"La Barbie", el texano que fue arrestado a los 18 años por un accidente y hoy está sentenciado a 49 años como uno de los criminales más sanguinarios de la guerra del narco

    BuzzFeed News México tuvo acceso a documentos de una corte de Georgia en los que sus operaciones son descritas como "brutales" e "inquietantes".

    El 31 de agosto de 2010, Edgar Valdez Villarreal, alias "La Barbie" sonrió. Su mueca burlona contrastaba con las caras de resignación de otros presuntos narcotraficantes detenidos y mostrados ante los medios junto con supuestos arsenales y cargamentos de drogas.

    Estados Unidos seguía los pasos de Valdez Villarreal –nacido en Laredo, Texas– desde 2005, cuando empezaron a escuchar sus llamadas. Después de su extradición hacia ese país, su juicio se desarrolló en Atlanta, Georgia.

    BuzzFeed News México tuvo acceso a documentos del caso radicados en una corte de distrito de EEUU y esto es lo que revelan.

    Sus primeros arrestos

    Antes de ser detenido por el gobierno de Felipe Calderón, Valdez Villarreal tuvo un par de problemas con la justicia cuando era joven. Todo comenzó a los 18, cuando fue aprehendido por un homicidio accidental sucedido en un percance vehicular.

    Aunque no pasó a mayores, "La Barbie" fue arrestado nuevamente a sus 20 por portar mariguana. Después fue puesto en libertad condicional, pero a los 22 volvió a ser atrapado por conducir a alta velocidad mientras estaba intoxicado.

    Dos años más tarde, a sus 24, tuvo una acusación federal en su contra por intentar distribuir 800 libras de mariguana; sin embargo, esta vez el texano no fue detenido y huyó a México para comenzar una nueva carrera criminal.

    El Departamento de Justicia estadounidense asegura que para el año 2000, cuando ya tenía 27, "La Barbie" era uno de los traficantes de cocaína más importantes, pues operaba un mercado que llevaba la droga desde Nuevo Laredo, en México, hasta Memphis y Nueva Orleans.

    Su relación con el narcotraficante de Memphis, Craig Petties, demuestra cómo operaba el trasiego: cada tres o cuatro semanas, Valdez Villarreal enviaba alrededor de 50 kilogramos de cocaína en camiones con remolque; a cambio, él recibía los mismo camiones cargados con aproximadamente un millón de dólares en efectivo.

    Craig Patties huyó a México y fue protegido por "La Barbie". Le dio asilo y le permitió operar desde este país su negocio de drogas en Memphis. "Valdez protegía a este importante socio e impedía que otros miembros de su red de narcotráfico lo conocieran para que no pudieran robárselo como cliente", sostiene la fiscalía que lo acusa.

    Para 2002, Valdez Villarreal ya tenía una red bien formada de trasiego que contaba con una infraestructura importante de transporte con camiones y conductores para trasladar drogas traídas desde Colombia; incluso envió a uno de sus operadores allá a trabajardirectamente.

    "Compró dos ranchos en Nuevo Laredo, uno de los cuales consistía en 40-50 acres y tenía un mini zoológico con conejos, un león y otros animales", sostiene el Departamento de Justicia de EEUU.


    La alianza con los Beltrán y con el Chapo

    En pleno ascenso de su carrera criminal, Edgar Valdez Villarreal enfrentó una crisis: en 2002, el Cártel del Golfo envió a su brazo armado, Los Zetas, a disputarle la plaza de Nuevo Laredo. Para mostrar su poderío, los sicarios quemaron varias casas de "La Barbie" y hasta mataron animales de su zoológico.

    El enfrentamiento por la plaza se prolongó, pero en esos días Valdez Villarreal se mudó a Monterrey para mantenerse a salvo. Compró cuatro inmuebles, uno de ellos para su familia y otro para tenerlo como casa de seguridad.

    Aunque sus negocios no eran tan prósperos en Monterrey, "La Barbie" consiguió traer a sus filas a un exagente de la policía local. A través de él, el narcotraficante consiguió meter en su nómina a otros oficiales en activo para no ser molestado, según la investigación del Departamento de Justicia de EEUU.

    Por aquellos días, los hermanos Beltrán Leyva aún trabajaban para el Cártel de Sinaloa liderado por Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", e Ismael Zambada García, "El Mayo".

    Arturo Beltrán Leyva tenía un rancho con establos pero sin caballos y, para ganarse su amistad, Valdez Villarreal le regaló un par de estos animales e hizo que un entrenador se quedara a enseñarle a Beltrán Leyva todo lo que tenía que saber sobre equitación. Al narcotraficante le encantó el regalo, lo invitó a hacer negocios con él y "La Barbie" abandonó Monterrey para establecerse en la Ciudad de México.

