18 Cosas que entenderás si tú también saliste a cantar La Rama

    Si no hiciste un pandero de corcholatas, no tuviste infancia.

    1. Para ti, el inicio de las posadas significaba algo aún mejor: el permiso para sacar La Rama.

    2. No hay canción que te sepas mejor que la de La Rama.

    3. Aunque reconoces todas las versiones que, aunque se parecen, tienen un inicio diferente.

    4. Tenías preparadas varias despedidas para cantar, dependiendo si te daban o no dinero.

    5. Para hacer tu rama, generalmente arrancabas un pedazo del árbol de Navidad de tu casa.

    6. Y te robabas adornos del árbol sin que tus papás se dieran cuenta.

    7. Hiciste tus instrumentos musicales a mano.

    8. Dependiendo en qué región creciste, es probable que también llevaras imágenes religiosas.

    9. Nunca faltaban los que no le echaban ganas y traían una triste rama seca sin adornos.

    10. Obviamente, ya tenías bien escogidas las colonias ricas que ibas a visitar.

    11. Es probable que no te cayeran nada bien los grandes que salían a cantar La Rama.

    12. Más que cantar, parecía que rapeabas La Rama, con tal de apurarte a terminarla.

    13. Te gustaba que te dieran dulces y dinero, ¿pero qué onda con la gente que daba tejocotes y caña?

    14. A muchos los llevaban sus papás, pero los más barrio iban solos.

    15. Lo mejor era cuando tu escuela también te sacaba a cantar.

    16. Repartirse el botín en la noche era la parte más emocionante.

    17. Siempre era lo mismo: el 24 de diciembre, como era el último día, tus papás no te querían dejar ir.

    18. Y cuando te enteraste que en otros estados no cantan La Rama fue un shock para ti.

    ¿Tú saliste a La Rama? Cuéntanos qué nos faltó.