1. La lucha por decidir qué tipo de funda querías. Una dura de plástico, algo de silicón, una imitación de cuero quizás... ¡las opciones eran infinitas!
2. El hecho de que siempre encontrabas una excusa para sacarlo y presumirlo.
3. La sensación de felicidad que te daba el sonido de clic que hacía el disco.
4. La emoción de copiar un CD nuevo en tu iTunes para poder escucharlo en tu iPod (aunque hubiera sido más fácil y rápido ponerlo en un reproductor de CD).
5. O la emoción de esperar a que fuera martes para poder descargar inmediatamente un nuevo sencillo o álbum que luego sincronizarías con tu iPod.
6. Tener que decidir si comprabas una canción de iTunes después de escuchar un preview de 30 segundos... y si acababas odiándola, perdías como 15 pesos.
7. Tener un iPod con un montón de canciones random que descargaste, porque era el sencillo gratuito de iTunes de la semana o la canción del día de Starbucks:
8. Asegurarte de subir las portadas (si no se descargaban automáticamente) a tu iTunes, porque no había nada más relajante que ver las ilustraciones de los discos cada vez que hacías clic en una canción o un álbum que te gustaba.
9. Enloquecer si no podías encontrar un álbum o una canción que acababas de sincronizar en tu iPod, sólo para descubrir que estaban en otra lista musical.
10. Tener un momento de pánico cuando tenías que reiniciar un iPod porque se quedaba trabado.
11. Súper enloquecer si tenías que restaurar tu iPod a su configuración de fábrica porque estaba actuando extrañamente y esperar a ver si sincronizándolo se resolvía el problema.
12. Llevar tu iPod a servicio porque no dejaba de estar trabado o apagado y tener miedo de que costara muy caro repararlo o que de plano no se pudiera.
13. La lucha de tratar de mantener la frecuencia de la estación de radio en el coche al utilizar un transmisor para tu iPod.
14. Por supuesto, recordar tener un cargador de tu iPod para el coche, esto era IMPORTANTÍSIMO.
15. Pedir casi casi solo tarjetas de música de iTunes para tus cumpleaños y Navidad.
16. Y comprar todo lo que ofrecía un código de iTunes gratis.
17. Poner fotos en tu iPod aunque tuvieras que medio cerrar los ojos para verlas:
18. Descargar las canciones de los comerciales de iPod y iTunes porque siempre eran muy pegajosas.
19. Tener que administrar tu música manualmente cuando te empezabas a quedar sin espacio en tu iPod. A veces las decisiones eran muy difíciles de hacer.
20. Querer tener un iHome no sólo porque te dejaba escuchar tu música sin audífonos, sino porque era LO más cool del mundo.
21. Y la emoción de hacer una playlist INCREÍBLE y ponerla por primera vez en una fiestón.
Este post fue traducido del inglés.