12 Trucos para comer más lento

No hay necesidad de atragantarse.

Comer más despacio tiene varios beneficios para la salud, pero hacerlo puede ser difícil cuando tienes mucha hambre y estás listo para devorar toda la comida en tres bocados.

Comer despacio puede ayudarte a sentirte más lleno más rápido al ayudarte a sintonizar las señales de saciedad de tu cuerpo. También contribuye a la salud digestiva y, en general, permite apreciar mejor lo que consumes.

Pero, ¿cómo se aprende a comer más despacio cuando estás acostumbrado a la felicidad instantánea de terminarte las comidas rapidísimo? Aquí te presentamos 12 formas de ayudarte a tomarte tu tiempo y tener una relación más atenta con tu comida. Recuerda que todas estas estrategias pueden parecer molestas las primeras veces, pero el ciclo de una alimentación más lenta debería hacer que este sea un hábito que naturalmente vas a querer seguir.

1. Mastica cada bocado de comida 40 veces.

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Cuarenta masticadas pueden sonar exageradas si estás comiendo algo como un pan tostado o un pedazo de lechuga, pero siempre puedes adaptarte a medida que avanzas. La idea es triturar completamente los alimentos en una masa sin grumos, e incluso puedes añadir más masticadas para estar seguro. Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, las personas con obesidad y las delgadas ingirieron menos alimentos cuando masticaron sus bocados 40 veces, en comparación con cuando los masticaron solo 15 veces.

2. Pon tus cubiertos sobre la mesa entre bocados.

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Si eres del tipo de persona que pasa el tenedor por encima de su plato durante toda la comida, te estás preparando para una comida apresurada. Baja el tenedor entre bocados y relájate en cada bocado.

3. Come con otra persona que coma despacio (¡todo el mundo conoce a una!)

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Una manera rápida de mantener un ritmo lento para comer es simplemente comiendo con otro que come lento. Llena tu tenedor de comida, descansa cuando ellos descansen, y ya verías que alargarás fácilmente tu comida durante 30-45 minutos.

4. Mastica con el lado no dominante de la boca.

Bounce

Así como todo el mundo tiene una mano y un pie dominantes, la mayoría de la gente también tiene un lado masticador dominante. En tu próxima comida, trata de masticar del otro lado. Ambos se volverán más conscientes y más lentos.

5. O come con tu mano no dominante.

ABC

Puede que al principio te sientas un poco torpe al agarrar el tenedor con la mano no dominante, pero una vez que te hayas acostumbrado a dirigir la comida a la boca, apreciarás el ritmo lento que te obliga a hacerlo. Solo no hagas trampa.

6. Llama a alguien mientras comes.

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Disminuye la velocidad de tu alimentación al distraer a tu boca con otra actividad: hablar. Come con un amigo o simplemente llama a alguien. Ya que estarás hablando (teniendo en cuenta que no debes hablar y comer al mismo tiempo), tendrás menos probabilidades de echarte demasiada comida a la boca.

7. Come en una mesa en vez de en tu cama o sillón

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Cuando tu cuerpo está sentado derecho y no encogido o acostado horizontalmente en un sillón, se digiere la comida a un ritmo más rápido y evitas el reflujo. Además, sentarse en una silla dura y frente a un mueble diseñado para el propósito específico de sostener el plato te ayudará a poner atención en la comida y en lo que te estás metiendo en la boca.

8. Establece una intención al principio de cada comida.

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Establece una intención al principio de cada comida. Antes de tu próxima comida, intenta decirte a ti mismo, en voz alta, "Masticaré cada bocado de comida X cantidad de veces" o "Durante esta comida masticaré mi comida más lentamente". Te sorprenderá cómo fijar una meta te hará sentir más responsable en el futuro.

9. Sírvete dos o tres porciones más pequeñas a la vez en lugar de una más grande.

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Sentirás menos prisa por comerte tu comida "mientras todavía está caliente" y puede que te sientas más inspirado para saborear cualquier pequeña cantidad que tengas frente a ti.

10. Toma un sorbo de agua entre bocados.

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Tomar agua (o vino o té si quieres cambiar) entre bocados no sólo podría ayudarte a controlar tu consumo, sino que también podría evitar que comas en exceso ayudándote a sentirte lleno antes de que las señales de "saciedad" de tu estómago hagan efecto.

11. Crea ambiente para una comida lenta con velas y música suave.

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Si tu cuarto tiene luz fluorescente y está llena de ropa sucia, es más probable que comas la comida para "escapar" de tu ambiente. Pero si pones unas cuantas velas, apagas la luz y pones la mesa con servilletas, cubiertos y un plato de comida bien preparado, probablemente te sentirás más inclinado a comer más despacio y a saborear la comida de verdad.

12. Huele la comida, antes de y durante la masticación.

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Y ya que estás en eso, trata de activar todos tus sentidos cuando comas. Mira tu comida, huélela cuando entra en tu boca, escucha cómo suena mientras la masticas, siente su textura carnosa o suave, pregúntale sobre sus sueños, y aprecia plenamente la experiencia increíblemente visceral y hermosa de comer.

Este post fue traducido del inglés.