La venganza y el aburrimiento podrían ser razones por las que no dejas de hacer compras en diciembre, según la UNAM

    Las compras compulsivas podrían requerir de tratamiento psiquiátrico y psicológico, el cual se ofrece en la UNAM.

    ¿Alguna vez has tenido unas ganas enormes de comprar algo al grado de experimentar ansiedad y luego al tenerlo te sientes eufórico?

    ¿Pero después sientes culpa y depresión porque no tienes lo suficiente para pagar todo lo que compraste a meses?

    Te tenemos una mala noticia: es probable que seas un comprador compulsivo.

    Las compras compulsivas pueden darse en respuesta a emociones como la venganza y el aburrimiento. Además, la época decembrina puede acentuar este comportamiento.

    Es especialmente grave porque la sociedad y la cultura actuales promueven tener cosas para sentirnos mejor e incluso ser más atractivos.

    Esta conducta se caracteriza por la impulsividad, por pensamientos intrusivos, involuntarios e irresistibles que se convierten en obsesión.

    Los compradores compulsivos buscan la aprobación de los demás al adquirir cosas nuevas.

    Pero al conseguir lo que quieren, terminan regresándolo a la tienda o simplemente abandonándolo.

    Actualmente, esta conducta es más común en mujeres que en hombres.

    Para corregir esto, es necesario acudir con un psiquiatra que recete medicamentos para mejorar los niveles de sustancias en el cerebro.

    La UNAM recomienda acudir a la Facultad de Psicología para recibir apoyo en el centro de atención a las adicciones.