El lunes 3 de septiembre una marcha pacífica en la UNAM fue interrumpida de manera violenta por jóvenes armados con piedras, palos y petardos.
La situación generó la indignación de muchas personas. La gente exigía que se diera con los culpables y se les responsabilizara por lo sucedido.
Pero no fue hasta el 5 de septiembre que la UNAM aseguró que habían identificado a 18 personas involucradas en el ataque, y que todos habían sido expulsados.
La universidad también publicó una lista con los nombres de todos estos individuos y las facultades en las que estudiaban.
La lista comenzó a compartirse por todas partes, además de los medios nacionales que la publicaron, también se podía encontrar en redes sociales.
Entre los 18 nombres que la gente no dejaba de compartir, se encontraba el de Fernando Tinajero, un estudiante de primer semestre de la carrera de derecho.
Pero a pesar de las acusaciones y de haber sido expulsado, Fernando no estuvo en CU el día de la marcha.
Desde el momento en que se le informó de su expulsión, Fernando se dedicó a tratar de comprobar su inocencia.
Él mismo tuvo que buscar y proporcionar pruebas a la universidad.
Gracias a los videos de seguridad de una pizzería, el joven pudo demostrar que su expulsión había sido un error, pues él se encontraba en es restaurante en el día y la hora de la marcha.
El 11 de septiembre, 6 días después de su expulsión, la UNAM publicó un comunicado para reconocer su error. Además ofrecieron una disculpa a Fernando y su familia.
Fernando fue restituido como alumno de la institución, aunque aún no regresa a clases.
La universidad continúa con la investigación para intentar encontrar a todos involucrados en el ataque.