La creación de una comisión de la verdad da esperanzas a las víctimas del #19S

    La iniciativa surge para cubrir vacíos en la actuación del gobierno capitalino. Los activistas exigen un censo preciso de los daños ocasionados por el sismo y un atlas público actualizado.

    Fernando vio por última vez a su mamá y a su hermana la mañana del 19 de septiembre de 2017. Ese día, María Teresa, su madre, se esperó un momento para bajarse del coche antes de darle el beso de todos los días; él le dijo que no tuviera miedo porque ese día habría un simulacro para recordar el sismo ocurrido 32 años atrás.

    –La sacudida me dio en casa, sentí el sismo muy fuerte y realmente me preocupé. Lo primero que hice fue buscar a mi hermana y a mi mamá. Uno imagina tantas cosas: 'ojalá hayan alcanzado a salir', 'si no me contestaron es porque dejaron el teléfono allá arriba'. Pero la realidad te viene comiendo poco a poco.

    Fernando, el más pequeño de los hijos, convivió toda su vida con su mamá: eran compañeros de vida, amigos de viaje y se volvieron roomies cuando los demás hijos se fueron de la casa. "Los dos solos nos rifábamos la vida".

    María Teresa era una persona muy activa a pesar de su edad. Todos los días se levantaba temprano, desayunaba y llegaba puntualmente al metro Doctores para cumplir con su trabajo que consistía en controlar la calidad de mercancías chinas que llegaban con defectos. Cerca de las 19:00 horas volvía a casa y lo primero que preguntaba a Fernando era "¿Ya comiste?".

    Las mercancías eran almacenadas en el tercer piso de una fábrica ubicada en el número 168 de la calle Bolívar, esquina con Chimalpopoca, en el centro de la ciudad. El edificio tenía 74 años de antigüedad y soportaba una pesada antena y una planta de electricidad en el techo.

    Facturas obtenidas por BuzzFeed News México demuestran que algunos de los principales clientes de la empresa donde trabajaban la mamá y la hermana de Fernando eran Nina Ferré, Sarah Bustani y Liz Minelli, tres populares marcas de vestidos que tienen tiendas cercanas al edificio que colapsó.

    Fernando recuerda que su mamá llevaba una chamarra negra de nylon, un pantalón negro, una blusa negra y un bolso azul marino. Los cuerpos de María Teresa Lira Infante y María Elena Sánchez Lira fueron encontrados durante la noche del 19 de septiembre. En total, 15 personas perdieron la vida en Bolívar 168; la mayoría eran mujeres obreras.

    –Me da mucho coraje, siento mucha rabia que se haya permitido llegar hasta este punto de perder vidas por la corrupción. ¿Quién permitió que esto siguiera operando? ¿Quién permitió esa antena gigantesca que estaba en el techo y la subestación eléctrica que la alimentaba en un edificio tan viejo?

    Para Emilio Ades, arquitecto ganador de premios nacionales, existen responsabilidades tanto en la iniciativa privada como en el gobierno por la mala supervisión de obras. En entrevista con BuzzFeed News México, criticó el papel de dos de las figuras más importantes en la seguridad de los edificios: el Director Responsable de Obra (DRO) y a los estructuristas.

    Él asegura que la dinámica entre estos y los constructores debe cambiar: “El DRO es una figura que está pintada, la mayoría de los DRO son firmones, es gente a la que le pagas porque ponga su firma. Yo he tenido obras en las que ni he conocido al DRO, ha mandado a un chalán a que las firme”.

    Una fuente del Colegio de Ingenieros dijo a BuzzFeed News México que la escasez de estructuristas es un riesgo para las construcciones en la capital (hay menos de 300 para toda la ciudad), debido a que la mayoría de ellos gana aproximadamente 35 mil pesos por edificio supervisado. Si una construcción dura un año ganaría menos de 3 mil pesos al mes. Esto, según la fuente, los obliga a supervisar un gran número de edificios para poder ganar bien y limita su capacidad para hacer su trabajo correctamente.

