1. Has dominado el arte de empujar tu carrito mientras comes todo lo que compraste en la sección de comida.
2. Y eres un profesional en equilibrar tus bebidas en la posición perfecta para que no se derramen mientras compras.
3. Porque aunque las filas para entrar a Costco a veces pueden ser salvajes...
4. ...sabes que nada se comparan con las que se forman para llegar al área de comida. Básicamente son el infierno en la Tierra.
5. Así que has aprendido a comprar comida cuando las filas son cortas y solo te conformas con jugar Tetris en tu carrito mientras compras, para ahorrar tiempo.
6. O cuando tienes tiempo y puedes encontrar un asiento, te consientes con un festín completo que solo te cuesta como... 100 pesos.
7. Pero sin importar cuánto intentes evitarlo, aún no eres inmune a los derrames de salsas y condimentos.
8. Invariablemente tienes que arreglar por completo tu cajuela después de una visita a Costco...
9. ...porque tu ticket de compra siempre mide, casi, la mitad de la longitud de tu cuerpo.
10. Constantemente estás comprando cosas que no necesitas porque todo parece mucho más barato en el momento.
11. O te abasteces de productos porque estás seguro de que los necesitarás en el futuro.
12. Te has quedado helado con algunas de las cosas extravagantes que venden ahí.
13. Sobre todo si te ha tocado ver sus ataúdes en venta.
14. Te divierte BASTANTE cuando los osos de peluche gigantes son puestos en exhibición.
15. Y siempre te impresionas con todas las versiones de tamaño súper grande de tus productos favoritos.
16. Girar el dispensador de cebolla o jalapeños es sin duda una de tus partes favoritas de una visita a Costco.
17. Porque la única cosa mejor que los condimentos giratorios son todas las muestras gratis.
18. Las cuales no te avergüenza acumular mientras recorres los pasillos.
19. Y aunque intentes depurar todas las tarjetas innecesarias, sabes que la de Costco nunca irá a ninguna parte.
Costco, te amo. Nunca cambies. ❤️❤️
Este post fue traducido del inglés.