Si no entiendes nada sobre los candidatos independientes, este post es para ti

    ¿Son muchos, pocos? ¿Funcionan? Aquí resolvemos tus dudas.

    El pasado 8 de septiembre, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la convocatoria para el registro de candidaturas independientes a la Presidencia de la República, senadores y diputados federales para el proceso electoral federal 2017-2018.

    Al día de hoy, 48 personas aspiran a ser candidatos a la Presidencia, 53 a senadores y 185 a diputados federales. Un total de 286 aspirantes.

    Pero, ¿es normal el entusiasmo de los ciudadanos para optar por la vía independiente? Si miramos la experiencia local, sí. Desde la aprobación de la reforma constitucional que permitió las candidaturas independientes en 2012, el número de ciudadanos sin partido ha sido recurrente en las boletas electorales, aunque ha variado año con año.

    De acuerdo con datos de Integralia Consultores, en 2013 se registraron 23 candidaturas independientes a nivel local, en 2014 aumentaron a 26 y en 2015 llegaron hasta 134 candidaturas, de las cuales 22 fueron para diputado federal y el resto para cargos locales. El punto más alto en el número de postulaciones fue en 2016 con 308.

    El próximo año concurrirán 30 elecciones locales y la federal, y se renovarán 3 mil 416 cargos de elección.

    Entre los cargos a elegir este año están la Presidencia de la República y la gubernatura de 8 estados, además de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, por ello es predecible que crezca el número de candidaturas independientes.

    ¿Son efectivas las candidaturas independientes?

    En 2015, de los 22 candidatos independientes a diputados federales registrados, sólo Manuel Clouthier obtuvo la mayoría de votos con el 42.45% de la votación.

    A nivel local, la efectividad es más notoria y destacan por su resonancia los casos de Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco", gobernador de Nuevo León y aspirante independiente a la Presidencia; y Pedro Kumamoto, diputado local en Jalisco y aspirante independiente al Senado, entre otros.

    Lograr el acceso a los cargos de elección popular por la vía independiente no es nada fácil. Prácticamente es una carrera con obstáculos. Primero tendrán que cumplir con los requisitos para su registro como aspirantes.

    Pero la tarea más difícil es convencer a los ciudadanos y captar su apoyo. El número de apoyos requeridos depende del cargo al que aspira. Para la Presidencia se necesitan al menos 866 mil 593 firmas distribuidas en por lo menos 17 Estados, y deben sumar cuando menos el 1% del total de la lista nominal de electores en cada uno.

    En el caso de los legisladores, senadores o diputados federales, se requiere el 2% de la lista nominal de la entidad o del distrito, según el cargo por el que se compite. En ambos casos las firmas deberán pertenecer a cuando menos la mitad de los distritos electorales o las secciones del distrito, según corresponda.

    Un aspirante a candidato presidencial debe recabar 7 mil 221 firmas al día para llegar a la meta.

    Los aspirantes a la Presidencia tendrán 120 días para recolectar firmas, 90 los ciudadanos que optén por una candidatura al Senado y 60 en el caso de los diputados federales.

    Una app para los independientes

    El INE diseño una aplicación móvil para que los aspirantes a la candidatura independiente puedan captar el apoyo ciudadano de una manera más sencilla y segura. Con la aplicación para celular o tablet y sólo con una foto de la credencial de elector, los aspirantes pueden capturar los datos.

    La información que se registra en el dispositivo móvil se encripta y elimina una vez que es enviada vía Internet, es decir, se protegen los datos personales. Algo impensable pues antes se requerían copias de las credenciales de elector.

    La app no requiere conexión a Internet en tiempo real para capturar y enviar los apoyos ciudadanos. Los datos pueden recabarse y enviarse cuando se tenga acceso a red de Internet o wi-fi. La aplicación permite a los aspirantes llevar un control del número de apoyos.

    ¿Y el dinero para las campañas?

    Los aspirantes a una candidatura independiente tienen obligaciones en materia de fiscalización y rendición de cuentas como cualquier candidato de partido político.

    Los aspirantes deberán fondear con recursos privados todos sus actos para lograr el apoyo ciudadano respetando el tope máximo de gastos establecido en la ley.

    Los aspirantes que recaban firmas para la Presidencia tienen un tope de gastos de 33 millones 611 mil pesos y 126 mil pesos los que aspiren por una diputación federal.

    En el caso de las senadurías los topes varían de estado a estado, de 224 mil pesos para los estados con listas nominales pequeñas (Campeche y Baja California Sur), hasta 2 millones 240 mil pesos para los estados más grandes (Estado de México, Veracruz y Ciudad de México).

    Si los aspirantes consiguen las firmas necesarias y logran la candidatura para participar en la elección, tendrán derecho a recibir financiamiento público para sus gastos de campaña y espacios en radio y televisión para su promoción.

    Todos los candidatos independientes, en su conjunto, serán considerados como un partido político de nuevo registro, y de esa manera se les asignó el dinero para sus campañas.

    El monto que le correspondería a un partido de nuevo registro a nivel federal corresponde a 42 millones 963 mil pesos y se distribuirán entre todos los candidatos independientes de la siguiente manera:

    - 33.3% de manera igualitaria entre todos los candidatos a presidente.

    - 33.3% entre todas las fórmulas de candidatos al cargo de senador.

    - Y 33.3% para los candidatos a diputados federales.

    Es decir, se distribuirán tres bolsas de 14 millones 306 mil 789 pesos entre los candidatos independientes, dependiendo del cargo al que aspiren.

    Si se considera el número de aspirantes inscritos, la cantidad de financiamiento público es pequeño y desventajoso respecto al que recibirán los partidos políticos.

    La fiebre independiente

    La fiebre independiente puede tener distintas lecturas: hartazgo, falta de oportunidades para acceder a cargos públicos por la vía partidista o simplemente el ejercicio de un derecho.

    Sin embargo, si los ciudadanos utilizan esa figura con éxito y los candidatos logran resultados una vez que sean electos, la fiebre independiente habrá valido la pena. Sus efectos están por confirmarse.

    Por ahora representan una opción más en la boleta.