17 Deliciosas comidas callejeras mexicanas que el resto del mundo necesita en su vida
Tú y yo, comiéndonos unos Dorilocos en Japón, no sé, piénsalo.
1. Pambazo.
Imagínate una torta a la plancha rellena de papa, chorizo, crema, queso fresco y lechuga. Ufff, ahora piensa que esa sabrosura está bañada en salsa roja de chile guajillo. BOOM. Eso es el pambazo, aunque hay diferentes versiones en todo México: con aguacate, mole, al pastor, y párale de contar. Los mexicanos te van a decir que la salsa no pica, pero como bien se sabe, eso no siempre es verdad.
2. Memelas.
Plato oaxaqueño por excelencia. Esta delicia es una gruesa tortilla dorada a fuego lento, que se sirve con salsa molcajeteada, queso fresco y, si gustas, puede llevar carne. Una versión similar se sirve en restaurantes y algunas calles de CDMX, pero bajo el nombre de sope.
3. Chicharrón preparado.
Este chicharrón de harina cuadrado sostiene una gran variedad de ingredientes: mayonesa, crema, lechuga, jitomate, aguacate... y hasta cueritos de cerdo o pollo, si eres fan de la carne. Los que saben dicen que se tiene que comer en dos segundos, antes de que se haga aguado y se le caiga todo.
4. Torta ahogada.
Directamente desde Jalisco para el mundo, la torta ahogada es un pan estilo birote (muy parecido al bolillo, pero más doradito), que viene relleno de carnitas y cebollas (pero también hay de hay de camarón, de pollo y de panela). Lo espectacular de este platillo es que el pan está bañado en picante de chile de árbol y salsa de jitomate. Los expertos la comen así; los principiantes necesitan usar guantes.
5. Panuchos.

Hablemos de comida yucateca: estas tortillas fritas tienen una abertura en la cual llevan una base de frijoles, pollo, cebollita morada, lechuga, jitomate, aguacate y picante. Está en ese lugar medio perfecto entre ser un sope y una tostada.
6. Tacos de canasta.
El taco perfecto para empezar la mañana. Son económicos, calientitos, hechos con amor y, si vienen directo desde la casa de alguien, mucho mejor. Los hay de papa, chicharrón, adobo, y frijoles. No llevan nada más que el ingrediente principal pero, aunque suene simple, solo necesitan ese sabor para ser increíbles (claro, si les agregas salsita, son mil veces mejores).
7. Tlayuda.
La pizza mexicana nacida en Oaxaca. Es una tortilla bastante grande (algo así como 30 cm. de diámetro) hecha a mano, que viene con una base de frijoles, quesillo, col y un poco de proteína (tasajo, cecina o chorizo). Hay versiones de menor tamaño, pero la original es enorme.
8. Elote preparado.
Aunque el elote se ha popularizado en varias ciudades alrededor del mundo, no es suficiente aún: proponemos que cada cuadra del mundo entero esté habitada por mínimo un elotero que mejore la calidad de vida de sus habitantes. La versión más clásica (y la mejor) viene preparada con mayonesa, limón, sal, queso y chile en polvo (del que pica o del que no, tú escoges).
9. Esquites.
Es la versión del elote, pero desgranado y en vasito. La estructura básica es una capa de granos, una de mayonesa, una de queso y una de chile. Así, repetir hasta que se llene el vaso y dar el toque final con un poquito de limón. Si no se te hizo agua la boca en este punto, estás muerto por dentro.
10. Cemitas poblanas.
Para empezar, el pan de esta torta es particular, pues es redondo, crujiente y con ajonjolí en la tapa. Lleva un tipo de carne (pollo, milanesa de cerdo o carnitas) y se acompaña con queso, aguacate y salsa. Algo que hace muy especial a las cemitas es que llevan una hoja de pápalo, una planta que tiene un sabor súper refrescante (parecido a la menta o al cilantro).
11. Tlacoyo.
Este platillo es una gruesa tortilla azul hecha completamente a mano que por dentro puede llevar frijoles negros, habas o requesón. Eso no es todo: encima puede llevar nopales, cebolla, queso y tu salsa favorita. Maravilloso platillo que te encuentras en cada esquina de la Ciudad de México.
12. Dorilocos.
Si pensaste que la única forma de comer Doritos era solitos o máximo con salsa, te equivocas. Los mexicanos tuvieron una mejor idea: mezclarlos con pepinos, chamoy, salsa picante, zanahoria, jícama, chile en polvo, cacahuates japoneses, churritos, limón y sal. Es correcto: todo en la misma bolsa.
13. Diablitos.
Es como un frappé pero versión mexicana, o sea, con muchos tipos de chiles y frutas tropicales. No sólo eso, también lleva dulces picantes (porque #México) de todo tipo. Frescura garantizada.
14. Guajolota.
Esta genialidad es muy simple: un tamal dentro de un bolillo. No necesita más para ser uno de los desayunos más tradicionales de México (de la CDMX, en realidad, donde dicen que TODO se puede meter en un pan). Puede llevar un tamal picoso, pero también uno dulce, las posibilidades son infinitas.
15. Torta de chilaquiles.
Lo mejor de dos mundos: chilaquiles y torta. Si no te parece suficiente, le puedes poner una milanesa como extra. ¿Puedes creer que exista esto? ¿Por qué no hay en todo el mundo?
16. Chapulines preparados.
En este maravilloso país, los saltamontes se comen. Su preparación consiste en cocerlos, mezclarlos con jugo de limón y freírlos. En las calles los puedes encontrar en bolsitas y aderezarlos con chilito en polvo y sal.
17. Tacos de guisado.
Imagina estos puestos: son lugares donde hay más de cinco platillos típicos de México, los cuales puedes pedir con arroz o frijoles y agregarles papa, nopales, etc. Es como un pedacito de paraíso en la Tierra.
CORRECCIÓN
La receta tradicional de los panuchos no lleva queso en sus ingredientes. Una versión previa a este post afirmaba lo contrario. Lo sentimos de corazón, queridos yucatecos.