La mamá de Fernanda quiere que el crimen de su hija sea reconocido como el primer feminicidio cometido por una mujer

    Las autoridades del Estado de México primero lo quisieron hacer pasar como suicidio y ahora llevan cuatro años investigando este caso.

    María Fernanda Catalina era una mujer de 25 años que vivía con sus padres en el centro de la Ciudad de México y trabajaba como maquillista en un centro comercial de Lindavista hasta que el 18 de abril de 2014 su padre tuvo que ir a reconocer su cuerpo a una morgue de Ecatepec.

    A la familia de Fernanda las autoridades y su novia le dijeron que su hija se había suicidado con un cinturón, pero ellos no creyeron esta versión porque sabían que la joven tenía una relación violenta con su pareja e incluso un día antes de su muerte ella le confesó a su mamá que ya no quería estar en ese noviazgo. Cuatro años después de esta tragedia, Silvia Vargas está luchando para que la muerte de su hija sea considerada un feminicidio y dejen de revictimizarla por ser lesbiana.

    “Sería el primer caso de feminicidio de la comunidad lésbica (cometido por otra mujer), no ha habido ninguno (reconocido legalmente) pero socialmente hay mucha violencia, apenas estos dos últimos años ha sido políticamente correcto apoyar a las disidencias sexuales, a la hora de copiar el matrimonio heterosexual se copia la violencia y los roles de género”, dijo Lety Priani, asesora legal de la familia.

    Fernanda conoció a una mujer en 2013, primero la presentó como su amiga, la llevaba a cenar todos los días a su casa, hasta que sus padres la cuestionaron pues la joven se quedaba a dormir muy seguido.

    “Me dijo que donde vivía le rentaban un cuarto pero ya no la querían recibir porque debía dinero, ahí ya no me dio buena espina”, dijo Silvia a Buzzfeed News México.

    Un año después, Fernanda salió del clóset y fue abrazada por su familia. Con el paso del tiempo, se mudó con su novia a una casa en el Estado de México. Fernanda siguió con su trabajo, pues era ella quien mantenía la casa. Además de que le pidió a su pareja que dejara su trabajo como vendedora ambulante para que estudiara.

    “Desde que empieza esta relación, mi hija ya no trae dinero y se la pasa pidiéndonos, era más la exigencia hacia nosotros (mi esposo y yo) de préstamo de dinero para renta y pasaje”, declaró.

    El 17 de abril de 2014 Fernanda le reveló a su mamá que su novia era violenta con ella, además de quitarle su sueldo y aislarla socialmente, la agredía verbalmente. Su plan para el 18 de abril era aprovechar su día de descanso, empacar sus cosas, llamarle a su papá para que fuera por ella y terminar de una vez esa relación.

    “Me platica que ese día (el 17) en la mañana discutieron y que la insultó, le dijo que era una pobre mendiga, muerta de hambre, que no quería nada con ella, que ella era una ‘hambreada’ y una hija de quien sabe qué; palabras fuertes y denigrantes contra mi hija”, sostuvo Silvia.

    Sin embargo al siguiente día, la joven no llegó a comer con sus papás como lo había prometido. Cuando su padre le marcó a su celular, contestó un hombre quien le dijo que su hija había tenido un accidente y que tenía que acudir al Ministerio Público de San Agustín, Ecatepec. Incluso, Silvia le llevó una chamarra a Fernanda pensando que se había tratado de un choque automovilístico.

    Cuando llegaron, un policía ministerial llevó al esposo de Silvia a que reconociera el cadáver de su hija. Después les avisaron que había sido un suicidio y que por eso no acordonaron la casa donde vivía con su pareja, quien rindió su declaración y nunca más volvió a tener contacto con ellos.

    Desde entonces, los padres de Fernanda han vivido la revictimización de su hija por parte de las autoridades, en vez de indagar la muerte de la joven, los han investigado a ellos y les han dicho que su hija se drogaba y tomaba, y los han cuestionado sobre las preferencias sexuales de su hija.

    "También hay violencia en parejas del mismo sexo, que el gobierno y la sociedad no lo quieran ver es otra cosa. Lo que aquí se está investigando es el feminicidio de mi hija y no la preferencia sexual de ella; una persona en el MP me preguntó, incluso, qué papel jugaba mi hija”, dijo.

    A pesar de que las autoridades del Estado de México le pidieron a Silvia que no hablara con los medios de comunicación, ya logró que la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género tomara su caso, hace un año exhumaron el cuerpo de Fernanda, pero hasta ahora no le han dado respuesta.

    La abogada Priani afirma que el crimen de Fernanda tendría que haberse resuelto desde hace dos años, sin embargo las autoridades mexiquenses se han tardado cuatro en resolverlo. Y aún falta realizar la necropsia psicológica, que es otro de los requisitos para catalogarlo como un feminicidio.

    "A mayor cantidad de tiempo, se desvanecen las evidencias, los testigos cambian de domicilio, no sabemos dónde están las pertenencias de Fernanda, las contradicciones de quien es presuntamente responsable de este delito, no sabemos dónde está", agregó Priani, quien es feminista lesbiana y defensora de derechos humanos.

    El nombre de la sospechosa no puede ser revelado porque la investigación se encuentra en curso. Por esa misma razón tampoco ha sido detenida.

    No es el primer caso documentado de feminicidio presuntamente perpetrado por otra mujer en México. En diciembre de 2017, se registró el feminicidio de una mujer por otra mujer en Jalisco pero no se supo si el crimen tuvo una sentencia formal.

    María Salguero, creadora del Mapa de Feminicidios, ha registrado sólo dos casos de feminicidios como éste.

    “Nos mataron junto con ella, yo tengo una hija mayor que falleció pero por causas de enfermedad, en mi fe ese sí fue un designio de dios para que no sufriera pero con Fernanda fue diferente, ahí sí nos mataron a todos, nos quitaron el derecho a la salud, al trabajo, a volvernos a mirar sanos y a convivir como antes”, externó Silvia.