más de 55 mil de ellas y no me queda la menor duda que fuimos la candidatura a diputación local que más se dio a conocer en toda la ciudad.

    Al final, no logramos la victoria electoral, pero sí logramos algo más valioso, sembrar una semilla con todas esas personas que desde sus horas ocupadas como voluntarios en la campaña o mediante su voto, salieron a las calles a construir la ciudad que queremos. Son las miles de voluntades de cambio, y esperanza, que decidieron no soltarnos y a las cuales les debemos un futuro mejor.

    Somos una fuerza política en ciernes y estoy orgulloso de construir con gente valiente y honesta a mi alrededor. Como dijo "Kuma" en Jalisco, nos volveremos a ver en las urnas en tres años, pero nos veremos en las calles en los próximos días.

    P.D.

    Estuvimos parados sobre un terreno fértil para el cambio pero también, a la sombra de un esfuerzo de décadas que dejó poco espacio para el matiz, el voto diferenciado o la acupuntura política. Los centros de gravedad de las campañas se desplazaron al “todo o nada” y dentro de los llamados al voto masivo o al voto útil, era difícil que encontráramos nuestro espacio. Sobre las causas de la derrota electoral, Armando Sobrino quien fue coordinador de la campaña, escribió un artículo que ahonda al respecto.

    Desde mi punto de vista, la causa principal no fue el contenido de nuestro discurso, ni el manejo de redes sociales. Fue que durante los años previos a la campaña no construimos redes vecinales que las elecciones requieren, sobre todo cuando se compite contra maquinarias que no tienen reparo en desviar recursos para ganar (como el Frente en Coyoacán y Benito Juárez, cuya compra de votos está ampliamente denunciada y documentada). Durante campaña vecinas y vecinos dieron su tiempo para acompañarnos en las calles y organizar reuniones vecinales, muchas veces estos esfuerzos requirieron que dejaran de lado otros compromisos como sus trabajos. Aunque esto fue importante en campaña, definitivamente no es una estrategia sostenible en el tiempo.

    Todavía queda bastante que reflexionar al interior de Wikipolítica en torno a las pasadas elecciones. Pero creo que la reflexión más importante que debemos hacernos es sobre el futuro de nuestra fuerza política.

    ¿Qué lugar debemos ocupar en el nuevo tablero político post primero de julio?

    ¿Es sostenible nuestro modelo de candidaturas independientes o hay que comenzar a plantear otra forma de organizarnos ?

    ¿Cómo construimos un movimiento político capaz de tener un pie adentro de las instituciones y otro fuera de ellas?

    Y sobre todo ¿cómo vamos a responder a la responsabilidad que un millón de mexicanos en muchísimas partes del país confían en nosotros para que les representemos?


    Esta es una columna de opinión de BuzzFeed News México