El próximo delegado de AMLO en Jalisco no piensa dejar de hacer negocios con el gobierno

    Lomedic, la compañía farmacéutica de Carlos Lomelí, ha obtenido más de 540 millones de pesos en contratos con el gobierno federal.

    Carlos Lomelí, el próximo delegado de Andrés Manuel López Obrador en Jalisco, no piensa dejar de participar en licitaciones para obtener contratos públicos con el gobierno federal, pese a que será un empleado de éste. De hecho, no ve ningún conflicto de interés.

    "Ahorita estoy en una investigación por 'empobrecimiento inexplicable' porque desde que me metí a la política he dejado de vender una gran cantidad de dinero", dijo Lomelí en entrevista con BuzzFeed News México. En los últimos tres sexenios, su empresa farmacéutica Lomedic ha obtenido más de 540 millones de pesos en contratos con el gobierno federal.

    Lomelí, excandidato de Morena al gobierno de Jalisco, asegura que López Obrador les ha advertido a los próximos delegados federales que no pueden hacer negocios. Sin embargo, el empresario dijo que concursará para obtener licitaciones a través del sistema Compranet y que se limitará a no participar cuando se trate de Jalisco.

    "No voy a cambiar ni voy a esconder mi empresa, no creo que (Alfonso) Romo vaya a cerrar sus empresas", añadió. "No entiendo por qué alguien que ha luchado por la transformación del país hoy tenga que caer en la indigencia, tenemos que seguir licitando en apego a la ley y con total respeto porque somos parte de una actividad económica nacional y creo que tengo tanto derecho como las cámaras".

    Aunque perdió en las elecciones para gobernador en julio pasado, Lomelí ha dicho que tendrá en sus manos el poder de 83 representaciones federales y que su prioridad será la transparencia. No obstante, su empresa farmacéutica se ha visto envuelta en distintas acusaciones de corrupción en sus negocios con el gobierno.

    BuzzFeed News México tuvo acceso a cinco auditorías practicadas a los contratos de Lomedic en la Ciudad de México y en Nayarit. La empresa fue señalada por daños al erario público, pagos en exceso y desabasto de medicinas para empleados del gobierno.

    En una revisión a las cuentas de la Secretaría de Salud de la CDMX en 2014, la auditoría detectó que la dependencia pagó a la empresa 2 millones 278 mil pesos más de lo pactado en un contrato que suscribieron para el abasto de medicinas. El monto acordado originalmente era de 12 millones 770 mil pesos, pero aumentó hasta 15 millones 49 mil pesos.

    Lomelí sostiene que este hallazgo de la auditoría capitalina es responsabilidad del gobierno local y no de Lomedic. "Esto sucede muy recurrentemente, ellos licitan una cantidad de medicamentos y cuando se quedan cortos ellos siguen solicitándolos y nos dan una extensión de contrato".

    Aunque el empresario dice que la extensión de ese contrato estaba "perfectamente soportada", pero la auditoría reportó que la Secretaría de Salud no pudo demostrar con evidencias que esto fuera necesario. Lomelí calcula que el gobierno capitalino le pagó unos 170 millones por extensiones de contratos.

    En 2012, un informe de la Contraloría de la CDMX dio a conocer que Lomedic provocó un desabastecimiento de 64 medicamentos para empleados de la Policía Bancaria e Industrial (PBI). El contrato establecía que la empresa debía pagar una penalización del 3 por ciento por cada medicamento que no pudiera surtir.

    La Contraloría investigó al Jefe de la Unidad Departamental de Recursos Materiales de la PBI porque no aplicó a Lomedic una multa de 193 mil 644 pesos por el desabasto. Según el documento de la denuncia, esta "ocasionó un perjuicio al erario del gobierno" capitalino.

    "Yo creo que si son 194 mil pesos es mínimo para un contrato de unos 120 millones de pesos en el año, no veo por qué no aplicarla, si la tenían perfectamente soportada ¿por qué no aplicarla?", responde Lomelí.

    En 2013, una nueva auditoría detectó que Lomedic continuó con el desabasto a unidades de la Policía Bancaria e Industrial y recomendó aplicar sanciones. La falta de medicinas parece ser una constante: dos años antes, otra inspección dio cuenta de un "constante desabasto" en los hospitales Belisario Domínguez, Xoco, Inguarán, Xochimilco y Tacubaya, donde Lomedic suministra fármacos y otros productos médicos.

    En 2010, en Nayarit, la Auditoría Superior de la Federación observó otro patrón: al momento de efectuar los inventarios hacían falta productos y las inexistencias no estaban justificadas con recetas médicas. Esto sucedió en una farmacia del centro de salud del municipio de Compostela que estaba concesionada a Lomedic.

    Ese no fue el único caso. Los auditores recomendaron a la Contraloría de Nayarit iniciar investigaciones contra funcionarios locales que no supervisaron otro contrato con Lomedic, ya que se determinó que no existía evidencia de que se haya cumplido.

    Carlos Lomelí piensa que esta falta de medicinas reportada en auditorías de Nayarit y CDMX se encuentra en los parámetros normales, pues no tiene reportes de que alguien haya muerto por desabasto. "Alguna vez debimos haber tenido algunos faltantes, pero es normal".

    Actualmente, Lomedic está en un juicio contra el gobierno de Nayarit porque la administración del exgobernador Roberto Sandoval quedó a deber a la empresa 39 millones de pesos, según Lomelí.

    En la mira de EEUU

    Lomelí es un hombre próspero: de acuerdo con el registro público del comercio, tiene acciones en siete empresas de Guadalajara. Una de ellas es Servicios Educativos y de Negocios S.A. de C.V., la cual fue sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotraficante Raúl Flores Hernández; uno de los socios de la compañía es el futbolista Rafael Márquez.

    Lomedic también estuvo en la lista negra del Departamento del Tesoro: en 2008 la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros señaló a la compañía por presuntamente participar en una red financiera del Cártel de los Amezcua Contreras, una organización delictiva dedicada a la producción de metanfetaminas. Sin embargo, Lomelí y su empresa fueron retirados de la lista en 2012.

    En días recientes, el doctor Lomelí ha realizado visitas constantes a la Ciudad de México para trabajar de cerca con el equipo de Andrés Manuel López Obrador, pero en Jalisco ya enfrenta resistencias del gobernador electo, Enrique Alfaro, incluso antes de ser nombrado delegado federal.

    El próximo delegado en Jalisco dice que no tiene rencores contra Alfaro; viene a sumarse a su trabajo, comenta. Su sueldo, adelanta, será donado porque él no vive de la política sino de su trabajo como empresario. Por eso no dejará de participar en licitaciones con el gobierno al que también representará.