Este post te dará una nostalgia incontrolable.

    POW POW POWER WHEELS.

    Viajemos a un tiempo en el que todo era más simple...

    ¡Tu infancia!

    Una era en la que podías comer toneladas de helado sin preocuparte por las calorías.

    En la que tu mayor problema era decidir qué helado Bambino querías comer.

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    O convencer a tu mamá de que te llevara a Danesa 33.

    O de perdida ir a Bing.

    Cuando ir a la tiendita era lo mejor que te podía pasar.

    Las ilimitadas opciones de decisión podían volverte loco.

    Algo dulce y cremoso.

    Algo ligeramente acidito.

    Algo salado.

    Una buena cachetada.

    O la siempre deliciosa Paleta Payaso.

    Lo mejor de todo es que tu estómago estaba preparado para comerlos y no morir en el intento.

    Pero lo mejor de comprar dulces, papitas y pastelitos no era el producto...

    ¡ERAN LAS SORPRESAS!

    ¡TAZOS!

    ¡PEPSICARDS!

    ¡PEPSILINDROS!

    ¡YOYOS COCA-COLA!

    ¡HIELOCOS!

    ¿POR QUÉ TUVIMOS QUE CRECER?

    Obviamente al salir de la tiendita pasabas por el puestos de periódicos y eso implicaba...

    Los domingos eran los días más importantes de la semana por dos razones...

    #1 Había misa.

    #2 Era el día que te daban tu domingo.

    Como un Super Nintendo...

    O un 2XL...

    Un micro hornito...

    Cualquier kit de Mi Alegría...

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    O un Power Wheels.

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    POW POW POWER WHEELS.

    La realidad es que había tantas opciones, que nunca lograbas tenerlos todos.

    Afortunadamente la televisión siempre estaba ahí para animarte.

    Los Animaniacs...

    Los Thundercats...

    Los Tiny Toons...

    Power Rangers...

    Y básicamente todo lo que salía en XHGC.

    Si nada de lo anterior funcionaba, siempre podías ir a tu lugar feliz...

    O al lugar feliz que todos compartían.

    Aceptémoslo, las fiestas eran mucho más divertidas.

    Y ninguna botana de fiesta podrá superar las banderillas.

    Además el entretenimiento incluía magia.

    Tu peor pesadilla era la tarea.

    ¡SALIR A JUGAR!

    ¡Ir a casa de tus amigos y JUGAR COMO SI NADA MÁS IMPORTARA EN LA VIDA!

    Era tan increíble que hasta en la escuela hacían un gran festejo, sólo porque era tu día.

    Ojalá pudiéramos regresar.

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