Hay una versión de Los Ángeles en la CDMX a la que sus habitantes llaman “Little LA”

    Decenas de repatriados están haciendo su barrio en la colonia Tabacalera, en la capital del país.

    Hay una esquina frente al Monumento a la Revolución en la que decenas de mexicanos repatriados se reúnen para platicar, tomar un refresco, fumar o ver sus celulares. El spanglish es el idioma más popular.

    Son trabajadores del call center que se ubica en la esquina de José María Iglesias y la calle de la República, y quienes están creando La Pequeña Los Ángeles. Uno de ellos afirma que este lugar es como la versión capitalina de la Placita Olvera, donde se reúnen los hispanos a festejar su cultura en el centro de Los Ángeles.

    Little L.A. es una pequeña comunidad a la que se han integrado algunos negocios entre las calles de Miguel Ramos Arizpe, Ponciano Arriaga y José María Iglesias, de la colonia Tabacalera. Para ubicarlos hay que buscar el cartel pegado en alguna de sus paredes que dice: Nuestro negocio apoya a la comunidad binacional en Little L.A. CDMX.

    Es la tiendita de abarrotes Revolución, de Arturo León, la barbería de un empleado del call center, un puesto de comida que ofrece burritos estilo California y Texas, y un “Breakfast” de huevos al gusto con frijoles, y el local de Noé Reyes, un mexicano que trabajó como albañil en Salt Lake City, Utah, y al ser repatriado inició un negocio de plantillas y accesorios para calzado.

    “Más que otra cosa, es apoyo moral lo que nos damos entre nosotros”, aseguró Noé.

    Los carteles tienen a un costado la fotografía de Israel Concha, el fundador de la asociación civil New Comienzos, dedicada a ayudar a deportados a conseguir trabajo, identificación oficial y, en ocasiones, un albergue para vivir. Especialista en administración de empresas, Israel asegura que el nombre de La Pequeña Los Ángeles surgió de forma orgánica entre los empleados del call center, quienes buscaban un área donde sentirse seguros y crear una comunidad.

    Según datos del Instituto Mexicano del Telemarketing, en nuestro país hay 190 mil personas trabajando en call centers.

    “A Little L.A. nadie le puso el nombre, no hubo una junta, nosotros le llamamos el Efecto Trump, aquí están los bad hombres de los que tanto habla, somos migrantes en retorno al país que nos vio nacer. En ese call center hay más de mil personas bilingües”, expresó Israel, quien pasó dos años en un centro de detención para repatriados.

    "Si los judíos y los chinos lo hacen para apoyarse entre sí, como comunidad, ¿por qué no los mexicanos en retorno? nosotros no nos queremos aislar, sino ser parte de la comunidad mexicana, solo que muchas veces no somos aceptados", aseguró el líder de esta iniciativa, quien habló del prejuicio que existe hacia los deportados, pues la gente piensa que "seguro hicieron algo malo", aunque en muchas ocasiones fueron expulsados por falta de documentos.

    Es el caso de Pedro Hernández, quien antes de ser parte de la creación de Little L.A., trabajó en California, Utah, Florida, y Carolina del Norte como contratista. Lo deportaron porque se quedó sin un documento de la Dream Act. Tras pasar nueve meses en un centro de detención en Texas le preguntaron a qué ciudad de México quería irse y pensó que Cancún sería buena idea pues ahí podría trabajar como guía de turistas, el problema fue encontró una ciudad azotada por la violencia.

    "Yo nací en Veracruz, pero no tengo familia ahí, no conozco, por eso pensé que Cancún sería fácil, pero llegué y absolutamente nada es fácil, en todos lados me pedían papeles. Trabajé como guía de turistas pero por mí mismo, so, hice un poco de dinero pero me fui de ahí porque es muy peligroso, hay muchos drug dealers y si te ven trabajando con turistas piensan otra cosa y no te dejan trabajar" explicó.

    Pedro dijo sentirse contento de ser parte de una comunidad en la que no se discrimina a nadie por su pasado, ni por sus tatuajes o su forma de vestir. Actualmente, divide su tiempo entre un call center, donde da atención telefónica a clientes estadounidenses de Microsoft, y como voluntario de New Comienzos.

    Durante el recorrido por los negocios que conforman La Pequeña Los Ángeles, Pedro saludó afectuosamente a Noé; ambos tienen en común el haber vivido en Salt Lake City. A este trayecto también asistió Salvador, quien tras haber sido jardinero en Pittsburgh, California, ahora tiene planes de iniciar un taller de bicicletas en esta naciente comunidad en la Ciudad de México.

    Según Israel Concha, el sustento económico de la organización New Comienzos se genera cada que un migrante busca en internet palabras clave como: call center, bilingüe o México. Además, los empleados de este call center reciben un bono económico cada que refieren a un nuevo empleado y cuando llega un nuevo miembro a la asociación lo asesoran para que consiga sus papeles de identidad, un lugar donde vivir y un trabajo.

    El lema de New Comienzos es que "el sueño americano, también en México se puede lograr".