17 Cosas que haces todos los días y no tenías idea que tienen un impacto ambiental

¿Cómo que ver películas en streaming contamina?

1. Usar ropa de poliéster, licra, nylon, etc.

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Las telas hechas de plástico pueden liberar hasta 700,000 microfibras durante el ciclo de vida de una prenda, así que son especialmente dañinas. Si puedes evitar comprarlas, está súper bien, pero si ya tienes varias lo mejor es que no las laves mucho. También mantén el filtro de pelusa limpio para que las partículas de microfibra que este captura se vayan a la basura, no al aire.

2. Buscar cosas en Internet

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La transmisión de datos por Internet genera una gran contaminación, entre 25 mil y 35 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) por día. La contaminación que generan los servidores cuando buscamos algo es importante, pues estos son tan grandes que necesitan refrigerarse. Algunos con agua y otros con aires acondicionados, pero todos crean una cantidad de CO2 impresionante. ¿Qué hacer? No hacer búsquedas innecesarias, desconectarnos un ratito y elegir bien nuestro uso del Internet.

3. Comer frutas fuera de temporada

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Es emocionante encontrar tu fruta favorita cuando no es temporada, pero para que haya llegado a ti la tuvieron que traer de fuera, por lo tanto, gastar en transporte y en conservarla. Ante esto se recomienda comer frutas de tu propia región y en su temporada natural.

4. Tirar pilas a la basura

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Una pila puede contaminar hasta 3000 litros de agua y puede tardar en degradarse hasta mil años. El mercurio que contienen es uno de los metales más tóxicos conocidos y al entrar en contacto con el agua, contamina terriblemente. Lo bueno al caso es que ya hay contenedores en muchas ciudades donde puedes llevarlas y evitar que lleguen al bote de basura.

5. Imprimir papeles de un solo lado

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Esto puede ser muy obvio, pero en el momento se nos olvida. Imprimir cada vez es menos común, pero aún seguimos viéndonos en la necesidad de hacerlo. Si es posible, imprime de ambos lados para gastar la mitad de papel del que usarías regularmente.

6. Dejar conectadas tus cosas cuando no las usas

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Hay cosas que no podemos desconectar, como el refri, pero fuera de eso, desconecta todo lo que puedas cuando no lo estés ocupando. Aunque los artefactos no estén en uso siguen consumiendo energía; poca, claro, pero imagina cuánta es al final del año.

7. Usar té de bolsita

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Muchas bolsas están fabricadas con nylon o PET, por lo que aumentan nuestro consumo de plástico. Una solución puede ser tomar el té directamente de las hojitas, con un infusor.

8. Escuchar música en streaming

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La buena noticia es que ya casi no hay discos en formato físico, lo cual ayuda a que libremos nuestro planeta de plástico innecesario. La mala noticia es que escuchar música en streaming también contamina, pues cada vez que reproducimos una canción nos conectamos con unos servidores que envían datos a nuestro dispositivo. Estos servidores consumen mucha energía y, por lo tanto, son dañinos con nuestro medio ambiente. Para contribuir menos a esto, podemos descargar música y escucharla directamente de nuestros dispositivos.

9. Utilizar desodorantes en aerosol

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Hace décadas se supo que los aerosoles afectaban la capa de ozono. Aunque actualmente ya no contienen clorofluorocarbonos que la dañaban, aún tienen propelentes de gas que contaminan el aire y contribuyen al cambio climático. La opción es probar versiones en barra, incluso a granel puedes encontrar.

10. Usar productos con microesferas

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¿Has visto esas pequeñas esferas que tienen algunas pastas de dientes, exfoliantes y cremas? Pues se ha descubierto que los sistemas de filtrado de aguas residuales no retienen estas partículas y, por lo tanto, contaminan los hábitats marinos. Para conseguir el efecto abrasivo que prometen en algunos cosméticos, por ejemplo, en mascarillas, puedes usar sus versiones naturales, como la azúcar.

11. Desperdiciar comida

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En el mundo se desperdician 1,300 millones de comida al año. Tirar la comida en sí no es el verdadero problema, sino el hecho de comprar más de la que necesitamos y que esta termine sin consumirse, pues se gastó agua y gas, gasolina para su producción. Intenta calcular muy bien los alimentos que necesitas antes de comprarlos, cómete todo lo que adquieres y, si de plano no lo logras, compártelo y dónalo.

12. Usar pantalones de mezclilla

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Para hacer un solo par de jeans se necesita una gran cantidad de agua: aproximadamente 3.781 litros. Además, algunos usan colorantes que pueden ser muy tóxicos. La mejor manera de no contribuir a este daño es comprar responsablemente, donar lo que ya no usas, darle segunda vida a tus prendas y comprar de segunda mano.

13. Dejar que un globo se escape

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Ok, esto no lo hacemos todos los días, pero sí lo hemos hecho varias veces. Se ve muy bonito, pero recuerda que es puro plástico que puede terminar en el estómago de un animal y provocarle la muerte. ¿Y si mejor adornamos con flores?

14. Hacer maratones de pelis y series en línea

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Lo mismo del streaming de música y las búsquedas en Internet. Parece inofensivo o que, a lo mucho, va a hacernos gastar nuestra propia luz de casa, pero no es así. Para que te eches un maratón, hay muchos servidores trabajando intensamente. ¿Qué hacer? Bajar nuestro consumo, hacerlo más responsablemente.

15. Meter al refrigerador cosas que no han terminado de enfriarse

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Suena raro, ¿verdad? Pues, mira, el trabajo del refrigerador es mantener fría tu comida, así que si le metes algo caliente, se va a esforzar de más, lo cual se traduce en más gasto de energía. Solo deja enfriar un poco tus alimentos antes de guardarlos para no poner a sufrir a tu refri.

16. Comprar botellas de agua

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Este es otro obvio pero que se nos va en el día a día. El plástico de las botellas puede tardar 450 años en biodegradarse, así que representa un peligro importante para el planeta. La mejor solución es cargar siempre con tu botellita de agua, a donde sea que vayas.

17. Comprar productos importados

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En realidad, comprar en línea contamina, pues implica transportación. Pero ahora pensemos en comprar algo que tiene que atravesar países enteros o hasta continentes en avión. A veces es necesario comprar cosa que no encontramos en el lugar en el que vivimos. Pero si puedes comprar algo en la tienda de por tu casa o incluso a una persona que lo produce localmente, ¡hazlo!

Como puedes ver, casi todo lo que hacemos puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. El punto no es juzgarnos o regañarnos, sino empezar a hacernos conscientes de esto e ir cortando, poco a poco, con algunas de las acciones que dañan nuestro planeta.