Este hombre se montó en una pantalla del Zócalo durante un partido de futbol y pasó 4 años detenido

    De 2012 a 2015, 510 personas fueron detenidas en la CDMX por protestar contra el gobierno, Alejandro "Jamspa" Montaño fue uno de esos presos.

    Del 1 de diciembre de 2012 al 1 de diciembre de 2015 fueron detenidas 510 personas en la Ciudad de México por protestar contra el gobierno, una de ellas fue Alejandro Montaño, mejor conocido como Jamspa, quien pasó cuatro años preso por atacar la paz pública.

    En junio de 2014, Jamspa trepó hasta la parte más alta de una de las pantallas gigantes instaladas en el Zócalo en las que se transmitía el Mundial de Brasil con una pancarta que pedía libertad a los presos políticos. Esa fue la última protesta que realizó, después los policías del entonces Distrito Federal lo detuvieron y pasó cuatro años en el Reclusorio Sur.

    "Yo voy y en todo mi derecho me subo a las pantallas, sabiendo que no es más que una falta administrativa y no estoy rompiendo nada, no le estoy haciendo daño a nadie, ni estoy atentando contra la libertad de otras personas, me bajan y me llevan al (juez) administrativo y le dicen que tengo una orden de reaprehensión y de ahí pa'l real, al Reclusorio Sur". reveló en entrevista con Buzzfeed News México.

    La rehaprensión fue porque Jamspa, conocido como uno de los activistas con mayor presencia en las marchas de la Ciudad de México, ya estaba bajo la lupa de las autoridades capitalinas.

    Fue él quien escaló dos veces los 104 metros de altura de los Estela de Luz, la primera en 2012 con una manta contra Televisa como parte del movimiento #YoSoy132 y la segunda en 2014 con una bandera negra contra Enrique Peña Nieto. Ya había sido ingresado a la cárcel tras una protesta afuera de la Plaza de Toros y otra en el Senado contra la reforma laboral. Tenía libertad provisional.

    "A mí me vieron como un enemigo porque iba a todas las manifestaciones y eventos, fuera del costo del boleto del Metro, la reforma energética, la laboral, la de educación, animalista, se apoyó todo eso. Estaban cansados de mi y nunca tuvieron armas para meterme mas que cuadrándome, en el caso de los demás presos no fue su persistencia sino mas bien fueron un ejemplo", opinó.

    Varios medios de comunicación lo catalogó como el anarquista con antecedentes penales que vandalizaba y estaba presente actos violentos. Sin embargo, Alejandro, quien actualmente tiene 34 años, aseguró que el delito de robo a transeúnte fue un invento, que no es anarquista y que su caso se usó para enviar un mensaje a la sociedad.

    “En mi caso era ‘ok, haces manifestaciones leves pero vas muchas veces’. Te van a chingar para que todos los demás vean que no tienen que hacer lo que tu haces”, expresó.

    Cuando Buzzfeed News México entrevistó a Jamspa, tenía tres días de haber sido liberado. No sabía de la existencia del Metrobús que recorre el Paseo de la Reforma, venía del Estado de México y dijo estar maravillado con actividades cotidianas que antes no consideraba importantes como disfrutar un viaje en transporte público y vestirse de colores.

    La misma semana que él fue liberado, también salió de prisión Fernando Bárcenas, el joven que protestó contra el alza al precio del Metro incendiando un árbol navideño en diciembre de 2013. En ambos casos se debió a la amnistía que dio extinción de penas y medidas para quienes fueron juzgados por ataques a la paz pública.

    Bárcenas quemó su uniforme en cuanto salió del Reclusorio Norte.

    “Fue por la ley 104 del Código Penal local. Todos aquellos ciudadanos y ciudadanos detenidos en represión e involucrados detenciones arbitrarias en la CDMX fueron beneficiados por esta ley. Fue un esfuerzo de tres años, una iniciativa elaborada por las víctimas y sus familiares”, explicó Francisco Estrada Correa, abogado de Jamspa.

