1.
Ver Drag Race te ha cambiado la vida.
2.
Con solo ver dos capítulos, lo tuyo se convirtió en adicción.
3.
Simplemente no puedes dejarlo.
4.
Tus horarios ahora tienen que adaptarse a la serie.
5.
Cada capítulo te inspira a ser mejor persona.
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Y tratas de mantenerte al día para que nadie te lo arruine con spoilers.
7.
Te has aventado maratones completos de todas las temporadas en un solo fin de semana.
8.
Es más, RuPaul te ha ayudado a descubrir quiénes son tus verdaderos amigos.
9.
Y cuando escuchas que alguien está hablando del programa, en chinga te metes a la conversación.
10.
Porque esos sí son temas relevantes.
11.
Obviamente, te parece tan maravilloso, que quieres compartirlo con todos.
12.
Pero no resultó como querías cuando lo vieron los miembros de tu familia.
13.
Pero no importa, estás dispuesto a discutir con quien sea que se meta con tu RuPaul's Drag Race.
14.
Has intentado usar en tu vida diaria todo lo que te enseña el programa.
15.
Cualquier situación es buen momento para hablar de la serie.
16.
A veces sientes que es lo único que ves en Netflix.
17.
Obvio, lo pausas, lo regresas, lo pones en cámara lenta y haces un análisis detallado de cada episodio.
18.
Es más, hay días en que hasta lloras mientras lo ves.
19.
Y si no hablas inglés, sabes que verlo puede ser un poquito complicado.
20.
Admítelo, ya hasta sueñas con tus drags favoritas.
21.
Y sientes que ves referencias de RuPaul en todas partes.
22.
Lo defenderías en cualquier situación.
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Simplemente, RuPaul's Drag Race llegó a tu vida para quedarse.