    La investigación contra Valdez Villarreal en EEUU revela que éste convenció a al menos tres cárteles para apoyarlo en su obsesión por sacar a los Zetas de la plaza de Laredo. En una reunión secreta, "El Chapo", "El Mayo", Juan José Esparragoza Moreno, alias "El Azul", e Ignacio "Nacho" Coronel Villarreal aceptaron darle recursos a "La Barbie" para su guerra contra los Zetas.

    La guerra de los 300

    Tras conseguir el apoyo de los capos, "La Barbie" y sus cómplices enviaron a 300 hombres a pelear contra los Zetas en 2003. "Valdez proporcionó a muchos de sus hombres uniformes del gobierno y sobornó a miembros de las fuerzas del orden público para permitir que sus hombres se mezclaran con ellos. Valdez mismo vistió un uniforme a veces", dice la acusación en su contra.

    El documento establece que "La Barbie" compró un periódico local en el que tenían influencia los Zetas, quienes lo hacían aparecer en portada como responsable de la ola de asesinatos ocurridos en esta guerra.

    En 2004, la guerra de Valdez Villarreal aún continuaba. Para ese entonces ya controlaba también la ciudad de Acapulco en complicidad con los Beltrán Leyva.

    "Valdez utilizó el puerto para coordinar la importación de cocaína desde Colombia y otros países de América del Sur utilizando lanchas rápidas y aviones, incluidos envíos de hasta 3 mil kilogramos. Dirigió una red de farmacias en el área para procesar los envíos, y pagó sobornos a las autoridades locales para proteger su operación"

    Hacia la primavera de 2005, el negocio iba tan bien que "La Barbie" abrió un centro de operaciones en la ciudad de Atlanta, donde radica la acusación judicial en su contra. Ahí distribuyó más de mil 500 kilos de cocaína en sólo seis meses. No obstante, la DEA comenzó a seguir sus pasos e interceptar sus llamadas.

    "Las llamadas interceptadas revelaron una organización particularmente disciplinada y reglamentada: los conspiradores usaban órdenes y órdenes de tipo militar, donde no se podía hacer nada sin la aprobación y consulta o instrucciones de los supervisores en México"

    A pesar de que la DEA le decomisó drogas, dinero en efectivo y cateó sus propiedades, "La Barbie", a sus 32 años cumplidos, siguió enviando un promedio de 600 kilos de cocaína a EEUU cada quincena. No obstante, la preocupación por sus seguridad aumentaba al grado de que algunos de sus empleados cercanos no sabían en cuál de sus casas rentadas con prestanombres vivía y se rodeó de un equipo de seguridad de entre 20 y 30 personas.

    "Recibió envíos de armas, incluyendo AK-47, AR-15, pistolas, M-16 con lanzagranadas, equipo de visión nocturna, rifles de calibre 50 diseñados para montarse en vehículos, armadura corporal y granadas impulsadas por cohetes. Tenía un herrero que convertía los rifles de semiautomáticos a completamente automáticos"

    En enero de 2008, los Beltrán Leyva rompieron con el Cártel de Sinaloa porque acusaron al Chapo de traicionarlos. "La Barbie" continuó trabajando con los hermanos hasta su detención ocurrida en 2010.

    En 2012 aseguró que su detención se debió a que no quiso pactar con el ex presidente Felipe Calderón como lo hicieron otros cárteles. En una carta divulgada en ese año, Valdez Villarreal acusó al secretario de Seguridad Púbica de Calderón de haberle recibido dinero a él y a otros narcotraficantes.

    "Calderón quería el acuerdo con todos los cárteles: cártel de Los Zetas, cártel del Golfo, conmigo, cártel de Juárez, con Vicente, Mayo y Chapo, situación por la cual, al no haber respuesta de mi parte y no querer tener nexos con ninguna de las organizaciones criminales, se instauró en mi contra una persecución agudas (...) Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), quien cuando menos desde el año 2002, primero en la AFI y luego en la PFP, me consta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y la delincuencia organizada"

    El pasado 4 de junio, la fiscalía pidió a un juez de una corte de distrito de Georgia que se le impusiera una pena de 55 años. Este lunes, el juez decidió que la sentencia será de 49 años. Con la edad que tiene hoy, si Valdez Villarreal lograra salir lo haría con 93 años.

    Quizás por eso no sonreía el día que lo extraditaron.