    #AlMomento| ALDF aprueba dictamen para dar amnistía a ciudadanos acusados de cometer delitos en la capital durante las manifestaciones ocurridas el 01/12/2012 y el 01/12/2015, respetando su ejercicio de la libertad de expresión y manifestación. https://t.co/XBfoZicQSl

    No obstante, esta ley que se cabildeó desde 2015 fue congelada en 2016 lo que alargó más la estancia de los jóvenes en prisión. Finalmente en abril de este año se promulgó en un acto público en el que el actual Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva les ofreció, además, una disculpa pública a los afectados y los reconoció como presos políticos.

    De los 510 detenidos por participar en protestas, quedan 11 detenidos, uno de ellos es Luis Fernando Sotelo, detenido por incendiar una unidad del Metrobús Insurgentes en 2014. No pudo ser beneficiario de la ley 104 pues sus actos fueron considerados daños patrimoniales de dominio público. Pese a esto, Estrada Correa afirma que continúan litigando para que también sea liberado.

    Aunque fueron reconocidos como presos políticos hasta que Miguel Ángel Mancera dejó el cargo de Jefe de Gobierno, Jamspa asegura que él siempre tuvo un trato distinto dentro del Reclusorio Sur.

    “Las mismas autoridades del reclusorio sabían que yo era inocente y tan sabían que me daban trato de preso político, pero eso sí por afuera no decían que yo era preso político”, expresó.

    El activista de 34 años se refiere a que no pagaba las cuotas que a otros presos les cobran por pasar lista o recibir visitas. Fue hasta abril de este año, cuando se aprobó la ley 104, que decidió trabajar como “estafeta”, una forma de llamar a los mensajeros autorizados por los custodios para cargar las bolsas de los familiares y avisarle a los reos de sus visitas. También vendía agua caliente.

    “Me gané el respeto de los custodios no tanto por ser Juan Camaney, sino porque me golpearon y me torturaron y aún así yo seguía haciendo mis cosas hasta que se cansaron”, dijo.

    Jamspa aprendió de “Los Incorregibles”, el grupo de reos que con frecuencia están en “El Módulo” conocido como la cárcel de la cárcel, donde llegan los presos castigados.

    “Ahí aprendí que los custodios se doblegan porque ellos (Los Incorregibles) hacen su despapaye y exigen su derecho para bajar a hablar por teléfono o tomar una hora de sol y lo lograban gritando o pateando la puerta hasta que los custodios iban y les abrían, ahí yo agarré eso, me golpearon pero al yo tener apoyo de afuera (de organizaciones sociales) decidieron ya no meterse conmigo”, confesó.

    Antes de ser activista, Jamspa era dueño de un cibercafé en el Estado de México, a donde regresó a vivir con su hermano y su madre, sin embargo, quiere mudarse a la Ciudad de México luego de que sus familiares han sido víctimas de asaltos violentos en los últimos meses.

    Ahora contempla dos opciones para continuar con su vida, buscar una casa y un trabajo en la capital del país o pedir asilo político en California, pues vive con el constante temor de ser detenido nuevamente.

    “La única forma en la que yo podría estar tranquilo es que quitaran a todos los policías y pusieran a nuevos, ¿cómo voy a estar tranquilo si están los mismos (policías) ojetes que me metieron a la cárcel? Si Mancera es senador y si Peña Nieto no va a estar en la cárcel, es un engaño que te den ayuda psicológica”, confesó.

    Jamspa señaló que los daños físicos que sufrió en la cárcel no son comparables con el deterioro psicológico de pasar cuatro años en prisión. Aseguró que durante este tiempo tuvo sueños constantes de estar libre y despertaba con las manos apretadas o sin saber si vivía en la realidad.

    Estrada Correa avaló que Jamspa fue víctima de tortura, pues existen recomendaciones de las comisiones de derechos humanos local y nacional al gobierno local por este tema. Y aunque reconoció que tienen garantizada su derecho a volver a protestar, la ley 104 sólo aplica con autoridades de la Ciudad de México.

    “A diferencia de la amnistía del 68 que tenían que salir del país exiliados esta ley no tiene ninguna condicionante, (las víctimas) pueden (volver) a asistir a manifestaciones y expresarse con libertad”, señaló el abogado.

    ¿Valieron la pena las protestas? Jamspa cree que sí.

    “Si no me doblé allá adentro (en prisión), menos acá afuera”, respondió.