Este es el difícil proceso para buscar a un desaparecido en Jalisco

    No existen protocolos claros en las oficinas forenses, tampoco hay personal capacitado y las decenas de personas llegan a diario buscando a sus familiares.

    "Es como un hospital de guerra, entras y lo primero que te dan es un tapabocas porque desde varias cuadras antes huele a descomposición. Hay muchas moscas, es caluroso"


    –Alejandro Puerto

    El 6 de marzo de 2017, Carlos Arturo Ruiz Puerto, un joven de 29 años dedicado a la construcción, desapareció en El Grullo, un municipio ubicado en el suroeste de Jalisco. Al llegar a su casa, su familia encontró sus cosas acomodadas de tal manera que parecía que iba a tomar un baño; también halló el ticket de la última compra que hizo y con ello dedujo la hora aproximada de su último movimiento. Desde entonces, Alejandro Puerto, su tío, no ha dejado de buscar respuestas.

    Días después de su desaparición, la familia de Carlos Arturo presentó una denuncia ante la Fiscalía de Jalisco por el delito de desaparición forzada (un tipo penal en el que participan agentes del Estado u otras personas en complicidad con éstos), debido a que los testigos vieron cómo una patrulla municipal subió a la víctima en una camioneta.

    Alejandro, un estudiante de 26 años, ha acudido a buscar el cuerpo de Carlos Arturo a distintos servicios forenses en los municipios jaliscienses de El Grullo, Autlán y Unión de Tula. "Me citaron en el de Tamaulipas, pero me aconsejaron no ir".

    La búsqueda de Alejandro se hizo viral en Twitter ayer, tras visitar la oficina principal del servicio forense en Tlaquepaque. El estudiante dijo a BuzzFeed News México que el personal estaba improvisando la atención a los familiares de las víctimas y que quienes daban información eran personas de trabajo social sin ninguna experiencia en materia penal o forense.

    "Llegas, te registras y se nota la improvisación, no tenían un protocolo. Te preguntan datos de tu familiar. Me tardé un rato en explicarle porque la chica de servicio social que me tomó los datos no sabía cómo se llaman las partes del cuerpo", relató.

    "Te toman nota en una hoja en blanco y a mano, tú tienes que estar bien atento de que no se vayan a equivocar o no se le pasen datos. Das la descripción de tu familiar y te anotan en un número, a mí me tocó el 55 porque llegué al mediodía. Te dan tu ficha y tienes que esperar a que te llamen".

    Una empleada del área de derechos humanos de la Fiscalía de Jalisco comentó a Alejandro que cuando lo llamaran debía dar una descripción de su familiar para que fuera cotejada con las fichas de los cuerpos que se encuentran ahí, en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. El estudiante esperó alrededor de nueve horas sin comer ni moverse de su lugar para no perder su turno.

    "Cuando me toca pasar, me meten a una oficina improvisada, apenas les estaban instalando el internet y las computadoras. En una silla tenían carpetas con fichas de los cuerpos. Otra chica de servicio social que no es empleada de la fiscalía revisa si tu familiar encaja con alguna descripción, tú das estatura, color de piel, tipo de cabello, rasgos, cicatrices".

    "Una persona no va a poder cotejar tantos datos porque para empezar los tiene que adivinar de la letra de la persona que te tomó tus datos y de la otra persona que llenó la ficha del cuerpo. ¿Cómo lo va a hacer bien si antes de ti ya lo hizo 54 veces?"

    La mujer de servicio social no halló nada en su búsqueda y, además, le informó a Alejandro que en su carpeta sólo tenía fichas del año 2018, por lo que si deseaba consultar las de 2017 –el año en que desapareció Carlos Arturo– tenía que acudir por la mañana. "No encontró nada y yo le dije 'Oye, ¿y si se te escapa algún dato, tú te haces responsable?', me dice 'Yo no trabajo aquí, sólo doy mi servicio social'. O sea, no hay nadie que se haga responsable si hay una imprudencia en el procedimiento".

    "Yo no descarto que quizás ayer a alguna chica se le pudo haber pasado algún familiar, yo era la ficha 55 y cuando me fui había 30 personas esperando y había todavía más gente esperando. La gente sale de trabajar a las 6 o 7 y es el rato que tienen para ir a hacer fila".

    La semana pasada, el tema de los cadáveres en el servicio forense de Jalisco puso en la mira al gobierno de Aristóteles Sandoval, pues se dio a conocer que un camión frigorífico fue abandonado con 273 cadáveres en su interior.

    "La instrucción del Titular de Ejecutivo, fue adquirir féretros individuales con el fin de que los cuerpos tengan un trato digno y respetuoso como si la inhumación se realizara por su propia familia", respondió la administración estatal en un comunicado el sábado pasado e informó que, entre otras medidas, se compraron 900 gavetas en los municipios de Guadalajara y El Salto para inhumar cuerpos.

    No obstante, Alejandro considera que el gobernador Aristóteles Sandoval está intentando solucionar la crisis mediática sin atender el tema de fondo. Hasta el momento la familia de Carlos Arturo no ha recibido ninguna notificación por parte de la Fiscalía de Jalisco en la indagatoria por su desaparición.

    BuzzFeed News México se puso en contacto con una portavoz de la Fiscalía de Jalisco para obtener su versión con respecto al testimonio de Alejandro Puerto. No obstante, no hubo respuesta.