Al nacer, a Sophia se le asignó el género masculino, pero desde pequeña supo que era una niña.
A pesar de que el Copred (Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México) dijo que no otorgarle una nueva acta de nacimiento podría violar los derechos humanos de Sophia, hay gente que piensa que es muy pequeña para tomar esa decisión.
Que consideran el proceso, que en realidad es un derecho, “algo rídiculo”.
Como siempre, hay personas que se van a los extremos, tratando de defender "los valores".
Personas que piensan que los niños no tienen claro quiénes son.
Que hacen comparaciones que sacan de contexto la situación.
Gente que sigue pensando que existe lo "normal".
Que, incluso, se atreve a negar que hay una diversidad de género.
Pero, también hay personas de la comunidad LGBT compartiendo sus experiencias y dándole su apoyo.
Y otras personas, que no necesariamente pertenecen a la comunidad, creen que el reconocimiento de Sophia como niña es un acto de amor.
