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Esta seguidora de Marichuy consiguió las firmas para llevar el discurso feminista en la elección de Chiapas

La candidata independiente Karen Dianne Limón busca ser diputada en el estado más pobre de México.

Este año en México habrá una boleta electoral que tendrá impresa la palabra “feminista” y es gracias a que Karen Dianne Limón Padilla consiguió el registro como candidata independiente a la diputación del Distrito I de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Psicóloga de formación, Karen es una feminista de 35 años que lleva tres años en el activismo en favor de las mujeres, radicada en la capital chiapaneca, tiene un café llamado Las Morras donde se ofrecen talleres y círculos de reflexión y terapia. También es madre soltera y fue parte de un movimiento sindical en el que 14 mujeres denunciaron acoso en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.

Su incursión en la política comenzó en 2014, cuando se dio cuenta que existía un vacío en el feminismo que, al permanecer en el activismo y en la academia, no irrumpía en espacios de la militancia política.

“Hace falta que nos encaminemos hacia esto, hacia un feminismo que busque cambiar la forma en la que se hace política en nuestro país, retomando la experiencia que tenemos nosotras desde las asambleas y del activismo. No de institucionalizar el feminismo sino que las instituciones se vuelvan feministas”, dijo en entrevista para Buzzfeed News México.

Para conseguir la candidatura independiente tuvo que recorrer un camino complicado. No quiso aliarse con ningún partido político pues cree que sólo son proyecciones del sistema patriarcal y que al final todos representan lo mismo.

Cuando consiguió los requisitos y las donaciones económicas para sostener el proyecto, Karen afirma que encontró un obstáculo para coletar las firmas en varias colonias de Tuxtla Gutiérrez.

Según la candidata, las mujeres habían entregado sus credenciales para votar a personas del programa de asistencia social Prospera. O entonces, según contó, los electores esperaban algo a cambio de su firma.

“El distrito que nos toca a nosotros tiene muchísima marginalidad, hay muchas mujeres que dependen de los programas sociales y había una consigna clara de partidos políticos que ya las tienen como reserva clara de votos, de que no se le diera entrada a ninguna iniciativa ciudadana", dijo.

Al final, consiguió en 20 días, 3.237 firmas en un distrito con 200 mil habitantes, lo que le permitió registrarse a través de la asociación civil Iniciativas Feministas, título que aparecerá en las boletas de esa región. No obstante, Karen mantiene la idea de que gran parte de las candidaturas independientes que se lograron en estos comicios nacionales nada más son una simulación.

“La gran mayoría que lo lograron no tienen perfiles ciudadanos, vienen de otros partidos, de instituciones o tienen mucho dinero, no son de la clase trabajadora y eso ya constituye una desventaja”.

En Chiapas, de las 84 postulaciones independientes a un cargo popular, seis fueron mujeres y sólo dos de ellas lograron las firmas. Una es Karen y otra mujer que aspira a ser miembro de un ayuntamiento.

La candidata sabe que plantearse la victoria electoral es poco probable; sin embargo, considera un triunfo el haber entrado a la boleta.

“Mínimo va a ir la palabra ‘feminista’ y eso de alguna manera rompe el canon en nuestro país, nos parece increíble”, expresó.

Siguiendo los pasos de Marichuy, quien fue precandidata a la presidencia por el Consejo Nacional Indígena, Karen Dianne busca retomar la misma propuesta política.

“Apostarle a procesos organizativos a largo plazo. Nosotras no estamos viendo esta candidatura como el fin de nuestro trabajo político, sino como un ensayo, hacer que las mujeres se sientan entusiasmadas por la política, pues no tienen referencias cercanas y nosotras queremos ser esa referencia”.

Karen es una de las pocas candidatas de los comicios actuales que se proclama abiertamente feminista, y cree que si más mujeres en estas campañas lo hicieran, disminuiría el estigma que existe contra las feministas.

“Nos toca poner un granito de arena como otras mujeres en la historia, que tampoco ellas gozaron de los beneficios por los que lucharon. Eventualmente nos tocará ver una presidenta feminista en México, quien sabe cuando pero yo estoy segura que va a pasar”.