Esta historia sobre abuso sexual se viralizó en Twitter, hablamos con la mujer que denunció para conocer más sobre el caso

    Un recordatorio de por qué puede tomarle años a las víctimas para por fin revelar la verdad.

    El 8 de marzo, la filósofa Alejandra Ocaña denunció a través de Twitter que Marco Méndez, quien era su compañero de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM la agredió sexualmente mientras ella dormía.

    El guey que me violó tiene esta imagen en Facebook. Una lástima que no pueda escribir en su muro.

    Fue una noche, un domingo. Hace muchos tiempo. Cuando me desperté, a las 5 am, me estaba violando.

    De acuerdo con la historia relatada por Alejandra, los hechos ocurrieron en un departamento ubicado atrás de Ciudad Universitaria, al sur de la capital, luego de que Méndez la invitara, tras mucha insistencia, a su casa a tomar cerveza y a platicar. Alejandra afirmó en entrevista con Buzzfeed News México que la agresión ocurrió en agosto de 2009, cuando ella tenía 26 años

    En sus tuits, la mexicana de 35 años asegura que el sujeto la convenció de quedarse a dormir en su departamento debido a que en la noche ya no era seguro que se fuera sola y tampoco había transporte público. “Yo le dije por lo menos un par de veces que no quería nada con él. Y él me contestó: no te preocupes (por mi insistencia) hay dos colchones. Eso me dijo. No cabe duda de que lo dejé claro”, narró.

    Al despertarse, detalló, la estaba violando y Alejandra se paró, introdujo sus dedos en la vagina, luego se subió los pantalones, lo miró, le pidió que le abriera la puerta para irse pero él no quiso, así que ella comenzó a gritar hasta que finalmente la dejó salir y la llamó loca. Al tiempo lo volvió a encontrar en la cafetería de la facultad y recuerda que Marco tras jalarla del brazo le aseguró que “no era para tanto”.

    Una de las razones que motivaron a Alejandra, según relató en entrevista, a contar su historia fue ver que Méndez tenía como imagen de perfil en Facebook un cartel feminista que dice #NiUnaMenos.

    “Era 8 de marzo, llegué de psicoanálisis y se me ocurrió entrar a su Facebook para saber que había puesto este tipo porque sé que se las da de compa y feminista, entré y vi que tenía puesta esta imagen y me indignó mucho. Primero le escribí por Facebook en mayúsculas diciéndole ‘Hola, dude, ¿sigues violando mujeres?’, no me contestó, fui a Twitter y puse ese tuit, nunca me imaginé que tuviera tanta resonancia”, dijo.

    Después del suceso en el departamento de Marco, Alejandra lo bloquéo de su memoria, pero antes de mudarse a Argentina, lo recordó. Aunado a una serie de problemas emocionales, también padeció anorexia.

    Ante la pregunta que algunas personas le realizaron en Twitter de por qué no denunciar de inmediato tras el ataque, ella respondió que sabe que el sistema de justicia en México no siempre funciona en casos de violación sexual.

    “Mi mamá me dijo cuando era niña que si algún día tuviera un problema de abuso sexual que no se me ocurriera ir a la Policía porque ahí volvían a abusar de mi. Lo primero que hice fue bloquearlo de mi cabeza. La voz propia y el recuerdo de lo que pasó, la seguridad de una misma se tambalean, si yo voy al Ministerio Público es mucho más probable que termine por soplarle a esa llamita de voz que todavía tengo, que puedo todavía afianzarla, no es que yo no quiera denunciarlo, si yo estuviera (en un país) con un sistema de justicia que funcione lo hubiera hecho y ni siquiera hubiera tenido tantos problemas después”.

    La cosa es que los efectos que tiene en el cuerpo una violación no se ajustan al sistema de justicia. Es el sistema de justicia el que tiene que adaptarse a los efectos que deja una violación.

    Sin embargo, mantiene la intención de poner la denuncia correspondiente una vez que logre mayor fuerza emocional.

    “Es difamación si es mentira, si es verdad no es difamación aunque no haya denuncia de por medio. No es posible que uno no pueda hablar a menos que te valide una persona. Creo que el sistema de justicia no está adaptado para las verdaderas consecuencias de los abusos sexuales, el hecho de que prescriba; en el DF (CDMX) prescribe a los 11 años y muchas mujeres tardan 30 años en denunciarlo, es un hecho psicológico y si no se adapta el sistema de justicia a lo que en verdad sucede es que se calla a las mujeres”, respondió ante las críticas que recibió de usuarios que le pedían pruebas más allá de su palabra.

    El hilo de tweets de Alejandra, compartido hasta ahora por más de 2 mil usuarios, generó una ola de apoyo de muchas personas.

    @ixcolai @santosrglz @Claudia_ag Denunciar cuando sienta que es posible luchar sin lastimarse más. Las brechas que tiene nuestro Poder Judicial y más en nuestros casos, solo te causará impotencia y frustración. Mientras tanto, hablarlo ayudará a los multiples intentos de “no seas mamona” no llegue a mayores.

    @ixcolai Eres una sobreviviente... Espero hayas podido acudir a terapia para poder trabajar esto. Te mando mis mejores vibras

    @ixcolai No te conozco y no sé de qué pueda servir pero yo te creo. Ojalá que en estos casos el castigo al tipejo incluyera el pago mensual de una buena terapia para ti y que pudieras recuperarte pronto. Quiérete mucho, nadie se merece esto que te ocurrió, gracias por compartir.

    @ixcolai @irairaira Yo llegué a esta historia por esta respuesta de mi querida @irairaira, y no sé si también sirve pero TE CREO. Y que por favor se pierda la bonita costumbre de responderle “¿por qué hasta ahorita? ¿Por qué no has ido al MP?” a todas las que denuncian públicamente. 🤦🏻‍♂️😤

    “Me ayudó muchísimo, no lo esperaba. Parece increíble pero tiene que ver con que la voz es de todos, que por decir algo que yo ya sé cambia algo, pero han pasado muy pocos días, antes de que pasara (las declaraciones de Twitter) yo tuve una crisis en mi propio cuerpo y ahora me siento bien, fue un alivio”.

    Buzzfeed News México buscó una declaración de Marco Méndez a través de su perfil de Facebook, sin embargo, hasta el momento no ha habido una respuesta.

    Alejandra aseguró que su presunto agresor actualmente se dedica a la venta de mezcal en Coyoacán.