El Bronco abrió el debate haciéndoles preguntas súper fuertes a los otros candidatos.
Y después, se molestó cuando el moderador pensó que ya había terminado.
Porque todavía le faltaba decir que quería crear un FBI en México.
Luego de la dramática intervención del Bronco, AMLO hizo su primera intervención presentando gráficas.
Anaya también estaba preparado, y sacó sus propias gráficas que decían lo contrario a las de AMLO.
Margarita, por su parte, estaba un poquito nerviosa.
Anaya, cada que le daban la oportunidad de réplica, volvía a sacar sus gráficas contra AMLO.
El debate se convirtió en un "todos contra todos"... menos contra El Bronco.
Pero como él tenía ganas de pelear también, se fue contra Margarita cuando le volvieron a dar la palabra.
Y, ¿qué creen? Anaya volvió a sacar una gráfica.
Los candidatos convirtieron cada una de sus intervenciones en una oportunidad para atacar al otro.
Y AMLO se ponía tan intenso, que nunca le alcanzaba el tiempo para hablar.
El Bronco hizo unas propuestas tan locas, que le tuvieron que preguntar si lo decía literalmente.
Mira. El drama inmortalizado.
Y también terminó diciendo que a veces echaba mentiras.
Del otro lado del ring, Meade volvió a irse contra Andrés Manuel y el incidente de la avioneta privada.
AMLO, harto de que todos se pusieran en su contra, decidió sacar una encuesta para responderles a sus contrincantes.
Pero ¿qué creen? Para que haya una guerra de cartulinas y material de papelería, se necesitan dos.
Meade decidió que todas sus oportunidades para hablar, las usaría para tirarle a Andrés Manuel.
Pero AMLO andaba muy relajado, y no dejó que los ataques se le subieran a la cabeza.
Y eso que Meade no se cansó de hacerle preguntas.
Como ya estaban en el tema de honestidad y declarar todo lo que tienen, Anaya sacó otra cartulina para incomodar al candidato del PRI.
Los moderadores le dieron a Margarita en su punto débil y le preguntaron "¿qué haría si uno de sus hijos fuera homosexual?"
El Bronco no se mencionó a favor ni en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo... pero sí dijo que creía mucho en el matrimonio.
También aprovechó su tiempo para explicar esa situación incómoda en la que declaró que "nadie quiere a las gordas".
Y, como ya andaba en plan de confesarse, aprovechó para aclarar cómo fue que consiguió sus firmas.
AMLO dijo que él no estaba luchando por un cargo, y le tuvieron que recordar que es la tercera vez que intenta llegar a la presidencia.
Anaya se aprovechó de ese momento para recordarle a AMLO que antes era chévere.
Meade se aventó unos buenos chistes de tío.
Y Margarita, además de hablarle a los otros candidatos, también se tomaba tiempo para hablarle a las mujeres.
Se despidió prometiendo que sería la primera presidente de México.
Anaya, al final le recordó a los demás candidatos que solo él podía vencer a AMLO.
López Obrador se dedicó a recordarnos lo mucho que quiere ser com Benito Juárez.
Pero el que tuvo la mejor frase de despedida, fue Meade, quien nos recordó, por 13542531 vez en la noche, que él ES José Antonio Meade.