    La responsabilidad de la seguridad, dice Emilio Ades, puede terminar en una decisión del constructor: “Tú como arquitecto o como desarrollador puedes contratar al estructurista de 3 pesos o contratar al bueno, también puedes decidir si le haces caso o si no le haces caso a la hora de la obra, puedes decidir si haces unos planos de licencia o de manifestación y unos planos de construcción que no tienen necesariamente que coincidir porque nadie los va a revisar, absolutamente nadie los va a revisar”.

    Aunque el gobierno capitalino mantiene una investigación abierta para encontrar a los responsables del colapso del edificio donde murieron la madre y la hermana de Fernando, el lugar permanece abandonado: los policías que solían cuidarlo se han ido, los sellos de la procuraduría fueron retirados y quedan muy pocas rejas que impiden el acceso.

    Estas irregularidades en la investigación son sólo algunas de las múltiples violaciones a derechos humanos contra víctimas y deudos que la organización Ciudadanía19S ha encontrado. En un informe, la agrupación destacó que existe falta de seriedad en las indagatorias y que no se ha convocado a expertos para esclarecer los hechos.

    "Se observa un discurso generalizado por parte de diversas
    autoridades de pasividad ante los hechos y poco interés para investigar los contextos de
    riesgo que suscitaron los daños, bajo el argumento de 'daños por desastre natural' o por 'ser construcciones viejas'", sostiene el documento.

    La activista Mónica Tapia, directora de Ciudadanía19S, comanda a un grupo de jóvenes que se ha propuesto crear una comisión de la verdad para empezar procesos de memoria, justicia y prevención después del sismo. Ella considera que todos somos "futuros damnificados" y quiere cambiar esa realidad.

    Los trabajos para la creación de este organismo comenzaron a finales de abril de este año con la presentación de diversas quejas ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) por parte de los afectados por el sismo. Además de víctimas y familiares, el proyecto de la comisión de la verdad contempla la participación de expertos, autoridades, organizaciones y miembros de la sociedad civil.

    "Es necesaria la comisión de la verdad, que pague quien tiene que pagar"

    –Fernando Sánchez Lira

    Para Laura Freyermuth, integrante de Ciudadanía19S, una de las principales exigencias de la comisión de la verdad debería ser la publicación de un atlas de riesgos actualizado y microzonificado que permita establecer mejores parámetros de construcción. El atlas actual sólo permite conocer los riesgos a grandes rasgos; sobre el edificio de Chimalpopoca y Bolívar, sólo dice que está en una zona de lago con un peligro alto.

    Exigencias

    Aunque en en 2017, el gobierno capitalino gastó 2 mil 584 millones 153 mil pesos en acciones para la reconstrucción y la reparación de daños, Fernando y otros deudos de la fábrica no han podido cobrar un solo peso de ese dinero.

    La diputada local Dunia Ludlow, presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, ha detectado que parte de esos recursos fueron gastados en plena época electoral.

    “Se enviaron una serie de oficios para decir cómo se iban a gastar los recursos del artículo 14 en acciones que no tienen que ver con la reconstrucción, como por ejemplo la entrega de tabletas o la entrega de chalecos o la entrega de pintura o de acciones de pavimentación que no van directamente a reparar el daño de una familia que perdió su patrimonio”, dijo a BuzzFeed News México.

    Por ello, otra de las exigencias de Ciudadanía19S es que la comisión de la verdad garantice la transparencia y la rendición de cuentas mediante informes trimestrales que detallen la ejecución de dichos recursos y que promueva la reparación integral del daño a los afectados.

    Las esperanzas de quienes impulsan la comisión de la verdad están puestas en que la CDHDF tenga voluntad de integrarla, para ello trabajan todos los días documentando las violaciones derechos humanos ocurridas a raíz del 19 de septiembre. Las exigencias son numerosas, pero Mónica Tapia tiene una que parecen todas: “Nunca más el saber que no es responsabilidad de nadie".